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Sakira Ventura

"Debería existir una preocupación real por visibilizar a las mujeres en la composición"

«Antes, muchas mujeres tenían que emplear seudónimos para publicar y estrenar sus composiciones», lamenta la flautista

«Debería existir una preocupación real por visibilizar a las mujeres en la composición»

Pretende poner su granito de arena «rescatando y visibilizando» a las compositoras olvidadas por la historiografía. Sakira Ventura es la autora de «Creadoras de la historia de la música», un mapa que presenta a 300 compositoras prácticamente desconocidas del mundo de la música por orden cronológico y ubicadas en sus lugares de nacimiento.

¿Cuántos años deben pasar para que se llegue a la igualdad en el mundo de la música?

Es difícil de saber. Lamentablemente, el estudio de las mujeres en la música es bastante reciente respecto a otras disciplinas y eso hace que todavía quede mucho camino por recorrer. Poco a poco se van creando nuevas iniciativas que promueven la igualdad de género en ámbitos como la interpretación, dirección o la composición, pero todavía es muy necesaria la implicación de las instituciones que son quienes tienen los medios necesarios para hacerlo.

¿Siguen siendo las mujeres invisibles en este sector?

No tanto como en épocas pasadas, pero sí. Todavía es difícil encontrar obras de compositoras en los programas de conciertos, grabaciones con autoría femenina en los cd’s de música, escuchar composiciones de mujeres en la radio...

¿Por qué se les ningunea?

El motivo es principalmente histórico. La historia, escrita por hombres, ha narrado las vidas de los grandes hombres y sus grandes obras. Existía la creencia de que las mujeres no eran capaces de llevar a cabo tareas de raciocinio como la composición; se las trataba como meros objetos decorativos, de ahí que sí se les permitiera exhibirse, aunque en ámbito privado, cantando o tocando instrumentos como el piano o el violín. Todo esto ha originado que las alumnas de música no tuvieran referentes y, de ahí, que tan pocas hayan optado por dedicarse a la composición.

¿Se programa menos música de autoría femenina?

Sí, la mayoría de instituciones musicales tienen una cuota obligatoria para tratar de llegar paulatinamente a la igualdad, aunque esta cuota obligada suponga representar en cada concierto una única obra de mujer en relación a las 6 u 8 que se programan de hombres, si no fuera por esa ‘solución’ los gestores y gestoras culturales ni se preocuparían de esta problemática. Suelen poner como excusa que ‘no existen compositoras’ o ‘no las encuentran’, pero con herramientas como mi Mapa de Creadoras ya no sirven esos argumentos.

¿Qué debería de pasar para que la situación se revierta?

Debería existir una preocupación real por visibilizar a las mujeres en nuestro arte. Una perspectiva feminista que asegure que las mujeres van a estar representadas igual que los hombres en cada uno de los ámbitos de la música. Cada vez somos más las musicólogas que estamos preparadas para desempeñar esa función, pero, insisto, hace falta tener interés en ello.

Según la Asociación de Mujeres en la Música sobre la presencia de mujeres en festivales musicales, solo un 32% de los solistas son mujeres, una cifra que cae al 6% en cuanto a la figura de directora de orquesta. Mal vamos..

Desde luego. La figura de la mujer es prácticamente invisible en nuestro mundo, sobre todo cuando se trata de disciplinas que no sean la interpretación. Mi mapa es de compositoras, pero harían falta otras herramientas que sirvieran para difundir la figura de la mujer en otros parámetros. Análisis como el de la Asociación de Mujeres en la Música son necesarios para evidenciar la problemática que sufrimos las mujeres en la música.

¿Qué le llevó a realizar ‘Creadoras de la historia de la música’?

Quería proporcionar y ofrecer una herramienta que yo no he tenido durante mi formación musical. De mi rabia por haber crecido con esas lagunas nació mi necesidad de mostrar a esas mujeres al mundo. Mi pretensión es que se les tenga presente porque no hay oficios de hombres o mujeres. Pero para ello se deben conocer referentes, mujeres que sirvan para inspirarse y tomar ejemplo. Aspiro a que en un futuro no demasiado lejano ya no sea necesario, porque eso significaría que hemos alcanzado la igualdad. Me encantaría que mi Mapa fuera un recurso utilizado por los docentes. Ojalá que alguna institución avale el proyecto de alguna manera y me ayude a mantenerlo, tanto en términos económicos como en términos informáticos; pues el mapa es una herramienta que llevo adelante yo sola y que sustento yo misma mes a mes.

¿Por qué en formato interactivo?

Porque hoy en día prácticamente todas las personas tienen un dispositivo digital a su alcance. Quería proporcionar un recurso de acceso fácil y que fuera atractivo para el alumnado. La mayoría de mis alumnas que me han visto estudiar se han sorprendido de la cantidad de bibliografía que necesito y por lo específica que es. Hay que facilitar lo máximo posible el conocimiento y, en este sentido, me pareció que viajar por un mapa y conocer a las compositoras a golpe de un clic era bastante sencillo.

Una curiosidad, ante el ninguneo, ¿cómo ha conseguido tanto material?

He tenido que exprimir al máximo todas las publicaciones. En mi página web (svmusicology.com) tengo el apartado «Contacto» en el que usuarios y usuarias me dejan sus recomendaciones de autoras para que las incorpore junto a las 530 que ya pueblan el mapa.

¿Cómo se inició su cartografía musical?

El origen de este proyecto reside en una playlist de Spotify que lancé con 100 obras de 100 compositoras. Cuando la compartí en las redes y vi el impacto tan positivo que había tenido, comprendí que no podía quedarme solo en esa lista.

¿Le ha influido en algún modo la falta de referentes femeninos a lo largo de su formación para crear este proyecto?

Ha sido decisivo. Es lo que me ha motivado a crearlo.

¿Qué es lo que más le ha sorprendido? ¿existe un patrón? ¿qué las une?

A rasgos generales, la inmensa mayoría tuvo que superar muchas dificultades para poder dedicarse profesionalmente a la música. Tuvieron que demostrar constantemente que su música tenía valía porque al ser compuesta por mujeres se daba por hecho que tenía menos calidad, de ahí que muchas de ellas empleara seudónimo para publicar y estrenar sus composiciones. Diría que fueron valientes y por ello siento profunda admiración por todas ellas. Sin su lucha, yo, como mujer, no lo habría tenido tan fácil para dedicarme a la música. Ellas nos abrieron paso, rompiendo barreras y tumbando los prejuicios que caen sobre nuestra persona. Les debemos mucho, pese al camino que todavía nos queda por recorrer.

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