No suelen haber sorpresas en el Festival de les Arts (excepto si sube alguien al escenario a pedir la mano de su pareja). Los artistas cantan lo que cantan. Los conciertos duran lo que duran. Ayer estaba previsto que hiciera frío y, efectivamente, hizo frío. Y nada de eso impidió que los alrededor de 20.000 asistentes a la primera jornada del evento disfrutaran de más de diez horas de música en directo. La gran mayoría de ellos regresaran de nuevo hoy al recinto de conciertos, que hace meses colgó el cartel de «no hay entradas».

Quizá el público que acudió ayer a Les Arts echara de menos los tiempos (en 2019 fue la última vez) en los que el festival urbano más importante de los que se celebran en València inauguraba la temporada veraniega. Seguramente en 2022 vuelva a ser así, pero en 2021 ha habido que esperar al otoño y con la pandemia más o menos controlada.

También ha habido que esperar a que Sanitat permitiera que el público discurriera libremente por los recintos de conciertos a cambio de exigir el certificado de vacunación con la entrada y de llevar la mascarilla cuando no se consume bebida.

Pero, más allá de por el vestuario de los asistentes (aunque no por las mascarillas, que muy pocos utilizan), el aspecto y el ambiente que presentaban ayer los alrededores del Museu de les Ciències era completamente estival. Es como si el público valenciano hubiese acudido, no tanto a escuchar música, sino a reclamar el verano festivalero que el virus le robó.

«Es como el primer baño del verano», confirmaba, también de forma un tanto metafórica, Miguel Ángel Escrivá, líder de Santero y los Muchachos, una de las presencias valencianas más notables en el cartel del Festival de les Artes de 2021.

El rock reposado y pseudoacústico del combo, que ultima ya su tercer álbum, tomó el segundo escenario del recinto a las 20.30 horas, justo cuando otros valencianos, La Habitación Roja, terminaban su bolo en el escenario principal. También jugaron ayer como locales los alicantinos Elyella, Valira y Amatria, y hoy sábado lo harán Varry Brava y Novembre Elèctric. Como cabezas de cartel, ayer actuaron Rigoberta Bandini y Vetusta Morla y hoy lo harán La M.O.D.A., Fangoria y Viva Suecia.

Como tantas otras bandas cuyo nombre, de momento, suele escribirse con letra pequeña en los carteles de los grandes festivales, los Santero acudieron ayer al de Les Arts conscientes de que el público que se iban a encontrar frente al escenario iba a ser un tanto circunstancial. «Vamos con tantas ganas como expectantes por saber lo que nos vamos a encontrar -confirmaba Escrivá unas horas antes de su actuación-. Es un festival para 40.000 personas pero nosotros no sabemos cuánta gente nos llevaremos a nuestro terreno. Eso es siempre ilusionante y es guay. Seguramente Vetusta Morla nunca tendrá esa ilusión. Es algo que se pierden».

También como tantas otras bandas, los Santero están recuperando poco a poco el rodaje musical tras los meses de parón obligado por la pandemia. «Después de esta época que hemos pasado, hicimos 11 conciertos en València, pero acústicos. Por lo tanto, armarnos hasta los dientes para un festival como este lo pillamos con muchas ganas», añadía el cantante.

Hace unas semanas Santero y los Muchachos participaron en un festival más pequeño en Murcia junto a Leiva y Los Zigarros y hoy está previsto que actúen en el Granada Sound, una cita que como la de este fin de semana en València, está organizada por la promotora The Music Republic. «Todos los grupos bajamos el caché para estar en esta plataforma de exposición -añade Silvestre-. Es un reto atraer al público que no nos conoce. Es tan emocionante como pegar un polvo con un desconocido. Un polvo con ganas, claro».