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"Gracias por acogernos en L’Elca"

El poeta departe más de cuarenta minutos con los monarcas y les muestra el «pequeño paraíso» de su finca con vistas al Montgó

Los reyes entregan el Cervantes a Brines en su casa de Oliva

Los reyes entregan el Cervantes a Brines en su casa de Oliva GVA / Casa Real

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Los reyes entregan el Cervantes a Brines en su casa de Oliva Joan Carles Martí

Francisco Brines ‘resviscolà’. La entrega del Premio Cervantes en L’Elca revivió al poeta de Oliva después de unos días de salud muy delicada. Tanto que el 23 de abril, el día tradicional de la entrega del máximo galardón de las letras hispanas, no estaba para ir a Alcalá de Henares. Tampoco a València, donde el presidente Ximo Puig ofreció el Palau de la Generalitat como alternativa.

M. Brines, Ximo Puig, el Rey, Brines, la Reina, Rodríguez Uribes, y Muñoz Machado.

Hasta el martes, un día antes, no supo que los reyes irían a su casa. Su entorno más inmediato quiso evitar su ansiedad. Pero cuando ayer al mediodía los reyes entraron en la finca familiar de Brines, el poeta fue el anfitrión de siempre. El tierno escribano que describe su jardín como si fuera el de las Hespérides, ese vergel que ha inspirado la mayoría de su poética.

Felipe VI entregó al escritor la escultura y la medalla acreditativas del premio en reconocimiento a la poesía «intimista y entrañable» de uno de los pocos poetas supervivientes de la Generación de los 50, reconocido también con el Premio Nacional de Literatura, el Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, el Internacional de Poesía Federico García Lorca y el Nacional de la Crítica.

Cumplido el protocolo empezó la celebración íntima que se eternizará en L’Elca. «Qué alegría poder venir y sobre todo gracias por acogernos en su casa», un «pequeño paraíso», dijo el rey. Y Brines se acogió al pie de la letra, se levantó y empezó a enseñar a los monarcas el pequeño botánico que posee con un mirador único que preside en la lontananza El Montgó. Durante cuarenta minutos mostró plantas, tortugas y pajaritos que habitan la morada del poeta. Fue tanta la complicidad que hasta Brines le contó al monarca lo bien que se lo pasaba en las conversaciones con su padre «don Juan Carlos». Y en eso Felipe VI sacó ‘Ensayo de una despedida’, el libro que reúne la poesía completa publica por Tusquets, para que se lo dedicará.

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Los reyes entregan el Cervantes a Brines en su casa de Oliva Agustí Perales Iborra

«Humor y cercanía»

El rey le mostró su alegría y la de la reina de poder entregar personalmente el premio, la medalla que le acredita como ganador del Cervantes 2020 y una escultura en forma de medallón que el poeta recibió emocionado.

A la ceremonia institucional asistieron una decena de personas, entre ellas el ministro de Cultura, José Manuel Rodríguez Uribes; el presidente de la Generalitat, Ximo Puig; el director de la Real Academia Española, Santiago Muñoz Machado, y la directora general del Libro, María José Gálvez, quien destacó la «emoción, sensibilidad, humor y cercanía» que mostró Brines.

El poeta regaló a los reyes una edición especial de ‘La iluminada rosa negra’, una antología poética con 40 de sus obras, prólogo de Carlos Marzal y 20 serigrafías originales del artista Antonio Martínez Mengual firmadas a mano, una de sus obras más preciadas, que fue además Premio Nacional 2004 a los Libros Mejor Editados del año anterior.

La directora de la fundación Francisco Brines, Àngels Gregori, agradeció que la ceremonia se hubiera celebrado en el lugar de la infancia del poeta, un entorno «mítico para él» y «una forma de cerrar esa carta de amor que lleva 89 años escribiendo». Según Gregori, «en L’Elca toda la obra del poeta, de una forma de vivir, de ser, de estar en el mundo, de poner emoción en el paisaje valenciano tiene sentido».

Brines trabaja en su nuevo poemario ‘Donde muere la muerte’, que como dijo en una entrevista en este periódico le «gustaría que hubiera algunos poemas más y más cortos». L’Elca es además la sede de la fundación que lleva el nombre del escritor, gestada en 2018 siguiendo su deseo de perpetuar su legado poético.

La Fundació Francisco Brines también ha convocado la edición de sus primeros premios, tanto en castellano como en valenciano, por expresa petición de poeta, y ha recibido mil originales.

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