Tras la pandemia, se restituye la normalidad y vuelven a funcionar con normalidad los teatros y espacios escénicos. Sin embargo, lo que nadie podía prever es que Rafael Conde “el Titi”, el artista mítico de una Valencia muy lejana, volviera a los escenarios veinte años después de su muerte, la cual acaeció en agosto de 2002. Juanra Castillo, un artista de Castelló que hasta ahora se dedicaba a la canción melódica en una orquesta, ha tomado el testigo de aquel personaje hoy desconocido por los jóvenes, pero cuya esencia perduró en los videos que grabó la primitiva Canal 9.

Actor, cantante y bailarín, este artista valiente ha debido de estudiar a fondo todo el material mediático y el resultado es una reencarnación perfecta que sólo podemos calificar así los que conocimos en escena al Titi original. Así se presentó en el Teatro Flumen con un lleno absoluto en un par de funciones exitosas.

Ha habido mucho discípulo que ha intentado recuperar el Titi a lo largo de estos años. Los nombres más destacados han sido la Burra de Sueca, el carismático Salva de la misma localidad o José Vicente Mocholi, el tigre del Tremolar. Pero todos ellos se limitaban a interpretar las canciones del ídolo, con mucha gracia ya cierto, sin dotarle de una trama completa que, en este caso, va desde su nacimiento en Talavera de la Reina hasta el momento en que llega al Cielo y conoce a San Pedro.

Esa es la gran baza de este espectáculo, un guion inteligente de Alberto Aranda que sabe tocar el alma del espectador aglutinando lo más poderoso de la copla. En “Libérate” se recogen los clásicos del Titi pero también hay incursiones en los grandes nombres de aquella época, desde Concha Piquer, Rocío Jurado, Juanita Reina o Lola Flores. Lo más sorprendente es que Juanra tenga voz y arrestos para adaptarse a cada uno de estos monstruos melódicos, y que además salga airoso de la apuesta. Se incluye además una intervención estelar de Rosita Amores a cargo del sorprendente Juananth Figueroa que parece tener un lugar secundario hasta que desgarra con una voz muy contundente.

El Titi no conoció a su madre pero Juanra acude con una madre animosa al estilo de la madre de la Pantoja que ejerce de relaciones públicas en la entrada.

La dinastía Saiz del Teatro Flumen, que después de “Houdini” prepara otro reto familiar con “El Hijo”, es la que se ha llevado el gato al agua y ha retornado un mito a un público emocionado que, al salir, preguntaba cuando sería la próxima función. Esta obra ha sido un elixir de juventud para muchos, pues rejuvenece a quien la contempla en varias décadas durante una hora y media.