Guillem, el ganador de «MasterChef Junior 9», está viviendo el momento «más feliz» de su vida al haberse alzado con el primer puesto de este concurso: «Esto ha sido un boom en mi vida en general, estoy en una nube de contento», ha asegurado.

En cuanto a la celebración de su victoria, el joven catalán apunta que se trató de una reunión con amigos y familiares tras la emisión del programa final. «Lo celebré por todo lo alto, hicimos una gran fiesta, pero sin mucha gente por el tema covid, pero estaba la gente que me apoyó siempre», ha añadido el pequeño.

El niño de 12 años, que se hizo con una beca de 12.000 euros para continuar su formación y un curso de cocina de cuatro días en el prestigioso Basque Culinary Center, se alzó con el título tras deslumbrar al jurado y al cocinero Eneko Atxa con un completo menú inspirado en su tierra, sus raíces y su familia.

Este se compuso por un entrante con un tartar de gamba roja con romescu de kimchi y palomitas de aguacate, un plato principal de canelones de carrillera con esferas de queso de La Garrocha y ensalada de setas con aceite trufado y de postre crema catalana con helado de avellanas, bizcocho de sifón y tierra de carquiñolis.

Desde el primer programa confesó que su sueño es convertirse en un cocinero profesional, y los jueces destacaron sus maneras de gran cocinero. Todo eso mezclado con una gran madurez, mucha organización, una dosis de tranquilidad y un gran menú final le convirtieron en ganador de la novena edición.

Como rival en el duelo final tuvo a Carla, de también 12 años, con la que él quería enfrentarse: «Necesitaba a un rival fuerte, y Carla lo era, porque uno muy fácil y al que yo pudiera superar sin problema no tendría emoción», ha apuntado.