La presencia de la mujer en las orquestas sinfónicas profesionales de España está muy lejos de ser igualitaria. En el caso de la Comunitat Valenciana la fotografía no es muy diferente. Y aunque no es el peor escenario, tampoco es el mejor respecto al resto de conjuntos sinfónicos españoles.
Así lo refleja el estudio «Igualdad y orquestas sinfónicas», realizado por la asociación Mujeres en la Música. El informe revela que la Orquestra de la Comunitat Valenciana (OCV), residente en Les Arts, cuenta con 18 músicas en su plantilla, lo que supone un 33 % del total, frente al 67 % de hombres. El mismo porcentaje se repite en la Orquesta de València (OV), formación del Palau de la Música. En este caso, hay un total de 29 mujeres músicas.
La cifra de las agrupaciones valencianas no es la mejor, pero tampoco la peor del conjunto de orquestas españolas. De hecho, se sitúa justamente en la media que define el informe. «De los datos extraídos se observa que tan solo un 33 % de mujeres ocupa una silla en nuestras orquestas», señala el documento.
Brecha en puestos de liderazgo
«Es en los puestos de liderazgo, responsabilidad y mayor retribución, donde la brecha se incrementa», destaca el informe, que sitúa en ellos a un 31 % de mujeres en los puestos de concertino, un 23 % en los de solista y un 25 % en los de ayuda de solista, en el conjunto español. Los datos de la OCV no sitúan a ninguna mujer como concertino, a dos mujeres solistas frente a nueve hombres y a cuatro músicas como ayudas de solistas frente a 11 hombres. Mientras, los números que dispone el documento sobre la OV sostiene que en el Palau de la Música sí hay igualdad de concertinos hombres y mujeres (uno y uno), pero hay solo dos solistas mujeres frente a 26 hombres. En cuanto a ayudas de solistas, en la OV hay solo cuatro mujeres frente a 16 hombres.
«El podio -lamenta el escrito- es el gran derrotado: ni una sola mujer en la dirección titular de ninguna de las orquestas analizadas». El caso valenciano no es la excepción. Por instrumentos, según el estudio, la presencia de mujeres es mayor en cuerdas (46 %) y menor en vientos (16 %). Y los violines, la sección casi igualitaria (49 % de mujeres).
«El acceso de las mujeres a las orquestas sinfónicas no ha sido tarea fácil. Nuestras antepasadas tuvieron que pelear mucho para conseguir lo que hoy disfrutamos algunas. Las mujeres hemos tenido que enfrentarnos a mil y un obstáculos para poder formar parte de las formaciones sinfónicas. La creación de orquestas exclusivamente femeninas o la lucha de las intérpretes estadounidenses del siglo XIX para conseguir el derecho de afiliación al sindicato de músicos (requisito para poder formar parte de una orquesta) fueron claves para llegar a la situación que nos encontramos ahora», reivindica el documento de Mujeres en la Música.
El objeto de este estudio ha sido «descartar la falsa ilusión de que en el ámbito interpretativo ya está todo logrado y de que existe una igualdad plena. No podemos dejar de reconocer que se ha avanzado mucho, pero especialmente en los puestos de responsabilidad y toma de decisiones estamos aún muy lejos de alcanzar la igualdad», añaden.
Las mujeres -continúa el estudio- «hemos conseguido hacernos un hueco en este difícil mundo de las orquestas. Estamos en un momento dulce, pero a la vez muy peligroso por lo sutil de la discriminación que se padece. Buena metáfora la del techo de cristal tan invisible como difícil de romper».
