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Crítica

Herencia de maestros

El artista sevillano interpreta con su guitarra una pieza durante un concierto Levante-EMV

Panorama flamenco

Teatro Talia (València)

Intérprete: Rafael Riqueni, guitarra flamenca

Después de varias semanas de expectativa, el público valenciano estaba ansioso por ver y escuchar a uno de los grandes de la guitarra flamenca de concierto de nuestro tiempo. Nada más aparecer sobre el escenario del Talia, Rafael Riqueni (Sevilla, 1962) recibió esa calurosa ovación reservada a los grandes de la escena o a la divas de la ópera. Y es que Riqueni pertenece a esa estirpe de artistas cada vez más infrecuentes. Como instrumentista, magistral. Como compositor, lleno de talento. Y como músico, conmovedor.

Sentado y solo acompañado por varios cambios de luces, venció la timidez inicial, fundido a las seis cuerdas y con aplomo admirable, fue desgranando las últimas composiciones de sus últimos trabajos: Parque de María Luisa y Herencia, con pequeños grandes homenajes a figuras indiscutibles que le han precedido como Pepe Habichuela, Serranito, Lucía, Melchor, Morente y, por supuesto, Sabicas.

El maestro sevillano, con su guitarra impoluta, desde la sobriedad y la llaneza que brotan en diferentes influencias como el barroco hasta el jazz pasando por el romanticismo decimonónico, emocionó con su glosa del tema de la Rondeña, de Albéniz.

La disciplina del flamenco ha llegado hace pocos años a algunos conservatorios, si bien desde mediados del XIX existe documentación fidedigna que la avala. Hace 100 años, Falla, García Lorca y Zuluaga, entre otros, se atrevieron a organizar, en la Alhambra , el Primer Festival de Cante Jondo. Aquello supuso un acicate para elevar la guitarra de los cafés cantantes a otros escenarios de mayor proyección. Hoy día se la puede apreciar en el Carnegie Hall, el Teatro Colón, el Real, el Liceo o el Palais Chaillot de París. Por esos y muchos otros escenarios ha deslumbrado Rafael Riqueni, entusiasmando como lo hizo con el publico del Talia despidiéndolo con una gran standing ovation realmente emocionante. Riqueni ha vuelto para quedarse.

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