El Ateneo Mercantil de València ha presentado hoy “Superpop con Warhol”, una exposición que reúne 112 obras del creador pop más reproducido y uno de los más influyentes del arte contemporáneo. 112 “obras originales” o, al menos, todo lo originales que suelen ser las obras de Warhol, un creador que, por principios, negaba para sus creaciones el valor de la exclusividad que se le pide a una obra de arte.

“Es una pregunta que nos hacen mucho, si estas obras son obras originales o no”, ha reconocido el coordinador de la muestra, Juan Rozas, durante la presentación. Y él mismo responde: son originales pero seriadas porque para Warhol la obra de arte ya no es algo único. Pero, al mismo tiempo, son únicas ya no solo por la idea de reproducirlas sino porque en la propia confección mecánica de estas series la pintura no se plasma siempre de la misma forma.

El caso es que “Superpop” constituye una buena oportunidad de entender la relevancia artística y social de la obra de Andy Warhol y por qué a lo largo de cuatro décadas -desde sus trabajos en el mundo de la publicidad de los años 50 hasta sus portadas de la revista “Interview” y de discos de Mick Jagger y Miguel Bosé de los 80- el fabricador de iconos de la cultura popular se convirtió él mismo en otro icono popular.

Organizada por Nexth Exhibition con piezas procedentes de varias colecciones privadas, la exposición se abre con una pirámide de latas de sopa Campbell’s que da paso a los primeros trabajos de Warhol en el mundo de la publicidad y el diseño gráfico.

Aquí encontramos una de las piezas más atractivas de la exposición precisamente por su “originalidad” y por no ser demasiado conocida en España. Se trata de un “gold book” -es decir, el libro que enviaba a las editoriales para conseguir encargos- realizado por Warhol cuando trabajaba como diseñador gráfico, antes, por lo tanto, de convertirse en el rey del underground neoyorkino.

La segunda sala aborda la revolución técnica que el trabajo de Warhol supuso para el Pop Art al aplicar sistemas de producción industrial en serie para la producción de piezas de arte. Aquí es donde encontramos, entre otros, los popularísimos retratos seriados de Marilyn Monroe que Warhol realizó tras la muerte de la actriz para convertirla en una especie de “virgen” a la que las masas pudieran rezar.

Estas reproducciones, como las de vacas o las de flores que también encontramos en el Ateneo, muestran la provocadora reivindicación que hacía Warhol del arte como negocio y del artista como empresario. Pero “Superpop” también recoge el lado más oscuro de su trayectoria, el de su obsesión con la muerte -sobre todo tras el intento de asesinato de Valerie Solanas- y con el lumpen con su serie de fichas policiales de los delincuentes más buscados.

Otro de los puntos fuertes de la exposición es la serie “Ladies and Gentlemen” que Warhol realiza entre 1974 y 1975 y que muestra la comunidad trans de los años 70 en Nueva York -entre ellas, a la famosa Marsha P. Johnson del documental de Netflix-, lo que le permite hablar de sexo, género, opresión y normatividad. Como también lo hacen los retratos en blanco y negro que el fotógrafo Christopher Makos realizó de Warhol vestido de mujer y que también se muestran en el Ateneo.

Después “Superpop” vuelve al color y al colorín para repasar la relación de Warhol con otras artes populares como la moda -Valentino, Armani-, el cine -las portadas de “Interview”- o la música. En este caso, la exposición recuerda su papel como representante y valedor de The Velvet Underground en los inicios de la banda o las portadas de discos que diseño para John Lennon, The Rolling Stones, Mick Jagger en solitario o incluso Miguel Bosé.

La exposición “Superpop con Warhol” se exhibirá en el Ateneo Mercantil desde hoy y hasta el 29 de enero. El precio general de la entrada es de 12 euros de martes a viernes y de 15,50 los sábados y domingos.