Nueva temporada de la SFV, con una atractiva presentación del dúo de Amparo Lacruz (Castellón, 1964) y Enrique Bagaría (Barcelona, 1978), interpretes de larga carrera y docentes del Conservatorio del Liceu de Barcelona.
Eligieron un interesante repertorio decimonónico. Con la Phantasiestücke op. 73, compuesta originalmente para “Pianoforte und Clarinette” -si bien el propio autor concedió la posibilidad de utilizar violín o cello- se mostraron en permanente complicidad, vigilantes a los diferentes encuentros del texto y respetando, diligentemente, volúmenes mutuos. Bagaría destacó por la claridad y precisión de su mecanismo y Lacruz por la profunda intimidad tan propia de su instrumento, tejiendo el sonido delicadamente fraseado de estas tres sublimes “miniaturas”.
Bramhs escribió la primera de sus dos sonatas para piano y cello entre 1862 y 1865, con el firme propósito de que el piano no fuera un mero acompañamiento. ¡ Y vaya si lo logró! Franco admirador de Bach, le rinde homenaje utilizando elementos del El arte de la fuga que fueron cabalmente subrayados por Bagaría y Lacruz, volcando brío y pasión, siempre en la frontera del estilo.
Sin duda, la Sonata para piano y violín, del belga Cesar Frank es una de las cimas de la música de cámara europea. Fue el regalo de bodas para su compatriota, el gran Ysaye. De hecho, hay transcripciones para flauta, oboe, contrabajo, saxofón, clarinete, tuba y órgano. Incluso Alfred Cortot hizo versiones para piano solo y para dos pianos. Los interpretes se esmeraron al máximo en la versión para cello (realizada por Jacques Delsart) y no fueron pocos los socios de la SFV que de inmediato reconocieron la hermosa entrada del cello. Fue una interpretación contenida pero, al mismo tiempo, disfrutada como en su momento hiciera Marcel Proust, que la cita explícitamente en Un amor de Swan, (A la búsqueda del tiempo perdido). Para el bis, el famoso Vocalise, de Rachmaninoff. Así terminaron de seducir el público.
