¿Existe un lugar mejor? ¿Ese lugar siempre está en el norte? ¿El hombre es el peor enemigo de la sociedad? Son algunas de las preguntas que plantea el director y dramaturgo Jacobo Pallarés en «El rastre d’aquella nit», la nueva producción de Teatro de lo Inestable que se estrena el próximo viernes y podrá verse durante dos fines de semana en la sala de la calle Aparisi i Guijarro.
Protagonizada por dos parejas -Alejandra Mandli y Juan Andrés González y Cristina Granados y Andreas Eilertsen- los personajes abordan el tema de la huida como solución al conflicto. Una noche -aquella noche- algo traumático sucede, «un misterio que nunca resolveremos», señala Pallarés, y que provoca la huida de un hombre y una mujer hacia el norte.
El director y dramaturgo explica a Levante-EMV que el hombre es la metáfora del hombre occidental que traiciona, en este caso a la mujer que simboliza a la sociedad, que quiere «huir para tomar sus propias decisiones», señala el autor. Pallarés compara esta huida hacia un lugar mejor a los tiempos en los que «pensábamos que íbamos a salir mejores y más renovados de la pandemia».
Asegura que el texto no es pesimista, sino que también tiene tintes optimistas y realistas. «Aborda la huida al norte como mito de un lugar idílico, pero ¿dónde está el límite del norte?», se pregunta en alusión que siempre hay un norte para todos. «Siempre habrá un lugar peor y, por tanto, un lugar mejor», señala. Ese lugar se materializa en las maquetas y miniaturas elaboradas por Los Reyes del Mambo, y que llevan al público hasta nueves islas que se dejan ver «realzadas» por la cámara que opera uno de los actores.
Este espectáculo, que bebe del texto de Pallarés «De quan érem bons», cierra la trilogía que se empezó con «Family(es)» y «L’aniversari», una saga que elige la casa como lugar espacial al que referirse y que desarrollar y un lenguaje audiovisual como canal para contar un relato.
¿Es, entonces, la huida la solución al conflicto? Pallarés prefiere no dar respuestas, sino dejar más preguntas en el aire.
