Como un «tequila reposado» se presenta Andrés Calamaro en su reaparición discográfica, «Dios los cría», en la que se junta con iconos de la música latinoamericana como Julio Iglesias, Raphael, Juanes, Carlos Vives o Alejandro Sanz y reinterpreta sus temas con una cadencia diferente.

«Me importa un pito si alguien me dice que esta versión de ‘Flaca’ no le gusta. Es inevitable e igual no la escuchó suficiente», comenta respecto al resultado, no en tono bronco como pudiera parecer por ese pequeño exabrupto, sino en tono suave, con el placer de la pausa en la que se ha gestado también este nuevo álbum.

Calamaro (Buenos Aires, 1961), que se pasó la cuarentena reproduciendo doce veces al día «At Fillmore East» (1971) de The Allman Brothers, «la forma correcta» de escuchar discos, reclama volver a esas escuchas insistentes para «apreciar» la música «de verdad» y abandonar la «urgencia actual por manifestar lo que no te gusta de algo».

La génesis de «Dios los cría» (Warner Music), que vió la luz el viernes, se produjo en un clima atípico en 2016, «en medio de una gira también reposada tanto a nivel personal como musical» llamada «Licencia para cantar» en la que prescindió de las guitarras eléctricas y la batería.

«Tenía la curiosidad de cantar rodeado de silencio», argumenta. En el repertorio figuran artistas como Manolo García y Vicente Amigo («Para no olvidar»), León Gieco («Mi Bandera»), Carlos Vives («Algún lugar encontraré»), Milton Nascimento («En un hotel de mil estrellas»), Juanes («Engánchete conmigo»), Mon Laferte («Tantas veces») o Lila Downs («Estadio Azteca»).

«Sí, y no tanto», responde al preguntarle si buscó un ejercicio de representatividad musical y generacional latinomericana. «Los cantantes se eligieron a sí mismos», cuenta.