El Cor de la Generalitat se movilizó ayer, tras la representación de ‘Cavalleria rusticana’ y ‘Pagliacci’, para exigir la estabilización de sus miembros, cuyas plazas -ocupadas de forma interina desde 2003- la administración autonómica ha sacado en oferta pública. Después de la representación de las piezas, los cantantes distribuyeron desde lo alto panfletos en los que denunciaban su situación.

Minutos antes de la representación, desplegaron una pancarta en el acceso principal del auditorio y repartieron octavillas acusando a la administración de «poner en peligro a su plantilla» y advirtiendo de que la formación «se desintegra».

El Cor se formó en 1987 y en 2003 sus miembros fueron contratados como trabajadores interinos por la Generalitat, situación en la que permanecen desde entonces. En 2019 el Institut Valencià de Cultura (IVC) inició el proceso para estabilizar las plazas ocupadas de forma temporal, lo que supone en la práctica que sus componentes tienen que enfrentarse a una oposición para mantener el puesto al que llevaban ligados desde hace años.

Los miembros del Cor en la protesta de ayer antes de la ópera. | L-EMV V.C.M. València

Según denunciaban ayer los cantantes, estas oposiciones «son un despropósito» porque «un coro no es la suma de un cierto número de cantantes sino una unidad artística que trabaja en equipo».