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"Botticelli incorporará el Renacimiento más humanista al Museo de Bellas Artes"

«Este cuadro producirá un efecto llamada», asegura el director del museo

El retrato de Botticelli que se exhibirá en el Museo de Bellas Artes.

El Museo de Bellas Artes vuelve a estar de enhorabuena gracias al coleccionismo privado. Hace escasos tres meses, la pinacoteca anunciaba que el experto en arte Hans Rudolf Gerstenmaier había legado 41 obras de su colección de arte flamenco al museo de la calle San Pío V. Ayer, la Conselleria de Cultura hizo público que el Retrato de Michele Marullo Tarcaniota, de Sandro Botticelli (Florencia, 1445-1510), lucirá en las salas del museo valenciano. Se trata del único retrato del pintor italiano que hay en el España, según Cultura.

El cuadro de Botticelli permanecerá en València por, al menos, tres años, a través de un comodato firmado con la familia Guardans-Cambó, propietaria de la pieza, que será expuesta en la sala central del edificio destinado a mostrar la pintura antigua: los retablos góticos y el inicio del Renacimiento. «El museo tiene un buen Renacimiento, pintura fantástica de los Hernandos o Juan de Juanes, pero ese Renacimiento corresponde a cómo se concebía en el ámbito ibérico y es, sobre todo, pintura religiosa. La España del siglo XV y XVI no tiene nada que ver con la Italia de aquellos siglos», explica a Levante-EMV Pablo González Tornel, director del Bellas Artes. «Este retrato nos da la oportunidad de incluir un Renacimiento más humanista en las salas el museo», añade.

Se trata de una obra realizada en temple sobre tabla traspasada a lienzo de 49 x 36 centímetros. Representa el busto en tres cuartos de un hombre vestido de negro, tocado con un bonete negro sobre un fondo de cielo azul ceniza. Lleva el pelo largo y el rostro es sombrío, con una mirada severa desviada hacia la izquierda. Los ojos oscuros tienen unos reflejos dorados que los iluminan y los labios están dibujados con trazos incisivos y nítidos.

El retratado es Michele Marullo Tarcaniota (1453-1500), poeta, militar y humanista de origen griego que terminó viviendo en Florencia protegido por la familia Médici y rodeado de artistas y escritores. Se casó con la erudita poetisa Alessandra Scala. El 12 de abril de 1500, cuando regresaba a su casa de un viaje a Volterra, se ahogó cruzando el río Cecina a caballo, bajo una lluvia torrencial.

«Marullo y Botticelli compartieron época, amistades e inquietudes intelectuales. El pintor del Renacimiento italiano subraya en este retrato la autenticidad, el realismo y la identidad de Marullo con el gesto de su semblante. Demuestra la capacidad de la pintura para mostrar la psicología de las personas», explican desde Cultura.

«El Renacimiento -dice González Tornel- es la recuperación del mundo clásico y la antigüedad. Hay una parte de esa recuperación que tiene como foco la ciudad de Florencia. Allí se genera una cultura anticuaria muy importante que cristaliza en el círculo de los Médici. En el grupo de la Escuela de San Marcos, que lo crea Lorenzo el Magnífico, está el joven Leonardo, Miguel Ángel o Botticelli y también filósofos, intelectuales y gente que recupera el mundo clásico desde todos los ámbitos. Se genera un foco humanista muy importante, que tiene su plasmación más directa en las obras más conocidas de Botticelli. Ese humanismo recupera al hombre como centro del universo, es una parte que sin pintura italiana de esa época es difícil de explicar y este Botticelli nos permite hacer referencia a esa parte de la Historia del Arte y de Europa», dice orgulloso y feliz el director del Museo de Bellas Artes.

El retrato propiedad de la familia Guardans Cambó.

Aura casi mitológica

Según González Tornel, esa referencia al renacimiento más humanista no llega solo a través de Botticelli, sino del retratado, con «un aura casi mitológica por haber nacido durante el asedio turco de Constantinopla». Para él, Tarcaniota «es como una archirepresentación de lo que es el hombre del Renacimiento: es un hombre que tiene esa doble vertiente de hombre de armas -porque es un soldado de fortuna- y un literato tremendamente valorado por sus coetáneos, por sus poemas y por estar capacitado para escribir y recitar en latín y griego», señala González Tornel.

Sobre qué supone para él como director la llegada de este cuadro, González Tornel asegura que «Botticelli es quizás el nombre de la Historia del Arte más repetido y alguna de sus obras son las imágenes más conocidas. Para un director de museo hay un carácter afectivo fuerte por albergar uno de los cinco únicos Botticelli de todo el Estado español. Es muy emocionante y tengo el convencimiento de que tenerlo por tres años va a producir un efecto llamada para quienes antes no entraban el museo», confía.

Aunque se muestra cauto a la hora de dar fechas sobre cuándo se expondrá el museo, este diario ha podido saber que la obra llegará este mismo mes. Sobre dónde se expondrá «estoy trabajando en ver cuál es el mejor sitio para darle la importancia que se merece pero que se integre con la colección», concluye González Tornel.

Un BIC de 30 millones

El Retrato de Michele Marullo Tarcaniota ha sido objeto de interés de grandes museos como El Prado. A la pinacoteca nacional se prestó en 2004 y allí se pudo contemplar hasta 2017. Dos años después, sus propietarios intentaron venderlo en Londres por unos 30 millones de euros, aunque finalmente la pieza no obtuvo ningún comprador. Quizás, uno de los impedimentos para que su compra saliera adelante es que se trata de un Bien de Interés Cultural por lo que, aunque su venta está permitida, el ministerio no permite que salga de España sin el permiso de la Junta de Calificación, Valoración y Exportación de Bienes del Patrimonio Histórico.

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