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Chema García Ibarra

"No tengo ningún interés en que permanezcan mis palabras, pero sí mis ideas"

«Más vale que haga películas porque no tengo ninguna intención en dedicarme a otra cosa», explica el director ilicitano

Chema García Ibarra en el centro de València. daniel tortajada

Su primera película ha sido coronada como la mejor de 2021. ‘Espíritu Sagrado’ fue estrenada en el Festival de Locarno, el tipo de certamen internacional en el que su creador, Chema García Ibarra, se siente como pez en el agua. De hecho, este cineasta ilicitano acumula casi 200 galardones gracias a su larga trayectoria en cortometrajes. Berlín, Sundance o San Sebastián han sido algunos de los que han reconocido su talento detrás de la cámara. El pasado jueves participó en la presentación de ‘Espíritu Sagrado’ en los Cines Lys invitado por la asociación de guionistas de la Comunitat Valenciana, EDAV.

¿Cómo es la reacción del público a la cinta?

La película viaja por diferentes géneros. Empieza como una comedia, pero luego cambia de registro. Hay que gente que se toma estos movimientos de timón de manera muy intensa (ríe). El público baja la guardia con las comedias, por eso reaccionan así a ‘Espíritu Sagrado’, porque les afecta muchísimo más lo que viene después. Esta es una cinta donde todo es posible.

Rodó la película en Elx, con actores amateurs. ¿Se esperaba que la cinta llegara tan lejos?

Ha tenido muy buenas críticas. Hay gente que la ha defendido mucho porque sienten que han descubierto algo. Tienen ganas de decir que la ha visto y eso es lo mejor que le puede pasar a un cineasta.

De hecho, este fenómeno fan en torno a la película existe. Hubo más de un indignado por su ausencia en la lista de nominados a los Goya.

Yo lo llevé mejor que mis productores, la verdad (ríe). Vi las nominaciones en directo porque algo sí que me esperaba... Pero al final funciona así. Siempre hay una película que se queda fuera y este año le tocó a la mía. Fue una pequeña decepción para mí.

Consiguió juntar a tres países (España, Francia y Turquía) para formar el presupuesto de «Espíritu Sagrado». ¿Cómo se consigue algo así?

Tener una carrera en el mundo del cortometraje aunque parezca mentira (ríe). Gracias a que algunos de mis cortos habían estado en festivales internacionales, mis productores tenían interés en ver cómo podría ser mi primer largometraje.

Los personajes icónicos de la cinta son en realidad vecinos de su barrio.

De hecho, buscaba a gente que jamás se presentaría a un casting, así que lo primero que hice fue evitar precisamente esa palabra. Trabajar con actores amateurs condiciona toda la producción. De hecho, siempre escribo el guion pensando en que eso lo va a interpretar un actor no profesional. Es por eso que en mis películas nadie se echa a llorar y ni tiene un ataque de ira. Es complicado que las explosiones emocionales queden bien en cámara, porque al final lo que quiero es que en mis producciones aparezcan mi abuela y su amiga. Todas mis películas son muy estables y los diálogos no son muy complicados. Me gusta la atmósfera de documental, con personas de verdad. Pero eso condiciona todo el estilo de la película.

¿Se respeta todo lo que escribe en el guion?

Que va. Para mí, lo que importa es la idea. Las palabras del guion son simplemente propuestas para que los actores digan ideas concretas. Cuando ensayamos una secuencia, ellos leen el guion una vez para después interpretar únicamente con aquello que recuerdan. Hay muchas cosas que se olvidan, que se cambian de orden y hay otras (que es lo que más me interesa) que se aportan. Cada persona tiene su forma de hablar y al no memorizar naturaliza las cosas que escribo.

A más de un guionista le saldrían ampollas.

No tengo ningún interés en que permanezcan mis palabras, pero sí mis ideas. Valoro mucho más una expresión totalmente inesperada por parte de un actor, porque a mí jamás se me hubiese ocurrido.

Descubrí la ufología (la investigación de objetos voladores no identificados) gracias a «Espíritu Sagrado».

¿Sí? Cuánto lo siento (ríe).

¿Qué es lo que le atrae de este tipo de afición?

Que defienden fervientemente algo. Me fascina hasta dónde pueden llegar por esas ideas y cómo la gente puede llegar hasta ese punto. Muchas personas tienen lo paranormal muy naturalizado. Me interesa la parte humana de la fantasía. La ufología en sí no me interesa, de hecho, soy muy escéptico con todo.

Sus trabajos tienen mucha relación con lo paranormal y los cósmico.

Sí, pero únicamente por lo estético. Las expresiones que se usan, las imágenes que se generan...

¿Está escribiendo otra vez?

Por la cuenta que me trae. Más vale que haga películas porque no tengo ninguna intención en dedicarme a otra cosa (ríe). Estoy escribiendo un guion.

¿Seguirá trabajando a su modo?

Sí, porque creo que ese factor de sorpresa, el que te dan los actores amateurs, es justamente lo que más me gusta de lo que hago.

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