La música ocupó un papel destacado en la vida y en la obra de Joan Fuster (1922-1992). Incluso más de lo que imaginamos. Melómano inquieto, observó con interés el fenómeno de la Nova Cançó, que impulsó a un buen número de músicos de la talla de Raimon u Ovidi Montllor. Sus canciones sonaban frecuentemente en el tocadiscos de Fuster, y ahora lo volverán a hacer la semana que viene en el Teatro Principal para una producción que mezcla artes escénicas y música de la mano de Pau Alabajos, autor del texto de «El tocadiscos de Joan Fuster».
El músico de Torrent comenzó a trabajar en la producción, con funciones el 23 y 24 de abril, a propuesta del festival Barnasants, productor ejecutivo de la pieza. «Me pidieron que ideara un espectáculo con poemas de Fuster, pero no lo acababa de ver. A diferencia de autores como Vicent Andrés Estellés, él utilizaba el verso libre, lo que dificultaba la incorporación de un patrón rítmico», explica Alabajos. A raíz de encontrar unos textos del ensayista en los que hablaba de música se le ocurrió crear un espectáculo que uniese las dos vertientes.
«Fuster publicó muchos prólogos de libros sobre canciones entre los años 60 y 70, y también hizo prólogos en vinilos, algo habitual en la época. En esta introducción, de 20 o 30 líneas, explicaba el disco. Decidí coger esos textos, así como algunos artículos de prensa, para crear una entrevista ficticia entre Fuster y una periodista, Teresa Baixauli», añade el cantante. Alfred Picó se pone en la piel del ensayista y Lara Salvador de esta joven comunicadora, con la que no solo habla de música, sino de la realidad política y social valenciana. Los textos que ha utilizado Alabajos para la obra abarcan desde 1962 y hasta 1981. «En ese periodo pasan muchas cosas: el tardofranquismo, la muerte del dictador, la Transición o el 23-F», explica Alabajos, quien interpreta al fotógrafo que acompaña Lara Salvador a la casa de Joan Fuster en Sueca.
A medida que la entrevista avanza, sobre el escenario suceden diversas actuaciones musicales con una banda formada por un violonchelo, un violín, una batería, una guitarra clásica y un piano. Esta agrupación acompaña a tres artistas invitados, como son Feliu Ventura, Mireia Vives y Meritxell Gene, aunque se unirán otros en futuras funciones, como la valenciana Sandra Montfort.
«Vamos a poder ver a un Fuster socarrón, mayor, que está desencantado con la Transición. Hay que tener en cuenta que ha sufrido un atentado en su propia casa y que no se identifica con la nueva izquierda», explica Gabi Ochoa, director escénico junto a María Almudever. Durante la obra, el ensayista opina de muchos cantautores y grupos valencianos. «Vivió con mucha ilusión los inicios de Raimon, un cantante joven que cantaba en valenciano, y sentía muchísimo respeto por Ovidi», explica Ochoa. En sus intervenciones también habla de grupos folk, como Al Tall o Els Pavesos, a quienes incluía dentro del «chabacanismo», pero «no en sentido negativo, ya que valoraba que llegaran a tanta gente fuera de nuestras fronteras», explica el director escénico. Esta es la tercera ocasión en la que Alabajos y Ochoa trabajan juntos. La primera vez fue en la producción «Vives». «El tocadiscos de Fuster» viajará por buena parte de la C. Valenciana. Hasta verano llegará a Castelló, Tàrrega y Alicante. En otoño, se podrá ver en Castelló de la Ribera, Gandia, Alzira, Aielo de Malferit, Castellar-Oliveral, Aldaia y Sant Vicent del Raspeig.
El actor Alfred Picó interpreta a un Fuster «socarrón» desencantado con la deriva de la Transición que accede a conceder una entrevista. Lara Salvador a una joven periodista, Teresa Baixauli, que acude a casa del ensayista en Sueca junto a un fotógrafo de prensa, interpretado por Pau Alabajos, autor del texto. F
