Entrevista | Kiko Martínez Productor

Kiko Martínez: "Las empresas deben coproducir y no depender tanto de ayudas»"

«Queremos que las productoras valencianas tiren del carro y que no sean las que se suben al que viene de fuera. Queremos invertir esa tendencia», asegura el nuevo presidente de PAV

Valencia. Kiko Martinez nuevo presidente de los productores valencianos

Valencia. Kiko Martinez nuevo presidente de los productores valencianos / Miguel Angel Montesinos

Begoña Jorques

Begoña Jorques

El productor valenciano Kiko Martínez acaba de ser elegido presidente de asociación Productors Audiovisuals Valencians (PAV). Desde Nadie es perfecto, productora de gran número de películas, documentales y series, Martínez defiende un proyecto en defensa de las productoras locales e independientes, así como situar a València como líderes de proyectos audiovisuales. 

¿Cuál es su propuesta?

Queríamos hacer un relevo en la asociación y teníamos claras las ideas del futuro. El año que viene cumplimos 25 años. Me hacía ilusión porque fui uno de los fundadores de la asociación, que es la más veterana de los productores valencianos. Por aquí ha pasado desde el productor de Berlanga a otros de muchísimo éxito. Lo principal es potenciar las productoras valencianas. Somos los que tenemos que ponernos en autoestima y valor. Hemos notado que València era puerta de entrada de productoras de fuera. Eso fuera no ocurre porque se protege muy bien a sus productores, que es lo que hace que sean líderes proyectos. Queremos que las productoras valencianas tiren del carro y que no sean las que se suben al que viene de fuera. Queremos invertir la tendencia.

¿Cuál es el estado de salud del sector valenciano?

Creo que es un momento muy interesante porque hay grandes oportunidades. El audiovisual se ha convertido en sector estratégico, ya hemos pasado de ser ‘estos del cine y la subvención’ a que la gente entienda que ofrecemos un retorno porque hay empleo para mucha gente, directo e indirecto. No podemos perder ese discurso y debemos aspirar a proyectos como La ciudad de la luz. Y la política de ayudas debe ser más abierta. La política lingüística no debe determinar el tipo de proyectos que se hacen. Ha habido una alineación desde el punto de vista lingüístico que, no es que no haya que hacerlo, pero debe ser compatible con otros criterios. El audiovisual es un sector muy amplio y no se le puede poner puertas al campo. Lo mejor que le puede pasar a un proyecto es que lo vea mucha gente, como «La casa de papel». Cuando desde las instituciones se hacen políticas de tema lingüístico, este no debe ser el único sesgo porque vamos a perder oportunidades de hacer un audiovisual que llegue a todas partes. 

¿Estamos en un buen momento?

Creo que estamos en un momento de oportunidades, me gustaría ser positivo. Es un buen momento para tomar la posición que merece una comunidad como esta, tan activa en el audiovisual. Hay que estar abiertos a todo. Por ejemplo, debemos tener una potente Film Comission para atraer rodajes. 

València ha sido escenario de muchos rodajes últimamente.

La Comunitat Valenciana es espectacular. En pocos kilómetros tienes nieve, mar, montaña, centro histórico, modernista,... Somos un auténtico plató. Hemos de mejorar en fórmulas para que eso vaya a más. Hay que potenciar que vengan. Hay escenarios maravillosos para rodar y hay que trabajar para que cuando alguien venga de Los Ángeles conozca todas las posibilidades que tiene para grabar aquí. 

¿Cómo ha afectado la pandemia al sector?

La pandemia ha generado una cultura del contenido brutal y nos ha hecho producir un montón porque se agotaban los contenidos en las plataformas. Ha habido una burbuja de contenido que ya está llegando a una normalización, pero ese fue el despertar de las plataformas y fue un momento muy dulce. La gente ya va volviendo al cine y las plataformas se van deshinchando de esa burbuja de la pandemia que, curiosamente, para nosotros fue un momento de mucho trabajo.

¿Hemos vuelto al cine?

Se nota una recuperación en todo el mundo en las salas de cine y eso es una buena noticia, pero aún estamos en camino de recuperar el público de 2019. Será un trabajo largo porque hemos acostumbrado a la gente a ver el contenido en casa. Pero la gente también quiere socializar. El problema es que todas las cosas que se estrenan no tienen la competitividad como para que la gente vaya a verlas. Se ha hecho un cuello de botella en el que compites con estrenos potentes. A veces cine y plataforma tienen público diferente. 

El Gobierno aprobó este martes la Ley del Cine, ¿qué espera de ella?

Siempre hemos tenido una lucha para defender el productor independiente, todo aquel no vinculado a un grupo de comunicación; es vital para la pluralidad de la cultura y para que la imagen de un país no esté en manos solo de dos o tres grupos. Esa ha sido una de nuestras luchas y el texto de la ley se ajusta a lo que queríamos, más allá de poner el audiovisual como un sector estratégico de primer orden.

¿Existe un exceso de dependencia del sector de las ayudas?

En la Comunitat Valenciana hay una gran dependencia de las ayudas. Hay que intentar que las empresas puedan encontrar formas de coproducir y no ser tan dependientes. De todos modos, la ayudas están muy normalizadas. Aunque la palabra ‘ayuda’ no me gusta porque la ayuda se da a los enfermos. El cine tiene ‘incentivos’ porque tiene un retorno a la sociedad muy importante. En todas partes del mundo el cine esta incentivado porque tiene un retorno a la sociedad mayor del que pedimos. La palabra ‘ayuda’ se usa en contra nuestra, quizás deberíamos comunicar mejor todo el empleo que genera. Recibimos poco para lo mucho que damos a la sociedad: contratación de empresas y servicios, imagen de país… Estamos en un momento dulce con películas y series que han dejado una buena imagen de marca. Deberíamos estar orgullosos del sector.

¿Hay suficiente colaboración con la radiotelevisión valenciana?

Hay un problema presupuestario claro, pero hay una buena relación. Todas las televisiones públicas tienen una carga política que les hace operar lento y, a veces, mal.

Hace unos meses la PAV pidió la dimisión del nuevo director de cinematografía y la consellera por el proceso de selección del primero. ¿Han limado asperezas?

La consellera nos atendió y nos dio una explicación. Tuvimos malestar porque no se nos consultó en el proceso de selección. Pero tampoco ocurrió la anterior vez. Nos pareció una falta de tacto. Pero este tema está amortizado y la consellera nos entendió. Vamos a pensar a futuro porque todo el mundo se puede equivocar.

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