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Crítica preventiva

"Chica, ¿qué dices?": por qué puede que no entiendas a la nueva Rosalía

Los sencillos de 'Motomami' han levantado ampollas en parte del público de la catalana, en una metamorfosis constante. Un desengaño que pasa por su cambio de rumbo, nuevo sonido y lenguaje (explícito a ratos) y códigos juveniles, entre otros

Rosalía, en una imagen de archivo.

"Chica, ¿qué dices?". Es curioso que este saludo que hace Rosalía nada más empezar 'Saoko', uno de los sencillos de su inminente álbum 'Motomami', pueda servir como resumen de las ruidosas críticas vertidas por la masa enfurecida sobre los últimos pasos de la catalana. En Youtube, un comentario en el videoclip del tema en cuestión ironiza: "Esperando ya la versión en español". Es un ejemplo de los muchos que se pueden encontrar por el ágora digital (aunque también en la vida en tres dimensiones; pueden comprobarlo con su primo, su compañero de trabajo o quién sea).

La sentencia en cuestión -la extendida "no la entiendo" o la alternativa "ha perdido el rumbo"- bebe de muchos factores y viene de antes de que Rosalía saliera a la cancha a jugar con 'Motomami' (con 'Hentai' lleva ya tres 'singles' publicados). Síntoma de esto podría ser la cuenta de Twitter 'Tweets de Rosalía Explicados' (@RosaliaExplicad), que empezó en 2020 un joven catalán y que ha contado incluso con la complicidad de la cantante. Su misión: responder a todos los 'tuits' de Rosalía replicando sus mensajes con un lenguaje más transversal.

"No lo hice porque no se la entendiera, buscaba que fuese una cuenta [14.000 seguidores] absurda, con un toque de humor, no de burla", explica. De hecho, este veinteañero seguidor de la artista invita a la gente a "abrir la mente" con el nuevo trabajo de la catalana. "Es una manera diferente de comunicarse, más juvenil, utilizando anglicismos, palabras latinoamericanas...", expone. Y algo de eso hay.

Aquí, algunos factores que explican el desengaño. Veamos.

Rosalía, en una imagen promocional.

1) La metamorfosis de la mariposa

Quizá ya no sea música para usted. Y no pasa nada. La metamorfosis de la mariposa Rosalía puede generar un punto de decepción procedente de una sensación de orfandad. Su ídolo ya no responde a su llamada. Muchos de los enamorados de 'El mal querer' (su segundo disco) están ahora mismo en fase de negación. La crítica cultural Aïda Camprubí lo resume así: "Se tendría que preguntar a esa gente qué esperan de Rosalía". Porque la transformación constante ha acompañado a la catalana a lo largo de su carrera. "Ella se ha empapado, ha estudiado, y ahora lo pone encima de la mesa con su mezcla personal. Creo que se debería de entender desde dónde nos habla", aporta Camprubí. Entre otras cosas, se refiere a códigos propios del mundo urbano, también de carácter juvenil. Pero esto lo veremos más adelante.

"Si haces algo y nadie se siente excluido puede que, al final, no estés cambiando nada"

Aïda Camprubí

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Es obvio, por lo -recordemos- poco publicado hasta la fecha del nuevo álbum, que ha habido un desencuentro entre su gran -en el sentido de amplio- público y la jefa de las 'motomamis'. El colombiano Víctor Sánchez, promotor y periodista musical, analiza este desamor: "Mucha gente se ha sentido decepcionada porque ella era, básicamente, una representante de lo de antes pero modernizado". "Todo el mundo la veía como la artista más grande de flamenco que haya parido España, creían que era la folclórica moderna", añade.

El rechazo, la desconexión de parte de su público, no se debe leer como algo negativo, es más, puede ser incluso una buena señal. Seguir siempre la misma senda no es, desde luego, evolucionar. "Si haces algo y nadie se siente excluido puede que, al final, no estés cambiando nada, estás haciendo 'lo que toca', y Rosalía hace tiempo que quiere salir de 'lo que toca'", sentencia Camprubí.

2) La latinidad: el sonido

Rosalía dejó su casa hace tiempo. Viaja por el mundo, y desde allí hace sus canciones. Por, para y desde el mundo. Víctor Sánchez, especialista en música latina, considera que la unión de la catalana con Rebeca León, su mánager, fue también decisiva. Y opina contundentemente: "Hoy en día el artista que no se mete en el mundo urbano prácticamente está abocado al fracaso".

