La pintura del valenciano José de Ribera se consolida como un valor seguro en las casas de subastas internacionales. Alrededor de una decena de obras del maestro de Xàtiva que desde principios de 2020 se han ido poniendo a la venta en este tipo de empresas han incrementado su valor por encima del 20 por ciento respecto al precio de salida. Los casos más llamativos han sido el San José que se vendió en Viena por 588.900 euros (casi el doble de lo previsto) y, sobre todo, «Un philosophe: l’heureux géomètre», subastado en París en junio de 2020 por 1,8 millones de euros cuando el precio de salida era de 200.000 (es decir, un 628 % más).
No ha sido tanto el incremento del precio de venta experimentado por el San Francisco de Paula pintado por Ribera alrededor de 1640 y que la casa Dorotheum subastó hace tres semanas por 198.500 euros, un 58 % por encima de su precio de salida.
Ribera pintó a San Francisco de Paula en varias ocasiones durante su dilatada carrera. La más conocida es la de la colección Valerio de Ginebra, que también está firmada y fechada en 1640 y que estuvo en la colección del Infante de España, Don Sebastián Gabriel de Borbón. Y también hay numerosas copias de época ejecutadas por colaboradores que trabajaban en el estudio de Ribera después de 1640 como la que la semana pasada subastó Set Dart.
El lienzo subastado el pasado mes en Viena muestra al santo ermitaño con un bastón de peregrino y una hoja de papel en la que está escrita la palabra «Charitas». Como la de la colección Valerio, esta versión se distingue por la alta calidad de la técnica pictórica y su refinamiento en la representación expresiva junto con el notable realismo en la representación de los rasgos y vestimentas de la figura. Ribera combina su experiencia pasada de pintor realista siguiendo a Caravaggio con las influencias de su madurez por parte de Van Dyck y Guido Reni. Con los años el estilo del «Spagnoletto» se volvió cada vez más pictórico, revelando una atención particular a la creación de luminosidad y valores de color correlacionados, tal como se observa en la serie de los «profetas» iniciados en 1638 para la Certosa di San Martino, en Nápoles, y los retratos de apóstoles, filósofos y científicos que pintó alrededor de 1640.
En esa época había fechado el experto Nicola Espinosa otro San Francisco -en este caso, de Asis-, pintado por Ribera que el jueves se subastará en Sotheby’s por un precio estimado de entre 93.000 y 140.000 euros. Ahora la casa de subastas londinense, a partir del estudio realizado por Riccardo Lattuada ha establecido que el artista de Xàtiva realizó este «San Francisco meditando» hacia 1620, cuando realizó la serie de los apóstoles para la iglesia napolitana de San Girolamini y el espectacular San Pedro y San Pablo que se encuentra en el museo de Bellas Artes de Estrasburgo.
