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El libro del Consulado del Mar, una joya en las subastas de Nueva York

Un ejemplar del compendio de normas marítimas, impreso en 1539 en València, se vende en Christie’s por cerca de 65.000 euros

consulado del mar

Retrocedamos mucho, pero mucho, en el tiempo. A 1539, cuando la imprenta de Johannes Gutenberg a penas llevaba unas décadas de vida. Desde su taller junto al Estudio General de València (el histórico edificio de La Nau), el impresor extremeño Francisco Díaz Romano alumbró, al menos, un ejemplar del Libro llamado Consulado del Mar. No hay constancia de por cuánto se vendió entonces aquel volumen. Sin embargo, el pasado miércoles, casi 500 años después, la casa de subastas Christie’s lo ha hecho por cerca de 65.000 euros en Nueva York. Su precio de salida era de 28.000 euros. Una joya bibliográfica.

El Libro del Consulado del Mar es un compendio de leyes de derecho marítimo que rigió durante siglos el comercio en el Mediterráneo. De origen valenciano, fue traducido a gran cantidad de lenguas y ha servido como base para la legislación marítima internacional actual. De hecho, en sus primeras páginas se puede leer «Libro llamado Consulado del Mar. Obra muy útil y provechosa y aún muy necesaria así para todo el género de mercaderes: como de señores de naos y pilotos y marineros y todos los que navegan».

El libro que el miércoles vendió la casa de subastas Christie’s -y que ha estado expuesto en el Rockefeller Center de la ciudad de los rascacielos- es una copia de la primera edición en castellano del Libro del Consulado del Mar: la clave del comercio atlántico, según recoge la casa de subastas fundada en Londres.

«Probablemente compilado en la España del siglo XIV a partir de material mucho más antiguo, este compendio de leyes y costumbres marítimas rigió la actividad mercantil en todo el Mediterráneo y luego en el extranjero. Si bien durante algún tiempo se pensó que era de origen italiano debido a la amplia difusión de las traducciones italianas, la primera edición existente se imprimió en Barcelona en 1484, con cinco ediciones en catalán que precedieron a la primera traducción italiana en 1519. Esta compilación se convirtió en la base para el derecho comercial en América Latina, brindando una contrapartida al derecho civil contenido en las Siete Partidas», añaden desde Christie’s.

Entre las curiosidades de este volumen destaca que se trata de una copia de la biblioteca del político y bibliófilo Thomas Grenville (1755-1846), hijo del primer ministro británico George Grenville. La mayoría de sus libros fueron donados al Museo Británico tras su muerte, pues no consta que estuviera casado o tuviera descendencia. «Esta obra, el ‘Codex Justinianum’ de derecho marítimo, -dice Christie’s- tuvo un amplio impacto en la actividad económica y el comercio en el Nuevo Mundo. Todas las primeras ediciones son raras», recoge la casa de subastas. De hecho, asegura que las bases de datos especializadas en libros Rare Book Hub y American Book Prices Current «reportan solo dos copias completas de la presente edición en subasta».

«Stampador» oficial

El impresor Francisco Díaz Romano, cacereño de nacimiento, dominó en la tercera década del siglo XVI la imprenta en València, ciudad en la que se estableció en 1530, cuando sucedió a Cristóbal Cofman en su taller, junto al Estudio General. Más tarde alquiló la imprenta de Juan Joffre, junto al molino de la Rovella, y continuó utilizando sus tipos, planchas y escudete de impresor. Poco después de imprimir este libro del Consulado del Mar y según recoge la Real Academia de Historia, Díaz Romano editó unos Furs valencianos, que le valieron que los Jurados de la ciudad le nombrasen «stampador» oficial. «Pero tal título no le sirvió para seguir manteniendo el liderazgo en el panorama de la impresión valenciana, ya que poco después abandonó la ciudad».

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