Un grupo de artistas urbanos ha hecho público un comunicado para mostrar su apoyo al director del Centre del Carme de Cultura Contemporànea (CCCC), José Luis Pérez Pont, tras haber sido condenado por los grafitis que decoraron durante una exposición los muros del claustro renacentista del monumento. Los firmantes del comunicado, entre los que se encuentran los autores del grafiti, el colectivo PichiAvo, denuncian que tras la condena se "esconde" una censura estética contra el arte "incómodo".

"Quizás porque lo que se está juzgando no es la conservación del patrimonio, sino el gusto estético y como consecuencia la incomodidad que producen ciertos lenguajes visuales en determinados segmentos de población -señalan-. Lo que se esconde tras todo esto es la voluntad de censurar ciertas formas de arte".

"Estamos ante un caso alarmante de coartación de la libertad artística a manos de quienes pretenden imponer su puritanismo estético y cultural, los cuales además lo han utilizado como arma arrojadiza contra el director del CCCC en una clara artimaña política", recoge el comunicado que viene firmado por varios artistas urbanos que también han intervenido en el Centre del Carme como Vinz Feel Free, Escif, Dulk, Deih, Xelon, Barbiturikills, David de Limón, La Nena Wapa Wapa y Disneylexya, además de PichiAvo.

Con este escrito, los artistas muestran además su apoyo a Pérez Pont y se oponen "a cualquier tipo de presión política que pida su cese". "Defendemos un CCCC con una dirección artística libre y plural que contribuya a una escena cultural de calidad para la ciudad de València y nos expresamos desde la total imparcialidad política e ideológica, ya que no nos inclinamos hacia ninguna organización política, pero ante una circunstancia de estas características, llamamos a la movilización", concluyen.

Este es el comunicado completo:

"LA CENSURA ESTÉTICA QUE SE OCULTA TRAS LA CONDENA

La pasada semana el director del Consorci de Museus de la Comunitat Valenciana, José Luis Pérez Pont, recibió la comunicación de una condena no firme por un delito leve de daños en el patrimonio en relación a la intervención ideada y realizada por los artistas PichiAvo en el claustro renacentista del Centre del Carme Cultura Contemporània (CCCC) en 2019 con motivo de la exposición “Evreka”.

Dicha intervención artística fue valorada positivamente por la Comisión científico-artística de la institución y cuyo proyecto fue aprobado por el Consejo General del Consorci de Museus. La intervención artística pretendía rendir tributo a los pioneros del graffiti de la ciudad de Valencia, aquellos que empezaron este tipo de expresión en la ciudad y que allanaron el terreno para muchos otros que empezarían a pintar más tarde como nosotros. Para ello, PichiAvo invitaron algunas de las principales figuras del graffiti local a hacer pintura rápida con los colores del graffiti más primitivo: plata, negro y blanco.

La intervención además buscaba invitar al espectador a reflexionar sobre varios conceptos que están relacionados con el arte urbano y más concretamente con el de PichiAvo, como los límites entre el arte aceptado y el arte repudiado, al emplazar un lenguaje visual considerado “marginal” en un centro de arte reconocido. Igualmente, el contraste entre la arquitectura clásica del espacio con la estética del graffiti haría alusión al estilo artístico de los creadores, pero abordado desde otra perspectiva: la combinación de lo antiguo y lo nuevo.

Todos los que suscribimos este artículo, en categoría de creadores y también de público, defendemos la libertad total y absoluta del arte, sin condicionantes ni censuras morales, políticas o estéticas. Los centros de arte deben ser autónomos y libres para albergar propuestas artísticas con lenguajes y narrativas diversas y plurales, y de ninguna manera pueden doblegarse ante intereses políticos o ideológicos.

No nos cabe ninguna duda de que la denuncia presentada por Gonzalo Fernández, amparado bajo las siglas de UGT, contra el director del Centre del Carme no responde a una problemática de tipo patrimonial. El claustro renacentista (así como el gótico) ha albergado murales en sus paredes desde que fuera Escuela de Bellas Artes, decenas de capas de repintes cuyo efecto ha sido igual de inocuo que el de la pintura que nosotros empleamos. Algunos de nosotros (además de PichiAvo) hemos intervenido en las paredes del claustro gótico, murales que aún se pueden ver hoy.

Además, al comenzar la intervención denunciada en 2019, los artistas se encontraron con unos muros que presentaban problemas de conservación desde hace décadas, ya que la mitad del claustro está pendiente de restauración por parte de la Generalitat Valenciana, responsable de la conservación de los bienes que se encuentran bajo su titularidad. ¿Por qué no se ha denunciado este problema anteriormente y ha sido obviado por el denunciante? ¿Por qué no se denuncia que desde los años 80 existe toda una enorme zona del edificio que se encuentra en estado ruinoso y que coincide con el área del claustro en el que se presentan las humedades? ¿Por qué no se va al origen del problema?

Quizás porque lo que se está juzgando no es la conservación del patrimonio, sino el gusto estético y como consecuencia la incomodidad que producen ciertos lenguajes visuales en determinados segmentos de población. Lo que se esconde tras todo esto es la voluntad de censurar ciertas formas de arte. PichiAvo, autores de dicha intervención, defienden de manera incondicional la conservación del patrimonio, ya que el patrimonio forma parte nuclear de su estilo artístico.

Realmente nos encontramos aquí con un claro ejemplo de rechazo al arte bruto, “no bello”, incómodo. Si en vez de realizar esta intervención, PichiAvo hubiesen pintado uno de sus murales con figuras clásicas y letras de graffiti de colores, la denuncia nunca hubiese sucedido. Al igual que otros artistas contemporáneos impactan con propuestas poco ortodoxas, ellos decidieron elevar a categoría de arte un lenguaje visual de graffiti aparentemente agresivo, con un concepto que pretendía retar al espectador e invitar al pensamiento. El museo tiene que ser un espacio abierto a todo tipo de lenguajes, también aquellos estigmatizados y silenciados.

Expuesto esto, creemos que estamos ante un caso alarmante de coartación de la libertad artística a manos de quienes pretenden imponer su puritanismo estético y cultural, los cuales además lo han utilizado como arma arrojadiza contra el director del CCCC en una clara artimaña política. Expresamos mediante este comunicado nuestro apoyo a José Luis Pérez Pont y nos oponemos a cualquier tipo de presión política que pida su cese. Defendemos un CCCC con una dirección artística libre y plural que contribuya a una escena cultural de calidad para la ciudad de Valencia y nos expresamos desde la total imparcialidad política e ideológica, ya que no nos inclinamos hacia ninguna organización política, pero ante una circunstancia de estas características, llamamos a la movilización.

Firmamos esta declaración los siguientes artistas visuales, urbanos y muralistas valencianos, que además hemos dejado nuestra huella en las paredes del CCCC en los últimos años.

PichiAvo

Vinz Feel Free

Escif

Dulk

Deih

Xelon

Barbiturikills

David de Limón

La Nena Wapa Wapa

Disneylexya"