Si 'Los Ángeles' era flamenco y 'El mal querer' partía del flamenco, 'Motomami' parece que parte por lo escuchado hasta ahora, si se puede concretar de alguna manera, de la latinidad (con estructuras mucho más rítmicas). Unos sonidos que históricamente han suscitado en España miradas por encima del hombro. "Es curioso porque hay registros latinos que tienen rechazo, como el reguetón o el dembow, pero después hay otros, como el son cubano, que se consideran casi como la música clásica, músicas fetiche. Hay rechazo en la novedad dentro de la latinidad", expone Camprubí, programadora del Festival BAM.

"Es un disco arriesgado y, aunque la critiquen, ella se está adelantando al tiempo"

Víctor Sánchez

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El estigma hacia estos géneros es, pese a quien pese, indudable. Son canciones que parten desde otro origen, se explican con otros códigos. Al habla Camprubí: "Tenemos una mirada estigmatizada porque nos parece que es música que habla a través del cuerpo, mientras que nosotros hablamos más a través del intelecto".

El sonido de 'Motomami' es pura experimentación. Algo que, según Víctor Sánchez, es signo de estos tiempos. "Los artistas quieren reinventarse, crear canciones raras, que no se han hecho, meten 'beats' rarísimos. Es un disco arriesgado y, aunque la critiquen, ella se está adelantando al tiempo", comparte el promotor. Podría ser, dice, como cuando Don Omar sacó 'Idon', un álbum "dos décadas avanzado".

3) La latinidad: el lenguaje

"Está viviendo en otro mundo, otra sociedad, las jergas son diferentes, y el mundo urbano le obliga a utilizar estas jergas para adecuarse a lo que los chavales consumen", expone Sánchez. "Se ha 'latinoamericanizado'; es más, se ha 'boricuarizado'", añade, en referencia a Puerto Rico. Rosalía lleva ya años instalada en Estados Unidos -se sabe que entre Miami, Los Ángeles, Nueva York- y con una pareja de Puerto Rico -Rauw Alejandro, un purasangre boricua-. Y, obvio, relacionándose con la galaxia de la música urbana. Todo se pega.

"Está viviendo en otro mundo, y el mundo urbano le obliga a utilizar estas jergas para adecuarse a lo que los chavales consumen"

Víctor Sánchez

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El lenguaje utilizado por Rosalía, dentro y fuera de las canciones, ha sido colocado en la diana: códigos, mezcla de idiomas, referencias al anime, marcas... "La gente que no lo entiende es, principalmente, porque no está en contacto con este tipo de música, está fuera", sentencia Camprubí. Aporta Sánchez: "Utiliza el lenguaje de los 'tiktoker's, el de los chavales". En el disco hay referencias que van del programa de televisión 'Lluvia de estrellas' hasta 'Kim K', por Kim Kardashian.

La latinidad comporta, en muchas ocasiones, letras explícitas, mensajes directos, algo que chirria en oídos de por aquí. 'Hentai', su último tema antes del disco, levantó mucha polémica por su contenido sexual. Después de publicar un avance de la canción, Rosalía llegó a preguntar por Twitter: "¿Las personas que os está molestando la letra de 'Hentai' estáis bien?". Más tarde, grabó un vídeo en el que se reía de la situación leyendo la letra como si de un recital de poesía se tratara.

"La sexualidad femenina es algo que si no entra en el juego del sistema, molesta y no se puede escuchar"

Aïda Camprubí

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4) Mujer, estocada final

Todos estos factores, juntos y revueltos, tienen una puntilla final: es una mujer quien lleva esta 'moto'. Este hecho es indiscutible para la AÏda Camprubí. Primero de todo, y siguiendo con el punto anterior, porque "la sexualidad femenina es algo que si no entra en el juego del sistema, incomoda, molesta y no se puede escuchar". En cambio, la música está plagada de hombres explicando al mundo los detalles más íntimos de sus amores.

Y después, que a una mujer se le niega la genialidad. Lo ejemplifica Camprubí con la figura de Kanye West: "Publica 'post' enajenados, persigue a su expareja, juega con que saca un disco y no lo saca... Si estos cambios de opinión los hiciera una mujer dirían que está completamente loca. Lo hace un hombre y es un genio, ve cosas que nadie ve y está petando la industria musical".

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