La Fundación Premios Rei Jaume I está de luto por el fallecimiento de su fundador, Santiago Grisolía. Con más de 30 ediciones, estos galardones que reconocen la labor de la investigación científica, empresarial y medioambiental en el ámbito nacional forman parte del legado del investigador valenciano, y ayer se quedaron huérfanos. «No es un punto de inflexión para los Premios Rei Jaume I, él no lo hubiese querido», aseguró ayer a Levante-EMV Vicente Boluda, vicepresidente de la fundación que organiza los galardones. «Gracias a él, la Comunitat Valenciana se ha convertido en el epicentro de la ciencia, la investigación y el emprendimiento en España», destacó.
El empresario valenciano describió a Grisolía como una «persona muy humana y humilde» que siempre procuraba estar «en segundo plano pese a su importancia y labor». «Se hacía mucho de querer por su humanidad». Según Boluda, el reto actual de la Fundación Premios Rei Jaume I es «recoger el legado de Grisolía y mantenerlo».
El bioquímico era presidente fundador y secretario vitalicio de la entidad, gestionada desde hace años por un presidente ejecutivo, Javier Quesada. El patronato también está integrado por el Rey Felipe VI y el presidente de la Generalitat Ximo Puig.
«Puso a disposición de la sociedad valenciana y, con ello, de la sociedad española, todos sus contactos y conocimientos, de forma que los Premios Rei Jaume I se convirtieron en los más prestigiosos de su categoría en nuestro país. Su apoyo permitió que cada año nuestro territorio acogiese la mayor concentración pluridisciplinar de Premios Nobel en el mundo. Así, una veintena de premiados Nobel han formado parte de los jurados de los Premios Rei Jaume I durante más de tres décadas, aumentando exponencialmente el impacto y prestigio de los mismos», explicó Vicente Boluda, quien destacó la influencia que Grisolía tuvo sobre los empresarios valencianos: «Su visión y tesón consiguieron que los empresarios asumiéramos la importancia de apoyar a nuestros investigadores e incorporar a la ciencia como parte del desarrollo de nuestros proyectos empresariales».
«Supo identificar el reto»
Para Boluda, Grisolía «supo identificar el reto: más ciencia. También dibujó las acciones a desarrollar: prestigiar a nuestros científicos, investigadores y empresarios, aglutinar a la sociedad civil y convencer a los responsables públicos de que debían pensar en la ciencia, aunque ello excediera de los periodos electorales. Y de todo ello hace ya más de 40 años, cuando nadie veía con la claridad con la que él lo hacía que la combinación de los tres actores; los empresarios, los científicos y los investigadores, es la que determina qué territorios y naciones avanzan y cuáles se estancan», explicó.
La fundación pensaba preparar una «fiesta sorpresa» al bioquímico por su centenario, previsto para el 6 de enero. Concretamente, el bioquímico pidió «una tarta gigante». Los premios recordarán la impronta del bioquímico en su 35 edición.
