Después de los conciertos ‘convencionales’ en el Principal, la OV ha vuelto a Les Arts dentro del ambicioso programa de los ENSEMS 2022, una atrevida propuesta comenzada en 1979 y que, contra viento y marea, ha seguido nada menos que 44 años.
El maestro José Luis Estellés (Bétera, 1964) es un clarinetista de prestigio y curtido en importantes orquestas españolas y europeas. En la actualidad imparte su docencia en Colonia y San Sebastián. Fue su enfoque transparente de Mètaboles, de Dutilleux, desde el Incantatore inicial hasta el Flamboyant final, lo mas atractivo del programa. Es una partitura exigente, detallista pero sin artificios en su compleja pero deslumbrante arquitectura, donde el francés instrumentó ilimitadamente con 4 flautas/piccolos, 3 oboes, corno inglés, 4 clarinetes, 3 fagots, contrafagot, 4 trompas, 4 trompetas, 3 trombones, tuba, timbales, percusión completa, celesta, arpa y cuerdas. Todo ello pone a prueba cualquier orquesta y la de València cumplió con creces, en conjunto e individualmente.
Con robusta personalidad, el flautista italiano Mario Caroli asombró con Per sonare, de Hosokawa, pieza de envergadura que destacó por las diferentes posibilidades que el autor demanda al instrumento, combinando musica y silencios en un equilibrio decididamente explicito. En la Musique funèbre del polaco Lutoslawski, las cuerdas de la OV y Estellés lograron las texturas mas emocionantes de la noche.
Innovadora la obra encargo del valenciano Miguel Ángel Berbis, Artifici, donde conjuga el conglomerado orquestal con la proyección videográfica. Sería interesante programar la pieza durante la presente temporada de manera de poder apreciarla con mas detalle. Berbis es uno de los creadores contemporáneos que cada año exponen sus trabajos confirmando la evolución del sector. Poco público pero volcado en el reconocimiento con el trabajo de profesores, solista y maestro.
