La Sala Parpalló del MuVIM ha presentado esta mañana la exposición “Tres mujeres Magnum” dedicada a tres “pioneras” de la histórica agencia de fotografía: Eve Arnold, Inge Morath y Cristina García Rodero. Tal como ha destacado Rosa Olivares, comisaria de la exposición, Arnold y Morath fueron las primeras mujeres que entraron en Magnum mientras que García Rodero fue el primer miembro de la agencia de nacionalidad española.
Pese a haber pocos puntos de encuentro en el estilo de las tres, Olivares sí ha señalado que el hecho de ser mujeres les otorga una mirada común y “diferente” a la hora de realizar sus imágenes. La comisaria ha puesto como ejemplo la fotografía que Eve Arnold tomó de Marilyn Monroe en el descanso de una sesión fotográfica en 1960, una imagen que concluye la exposición en la Parpalló y que, tal como indica Olivares, prescinde de la “cosa sexual” que se solía buscar en la actriz para subrayar la su naturalidad.
“Las mujeres han fotografiado siempre y la fotografía ha sido una herramienta fundamental para que la mujer haya entrado en el mundo del arte”, ha señalado la comisaria. Olivares no ha dudado en calificar a Arnold, Morath y García Rodero de "artistas" que "han retratado el mundo". "Son artistas porque son conscientes de ello y porque son reconocidas así externamente. Uno es artista desde el momento en el que su obra se expone".
La exposición reúne 66 fotografías en blanco y negro y en diferentes formatos seleccionadas por Olivares de entre unas 3.000 imágenes. “Cada una de estas imágenes -destaca el MuVIM- nos habla de personas que miran a otras personas, porque las tes se enfrentan abiertamente al individuo como clave de los problemas y de las soluciones”.
Tal como señala el MuVIM, la importancia del retrato en en el trabajo de estas tres artistas -así las ha definido también Olivares- es vital. Por eso en la muestra de la sala Parpalló veremos celebridades retratadas por Eve Arnold e Inge Morath -Ingrid Bergman, Paul Newman, Yves Montand con Anthony Perkins, Margaret Thatcher, Suzzane Flon, Yves Saint Laurent o Arthur Miller- pero también muchos rostros anónimos, que cobran especial importancia en el caso de García Rodero. Solamente hay una fotografía en toda la exposición en la que no hay personas en primer plano: un paisaje de Nueva York de noche, con la agitación de miles de personas que no se ven.
Nacida en Estados Unidos en 1912 y fallecida en Londres cien años después, Eve Arnold fue la primera mujer en entrar en Magnum cuando esta era una agencia esencialmente de hombres. Esencialmente fue una fotoperiodista y su trabajo siempre tuvo una actitud política y con mucha empatía con la gente sencilla, aunque también se dedicó a la fotografía de cine, moda y retratos de personajes. Por eso, en la selección de obra de Arnold que se expone en el MuVIM hay desde retratos a Marilyn Monroe, Malcom X o Margaret Thatcher a una prostituta en La Habana, un desfile de Miss América o el adiestramiento en 1960 de una activista negra para que no reaccione ante las provocaciones.
Inge Morath nació en Austria en 1923 y era, esencialmente, una mujer cosmopolita que empezó como asistente de Cartier-Bresson y que recorrió medio mundo con su cámara. Hizo reportajes de viajes, moda, arte y sociedad y trabajó en rodajes como el de “Vidas rebeldes” de John Huston, donde conoció a Arthur Miller, en aquel momento casado con Marilyn Monroe y que acabaría siendo el marido de Morath. En la exposición del MuVIM encontramos ejemplos de toda la tipología de su obra y se incluye una de sus series más conocidas en la que la fotógrafa austriaca demuestra su gran sentido del humor: la “Mask series with Saul Steinberg”.
Por cierto, Morath estuvo dos veces en València durante los años 50, la primera para fotografiar la famosa falla diseñada por Dalí y la segunda para plasmar los efectos de la “riuà”. La comisaria de la exposición ha señalado que conoce estas fotos para para hacer la selección le han pasado “desapercibidas”.
Por último, Cristina García Rodero nació en Puertollano en 1949 y en 2005 fue la primera fotógrafa española que entró en Magnum. Tal como ha explicado Olivares, a diferencia de Morath y Arnold que trabajaban con la vocación de que sus trabajos se publicaran en revistas y periódicos, la fotógrafa española afronta su trabajo llenas de humanidad y vida desde una perspectiva más artística, algo que se refleja incluso en el formato de sus imágenes.
Aunque muchas de sus obras son ya iconos de la fotografía contemporánea, la selección que ha llegado a la Sala Parpalló procura no caer en las imágenes más conocidas pero sin perder el toque alegre, a veces irónico y siempre humano que captura el objetivo de García Rodero.