La normalidad era esto: calor, camisas de flores o frutas, fans agolpados en el paravalanchas, instagramers ensayando selfies, grupos de amigos berreando al unísono el estribillo de una canción, niños a hombros de sus padres, colas en las barras y en los baños, los VIP mirando desde la altura a los que no son VIP, reencuentros con los ex, la emocionante oscuridad que antecede al deslumbramiento de los focos... Y la música, claro, que en este tipo de espectáculos, para algunos es lo de más y para otros, no tanto.

El Festival de les Arts volvió ayer a su esencia, a la del festival que da inicio al verano festivalero (perdonen las redundancias) en la Comunitat Valenciana. No es que la edición de 2021 fuese muy diferente a la que dio comienzo ayer por la tarde con el concierto de la ilicitana Alba Reche ante un público todavía a esas horas más bien escaso.

En aquel festival de Les Arts celebrado el pasado noviembre también hubo berreos, colas, paravalanchas, sonrisas, VIPs en las alturas e incluso camisas de flores. Y, por supuesto, también hubo música. Pero fue un festival otoñal, inusualmente frío y marcado por la pandemia y sus restricciones, aunque muy pocos les hicieran caso.

El de 2022 ha vuelto para ser el festival veraniego que tantos echaban de menos. El elefante en la habitación -el de los peligros de la pandemia, el de la distancia social y el de la obligacióin de llevar mascarillas- que los asistentes al festival de 2021 se empeñaban en no mirar, ya por fin se ha ido y las alrededor de 20.000 personas que ayer llenaron el recinto y hoy volverán a hacerlo pudieron respirar tranquilas y sin mirar de reojo a las demás.

En total, ocho solistas y bandas se subieron a los dos escenarios del Festival de les Arts y otros ocho lo harán hoy. Es decir, 16 actuaciones más 12 sesiones de DJ entre concierto y concierto del escenario principal. Es la edición con menos nombres en el cartel. En la de 2016, por ejemplo, se programaron, durante el mismo número de días, 38 actuaciones en tres escenarios.

En la edición de 2021, la obligación de presentar el certificado de vacunación para poder acceder al recinto provocó importantes retenciones de público en los acceso, algo que este año no ha ocurrido. Pese a ello -y pese a que el primer concierto del escenario principal corriese a cargo de un artista tan interesante como Sen Senra- no fue hasta las 21.00 horas, con la actuación en el escenario principal de La M.O.D.A., y sobre todo a las 23.20, cuando salieron a escena Love of Lesbian y arrancaron con su «Viaje épico hacia la nada», cuando se comprobó el auténtico poder de convocatoria que tiene este festival. Carlos Sadness se encargó de cerrar la jornada en su tercera actuación en el recinto de la Ciutat de les Arts desde que este festival se celebra.

La presencia valenciana en la programación del Festival de les Arts se limita en 2022 a Sen Senra y a Ciudad Jara. Unas horas antes de su actuación de ayer en el escenario Sklum, la banda de Gandia comandada por Pablo Sánchez aseguraba a este periódico que iba a ser un concierto especial.

«Es el estreno de ‘Cinema’, nuestro nuevo disco, en València y sabemos que va a venir mucha gente que conocemos -explicaba Sánchez-. Pero también porque cada vez nos gustan más los festivales tan abiertos de estilos como éste. Tocamos con grupos a los que nos hemos ido acercando conforme evolucionábamos con nuestra música... Sen Senra nos encanta, Tu Otra Bonita son amigos y tocan después de nosotros...».

Ciudad Jara se plantea los conciertos festivaleros como el que ofreció ayer con la misma actitud que un bolo individual pero limitado en el tiempo. «Como hay gente que no conoce tanto a la banda, quitamos los temas menos conocidos. Pero sea donde sea, salimos amuerte».

La segunda y última jornada del festival se iniciará hoy con Lori Meyers, Miss Caffeina y Dorian como platos principales, además de Guitarricadelafuente, Mishima, Cariño, Delaporte y Ginebras.