El poeta y escritor valenciano Ricardo Bellveser falleció ayer a los 73 años tras una lucha incansable contra el cáncer de páncreas. Periodista y docente, Bellveser estuvo implicado en gran parte de las instituciones culturales valencianas, como socio, como miembro de su comité o como dirigente.

El escritor durante el homenaje en el Ateneo. | LEVANTE-EMV

En concreto, el autor fue exvicepresidente del Consell Valencià de Cultura (CVC), exdirector de l’Institut Alfons el Magnànim y uno de los fundadores de la Asociación Valenciana de Críticos y Escritores Literarios (CLAVE), por ello fue nombrado como su presidente honorífico. Además, fue miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos, exacadémico electo de la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL), miembro del Consell Rector del IVAM, asesor científico de la Fundación Max Aub de Segorbe y miembro permanente del jurado de los Premios de la Crítica Literaria Andaluza y de los Premios de la Crítica de Castilla y León.

Durante su trayectoria literaria, con más de 30 títulos, ganó el Premio Nacional Eduardo Dato, Premio Nacional al Fomento de la Lectura (FELE), la Alta Distinció de la Generalitat Valenciana (colectiva), la Pluma d'Or del Ateneu Blasco Ibáñez, el Premio del Ateneo de València, el Premio de poesía Vicente Gaos, el Premio Internacional de poesía Jaime Gil de Biedma y el Premio de poesía de la Universidad de León.

En palabras del secretario del CVC, Jesús Huguet, Ricardo Bellveser ejerció una «exquisita función de conciliación entre las diversas sensibilidades y personalidades de los miembros y abrió el CVC a todas las instituciones valencianas, entre las que ahora es un referente».

Bellveser asistió por última vez a la entidad consultiva el pasado 14 de octubre con motivo de la donación de dos retratos de su colección pictórica realizados por el pintor Álex Alemany, fallecido recientemente. Se trata de dos óleos, uno del cineasta Luis García Berlanga y otro del ensayista Joan Fuster. Ambos fueron también miembros, en su momento, del CVC.

En nombre de la entidad, el presidente, Santiago Grisolía, le expresó que la donación era una muestra de su «generosidad infinita» con la entidad y con lo que representa, y le recordó el cariño y el agradecimiento de los valencianos.

En su intervención, Bellveser expuso hasta qué punto echaba de menos al CVC, por la «enorme labor que se lleva a cabo y por la capacidad que tiene de templar los conflictos culturales».

El Ateneo Mercantil de València realizó un homenaje al poeta el pasado 17 de noviembre en el Salón de Actos donde cientos de amigos y compañeros de profesión reconocieron su labor dentro del campo literario y docente. Bellveser era además director académico del Aula Cultural del Ateneo desde 2014 y estaba al frente de los ciclos ‘Valencianos relevantes’ y ‘Lecciones magistrales’. Fue profesor en la Universidad Cardenal Herrera-CEU.

El último poemario que publicó Bellveser fue en 2020, ‘Estanterías vacías’, descrito como la «cumbre de la emotividad bellveresiana». «La voz poética se presenta quizás más desnuda y más sincera que nunca para certificar que vida y poesía, o poesía y vida, son una misma cosa», escribió José Antonio Olmedo en el prólogo.

Trayectoria poética iniciada en los 70

Sus primeros libros fueron de poesía, atraído por la estética de los novísimos, de ahí surgen «Cuerpo a Cuerpo» (1977) y «La estrategia» (1977). Le siguieron «Manuales» (1980) y «Cautivo y desarmado» (1987). Estos libros fueron reunidos bajo el título de «La memoria simétrica» (1995) que cerró su primera etapa creativa. En 2018 publicó la antología «El sueño de la funambulista», en la que el propio autor hizo una selección de los mejores poemas de toda su obra.