2021 prometía ser un año de transición, con un sector del arte padeciendo los estragos de la pandemia, pero ha habido sorpresas y muchas. De la aparición de un Caravaggio perdido en Madrid, a la firma del acuerdo de la colección Carmen Thyssen o la llegada del criptoarte.

El Caravaggio perdido

Era abril, y el rumor que sonaba por los corrillos del mundo de las subastas saltaba a la prensa: la casa Ansorena había incluido en su catálogo un cuadro por 1.500 euros de salida que parecía (¡y era!) una obra de Caravaggio.

La noticia corrió como la pólvora por medios de todo el mundo, expertos llegados de todas partes aseguraban que la obra era un "sleeper" (un durmiente), una pieza que permanece oculta hasta que es descubierta.

El Ministerio de Cultura se apresuró a declarar la obra inexportable y la Comunidad de Madrid le ha otorgado categoría de Bien de Interés Cultural (BIC). El cuadro ya no puede salir de España, aunque parece que se lo ha tragado la tierra. Ha sido guardado a buen recaudo a la espera de encontrar un destino final, que podrá ser una colección privada o un museo público, aunque siempre en España.

Madrid declara Bien de Interés Cultural (BIC) el “Ecce Homo” atribuido a Caravaggio. EFE

La vuelta del 'Mata Mua'

A principios de 2021, el Gobierno y Carmen Thyssen alcanzaban un acuerdo en firme por la colección de la baronesa, el trato se había resistido durante más de una década. El acuerdo alcanzado incluye una duración de 15 años a razón de 6,5 millones de euros al año por su colección.

Ha pasado casi un año de aquel anuncio a bombo y platillo, y todo apunta a que el acuerdo se sellará en enero. Con él volverá el "Mata Mua" de Gauguin y ambas partes darán por cerrada -por ahora- una de las crisis más graves sobre este recurrente asunto.

¿Criptoarte?

Cuando parecía que todo estaba inventado, llegaron los NFT -Non Fungible Tokens- y lo hicieron por la puerta grande.

La primera subasta en Christie’s de un NFT del artista Beeple alcanzó los 69 millones de dólares, fulminando varios récords de un manotazo. El fenómeno hizo levantar la ceja a muchos coleccionistas tradicionales que ven en la novedad una mera burbuja alimentada por el auge de las criptodivisas.

Burbuja o no, los NFT han puesto alegría a un mercado languidecido por la covid para artistas y casas de subasta. Muchos creadores han comenzado a vender copias digitales de sus obras sin intermediarios y varios coleccionistas se han apuntado a la moda.

Los museos se reinventan

Los museos han aprovechado este año, todavía marcado por la caída de visitantes por la pandemia, para darle una vuelta a sus salas. El Museo Reina Sofía ha dado la vuelta de tuerca a su colección permanente: menos el "Guernica”, prácticamente todo ha cambiado de lugar o es completamente nuevo.

El Museo Thyssen avanza también en su reorganización, que se presentará en enero, y el Prado anda con paso lento pero seguro en la construcción de su nueva ampliación, cuyas obras ya están en proceso de licitación y se resolverán en febrero.

Exposiciones y mujeres

Muchas de las exposiciones y los más importantes premios de arte de 2021 han tenido nombre de mujer: Tania Bruguera se llevó el Premio Velázquez como símbolo de la resistencia del arte cubano, y Dora García se alzó con el Premio Nacional de Artes Plásticas.

Georgia O’Keeffe desembarcó en el Museo Thyssen con una magna retrospectiva, mientras que "Mujeres en la abstracción" y Alice Neel lo hicieron en el Museo Guggenheim; Idda Applebroog mostró por primera vez su trayectoria al completo en el Reina Sofía y Soledad Sevilla en el Patio Herreriano.

Pese a la caída de público, los museos también han tenido este año exposiciones taquilleras. Una de las más visitadas fue la de René Magritte en el Thyssen, y la Fundación Beleyer (Basilea) se atrevió con una magna exposición de Goya.

Nuevos lugares para el arte

La pandemia no ha frenado el arte, 2021 ha sido uno año prolífico en cuanto a la aparición de nuevos espacios de exposición. En febrero abría sus puertas el Museo Helga de Alvear en Extremadura; en julio lo hacía el nuevo espacio de Hauser And Wirth en Menorca, y en octubre llegaba la nueva sala de exposiciones permanente de Banco de España.

Si a los museos les fue mejor de lo esperado, no corrieron la misma suerte las ferias de arte. ARCO se salvó por poco y celebró una edición excepcional en verano, pero la gran mayoría de las citas europeas y asiáticas se suspendieron.

2022 se ha visto como el gran año de la vuelta a las ferias y las bienales, la vuelta a la ansiada normalidad, pero la nueva ola de la variante ómicron ya ha generado los primeros cambios en el calendario con el retraso de la feria TEFAF.