Santiago Calatrava no ha visto aún el CaixaForum en el Ágora que construyó para la Ciudad de las Artes y las Ciencias, por tanto, resulta inadecuado especular sobre su opinión. Lo que sí sabemos es la impresión de los primeros visitantes, y es de una profunda fascinación, una unánime satisfacción. «El mejor CaixaForum», como afirmó con permiso el president Ximo Puig a Isidre Fainé, el presidente de la Fundació ‘la Caixa’. Guiño y silencio cómplice para un proyecto que se gestó hace ocho años en el despacho de Fainé en Barcelona, como recordó Puig.

El interior futurista de CaixaForum València se asemeja a una película de ciencia ficción donde los conocidos perfiles del edificio de Calatrava dialogan con el genial diseño de Enric Ruiz-Geli, que ha concebido el espacio como un paisaje que combina el blanco mediterráneo, el verde vegetal y la profusa gama de azules, entre cielo y marinos del planeta.

El arquitecto, que lidera el estudio Cloud 9 y ha adecuado el edificio, fue uno de los más felicitados durante la inauguración de ayer, sin embargo, apartó la vanidad para apuntar algo que sonó a novedad. «No hay arquitectura hasta que el espacio no se llena de gente», dijo Ruiz-Geli en una especie de manifiesto que anuncia una época donde el Àgora pasa a ser de la ciudadanía.

Ese diálogo entre el icono de Calatrava con diseño útil ahora es lo que más interesa a los responsables del CaixaForum València. Un espacio pensado para vivirlo de una forma pausada desde la entrada hasta cada uno de sus recovecos y con una eficiencia enérgica única en un museo. Un paisaje constituido por diferentes cápsulas protegidas por el imponente caparazón del edificio, una instantánea que por si sola constituye una creación artística. El programa expositivo del CaixaForum es muy potente desde su apertura, pero la visita para ver como ha quedado las entrañas del Àgora resulta obligatoria.

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El CaixaForum de València se presenta en sociedad Germán Caballero

«Radicalmente sostenible»

La directora general adjunta de la Fundación ‘la Caixa’, Elisa Durán, remarcó la filosofía del ágora «como punto de encuentro» para el CaixaForum València. Llamó la atención sobre como se ha diseñado uno de los contenedores culturales más modernos en un tiempo récord, dada las circunstancias de la pandemia, para destacar la mediterraneidad del espacio, así como su sostenibilidad como una de sus principales características.

El CaixaForum ha sido diseñado con un escrupuloso proceso de conciencia medioambiental, tanto que Ruiz-Geli lo califica de «radicalmente sostenible», tanto en la elección de materiales, como en la climatización de las salas de exposiciones y la cubierta ajardinada del restaurante.

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Así luce el nuevo Caixa Forum de València en el Ágora Germán Caballero

Uno de los elementos que más llama la atención es el Espacio Nube, situado justo en el centro de la denominada la plaza del Àgora, que abre con una exposición dedicada a la Inteligencia Artificial. La muestra pretende ser un espacio de encuentro, experimentación y debate a través de un recorrido interactivo para conocer proyectos internacionales de investigación.

«La innovación y la artesanía mediterránea» es el resumen que Ruiz-Geli ofrece del CaixaForum València, que desde hoy ofrece un espacio único en la ciudad con cerca de 10.000 metros cuadrados, con dos salas de exposiciones, un auditorio para 300 personas, una librería, un restaurante y un espacio educativo. Sin duda, se trata del mejor CaixaForum.