Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

"Tenemos contacto directo con el autor y acabamos el libro con mucho mimo"

«En la Comunitat Valenciana hay gente muy formada, pero acaban abandonando porque no ve salida a sus intereses creativos»

"Tenemos contacto directo con el autor y acabamos el libro con mucho mimo"

Por las manos de Vicente Ferrer y Begoña Lobo han pasado casi 80 libros en 23 años. Una cifra modesta para el ritmo de la industria editorial de hoy en día. Aunque la cosa cambia si se tiene en cuenta que solo ellos trabajan, gestionan y construyen cada día la personalidad de Media Vaca, la editorial valenciana que hoy recoge el Premio Nacional de Labor Editorial, concedido por el Ministerio de Cultura en el año 2018. La entrega de este reconocimiento fue suspendida con la llegada de la pandemia, es por eso que hoy el ministerio hace entrega de los galardones nacionales de Cultura correspondientes a 2018 y 2019. El acto será presidido por los Reyes en el Museo del Prado, allí la pareja que forma Media Vaca coincidirá con otros valencianos, como Laura Ballester, Cristina Durán o Ana Penyas.

Lobo y Ferrer han trabajado todos sus títulos desde València, una ciudad según Vicente, todavía aislada dentro del mundo editorial. «València no es un espacio privilegiado para los libros, porque las grandes editoriales están en Madrid y en Barcelona. Por eso, es más difícil que un Premio Nacional relacionado con el libro caiga en una editorial valenciana», explica el editor, quien lo achaca a una falta de «estructura». «Lo que falta en València es una industria del libro. La gente que trabaja en esto, ya sea dentro de la ilustración o del cómic, tampoco publica en empresas valencianas. Tiene que buscarse la vida fuera. De hecho, es más fácil encontrar a alguien viviendo en la Comunitat Valenciana que trabaje para empresas de Nueva York, Londres o París que para una empresa valenciana», lamenta. «Tenemos una tradición muy creativa. Pero el problema es que es difícil dar forma a un producto que sea capaz de competir en un mercado tan grande. La gente tiene mucha formación en la C. Valenciana, pero desgraciadamente acaban abandonando porque no ve salida a sus intereses creativos, y eso es una lástima».

Media Vaca es considerada una editorial poco comercial, ya que trabajan los libros desde un punto de vista artesanal. «Desde que empezamos, en 1998, decidimos que íbamos a hacer tres libros al año. Era lo máximo que podíamos publicar teniendo en cuenta cómo trabajamos. Nosotros nos documentamos, experimentamos, tenemos un contacto directo con el autor y acabamos el libro con mucho mimo. De este modo, es imposible competir con otras editoriales que hacen de 20 a 60 libros cada año», explica. Lo suyo es otra cosa. De hecho, la editorial recibe pedidos online de los sitios más remotos. Desde Palencia, hasta Suiza, los lectores buscan los productos de Media Vaca.

Begoña y Vicente recogerán su Premio Nacional junto a otros 10 valencianos. Laura Ballester, periodista de Levante-EMV, recogerá el Premio Nacional de Cómic junto a Cristina Durán y Miguel Ángel Giner Bou por El día 3 (2019), mientras que Ana Penyas, recibirá el de 2018 por Estamos todas bien. El ilustrador Paco Giménez recogerá el Premio Nacional de Ilustración de 2019 y la escritora alicantina Francisca Aguirre, fallecida un año después del reconocimiento. También estará ahí el compositor de Alcoi Javier Darias, Premio Nacional de Música, así como Eva Mir (2019) y Berta García Faet (2018), premios en poesía y teatro joven.

El de Media Vaca será uno de los pocos premios que mañana no tendrá dotación económica. Aunque no por ello tiene menos reconocimiento, ya que se trata de un premio donde ni las empresas ni los profesionales concurren libremente, sino que su candidatura es propuesta a un jurado por profesionales del sector. «Para nosotros es muy importante el día a día. Creemos en el trabajo riguroso», asegura. La editorial ya ha saltado a las redes sociales, aunque lo afrontan con distancia. «Desconfio de las personas que tienen más de 200.000 seguidores, porque es algo que no es real».

El Ministerio de Cultura concedió el premio a la editorial valenciana por «el cuidado exquisito del catálogo, la calidad de sus libros, el respeto a los lectores y al resto de agentes de la cadena del libro». A lo largo de sus veinte años de vida, la editorial ha recibido en cuatro ocasiones el Bologna Ragazzi Award, premio otorgado por la Feria del Libro para Niños de Bolonia, la feria más importante del sector.

Abajo, Vicente Ferrer y Begoña Lobo. Arriba, el símbolo de Media Vaca, dibujado por la propia pareja. El origen del nombre de la editorial todavía sigue siendo un misterio para sus lectores.

Compartir el artículo

stats