La exposición «El diseño y la modernidad. Pioneros del diseño en la industria valenciana del mueble (1898-1986)» de la Fundación Bancaja seguro que supone una sorpresa para más de uno por lo familiar de las piezas que la componen. La muestra exhibe sillas, sillones, mesas, cunas, mecedoras, flexos y hasta pupitres escolares que forman parte de la memoria de los valencianos e, incluso, del mobiliario actual de muchas viviendas.
El presidente de la fundación, Rafael Alcón, ha presentado este jueves esta muestra en compañía del diseñador y presidente de la Fundació del Disseny de la Comunitat Valenciana, Vicent Martínez, y el comisario de la exposición, Xavier Giner, quien ha asegurado que esta selección «sirve para documentar la memoria del diseño valenciano».
La muestra, realizada en el marco de València Capital Mundial del Diseño 2022, está formada por 56 piezas emblemáticas del diseño valenciano y más de 60 documentos entre carteles, dibujos, planos, bocetos o catálogos, que dan testimonio de la relación entre industria y diseño. Además, el recorrido se completa con las obras de artistas valencianos como Yturralde, Alfaro, Michavila o Mompó.
Recorrido cronológico
La exposición sigue un recorrido cronológico por algunos de los hitos que han marcado el origen y evolución de una actividad industrial que desde València se convirtió en referencia internacional de la mano del mejor diseño. «El diseño y la modernidad» parte del inicio del proceso de industrialización en el mueble a finales del siglo XIX cuando algunos industriales valencianos se convirtieron en pioneros del diseño. Ventura Feliu, Juan Martínez-Medina, Gagisa o Mariner son algunos de ellos.
La exposición avanza hacia los primeros intentos de modernización entre 1955 y 1970 con la llegada del diseño moderno a España y a la industria del mueble. La apertura hacia Europa y EE UU en los años 60 supuso la recuperación del contacto con el diseño internacional y el inicio del camino hacia la modernización. El triunfo del diseño centra la parte final de la muestra con una revisisión de su desarrollo entre 1970 y 1986 a partir de la apertura hacia Europa y el impulso de vocaciones de nuevos diseñadores.
Giner ha animado a todo aquel que visite la exposición a «apreciar lo cotidiano» y a volver a mirar lo que tenemos en casa. «Demos tiempo y valoremos un objeto dentro de 30 años», ha dicho el comisario, quien ha recordado la labor de «los pioneros que fueron a la aventura y dejaron semillas en el diseño». Además, ha defendido la convivencia de lo antiguo con lo moderno para poder valorar el buen diseño.
El comisario ha destacado que la muestra pone de manifiesto que el diseño valenciano iba en concordancia con todo lo que pasaba en el mundo y que las tendencias europeas llegaban a España poco tiempo después a través de València. En el sentido inverso, también ha destacado que soluciones valencianas fueron adoptadas por grandes empresas extranjeras.
Preservar la memoria
Por su parte, Martínez ha destacado de esta exposición que demuestra que «València era una sociedad conectada con la modernidad, ya que producía muebles curvados al estilo Bauhaus». Para el presidente de la Fundació del Disseny «me interesa hacer visible el relato de los orígenes del diseño porque es fundamental para preservar la memoria y proyectar el futuro».
Las piezas que se presentan proceden de distintas entidades así como de particulares, algo que ha destacado Alcón: «El mueble es aquí un objeto de colección».
La exposición se puede visitar en la Fundación Bancaja hasta el próximo 27 de noviembre.
