El Festival de Ópera Richard Wagner abre este lunes una temporada extraordinaria, con el estreno no solo de un Tristán sino también de la tetralogía del Anillo del Nibelungo, aunque salpicada por incómodas revelaciones de sexismo sobre la llamada Verde Colina.

Todo debía cuadrar para que la temporada de 2022 fuera el retorno a la normalidad, tras el apagón total de 2020.

La biznieta del compositor y directora del festival, Katharina Wagner, aplazó para este 2022 el estreno del Anillo, punto culminante para los wagnerianos de todo el mundo. Y, además, programó para la apertura un nuevo Tristán, algo insólito en un festival que, a lo sumo, presenta un estreno en cada temporada.

De pronto, los titulares sobre el festival se poblaron con el término «me too», a raíz de unas informaciones del diario Nordbayerische Kurier sobre acoso sexual e intimidación a sucesivas mujeres sobre la Verde Colina.

Invitación a denunciar

La propia Katharina Wagner admitió haber sido víctima de algo más que «insinuaciones» incómodas. En su caso, dada su posición de dominio, no le fue difícil repelerlas. La gerencia del festival invitó al resto de afectadas por esas situaciones a denunciarlas.

La situación es incómoda para Bayreuth y también la ministra de Cultura, la verde Claudia Roth, que ha apremiado al festival a actuar sin contemplaciones. Sobre Roth resuena aún el escándalo por la inclusión de un mural antisemita en la presente edición de la muestra de arte vanguardista Documenta, en Kassel, que acabó con la dimisión de su directora, Sabine Schorman.

En medio del revuelo salieron a relucir acusaciones de autoritarismo entrelazadas con comportamientos sexistas contra el director musical del festival, el maestro Christian Thielemann, que este año llevará la batuta de Lohengrin, una de las reposiciones en cartel.