A Rosana Pastor se le entelan los ojos cuando habla de Francisco Brines. "Desde el primer día que llegamos a l'Elca con Fernando Delgado se produjo un vínculo de proximidad porque me entendía perfectamente". La actriz y directora lleva más de dos años con Brines, los últimos de su vida. Pastor empezó a rodar su primera dirección en solitario -"Francico Brines. Los signos desvelados"- en febrero de 2020 y lleva montando desde 2021, con una pandemia y un premio Cervantes de por medio. Se enteró de la muerte del poeta, mañana hace un año, en una pausa para cenar mientras rodaba en Madrid.

Pastor conocía la poesía de Brines, pero cuando ya estaba embarcada en el proyecto del documental "una noche leyendo su poesía, me llega de una manera tan nítida que no puedo dejar de leer uno tras otro sus versos"

Mañana se estrena en la gran pantalla "Francisco Brines. Los signos desvelados" y el domingo se podrá ver una versión televisiva en La 2. "¡Brines está tan vivo!", reconoce Pastor tras montar un documental donde "Brines se olvida de la cámara y se establece un vínculo de proximidad entre él y yo, que facilita la conversación".

El amor

Pastor ha decidido no subtitular las palabras de Brines, muy débiles en sus últimos días. "Es su voz técnicamente mejorada". El premio Cervantes habla insistentemente del amor, "y reflexiona, se interroga, como en toda su poesía, cosas que en este último tiempo vuelven a él"

"He sido fiel al espíritu que me transmitió. Complemento su voz poética con textos de 'La certidumbre de la poesía', el mejor ensayo sobre su poesía escrito por él mismo. En la pantalla se oirán algunos de sus poemas como 'Entre las olas canas', 'Madrid 1992', 'Reencuentro', 'Un aire en la terraza'.

"Brines ya estaba descubierto, pero no había llegado al gran público, esa es mi intención". Otro de los protagonistas del documental es l'Elca, "un paisaje increíble con un magnetismo muy poderoso que ha escrito y dicho de l'Elca, la fascinación.

Sobre el futuro de l'Elca, Rosana Pastor aboga por conservar su entorno agrícola. "Conozco una idea inicial, abandonada después, de convertir l'Elca en un espacio para residencias literarias para creadores, pero la Fundació Brines creo que va en otra línea”.