Adiós a la generación que cimentó desde València el rock ibérico

Salvador Blesa no duró mucho en la música pero su papel en la historia del rock español es fundamental. Blesa, que falleció el pasado sábado en València, fue el primer y principal guitarrista de Los Milos, el trío que formó junto a Emilio Baldoví (después, Bruno Lomas) y Vicente Castelló y que algunos consideran la primera formación que grabó «auténtico» rock en España. «Antes de Los Milos aquí no se había hecho rock'n'roll -aseguraba en 2020 el historiador musical Vicente Fabuel a Levante-EMV-. Solo estaban el Dúo Dinámico, que eran más pop, y Los Pájaros Locos, que tampoco llegaban a ser rock. Lo de los Milos es increíble».

El caldo de cultivo

Blesa se unió a Baldoví y Castelló a finales de los 50 en València, una ciudad con unas condiciones ideales para la práctica de la música popular. Tal como recordaba Fabuel, València tenía comisiones falleras que daban de comer todo el año a decenas de grupos en directo. Tenía la Feria de Julio, por la que pasaban algunos de los mejores artistas europeos del momento. También tenía un puerto en el que atracaban barcos como el USS Forrestal y sus 5.000 marineros que bajaban con sus discos americanos y los hacían sonar en los garitos de la ciudad. Y tenía garitos como el Bataclán, el Venecia, el Ideal Room, el Olimpia, el Ohasis, el Tabú, el Saratoga, el Negresco o el Mogambo.

Con versiones como el «Be bop a lula» de Gene Vincent o «Teddy Girl» de Adriano Celentano -las raíces del rock primitivo valenciano se asientan tanto en Estados Unidos como en Italia-, el primer trabajo de Los Milos sorprendió en 1960 por la calidad y el desparpajo con que estos tres adolescentes se subieron al tren de la modernidad. 

También su imagen era rompedora, con Emilio luciendo gafas de pasta a los Buddy Holly (aunque veía perfectamente) y vistiendo sobre el escenario completamente de cuero a lo Vince Taylor. Además de en el «rock and roll en español» (epígrafe con el que ya presumían en su primer disco), Los Milos también fueron pioneros en el fenómeno fan gracias a las «milongas», un grupo de seguidoras incondicionales que competían con las «pantalongueras» de los también valencianos Los Pantalones Azules, con las «dinámicas» del Dúo Dinámico.

En enero de 1961 Los Milos publicaron su segundo EP, con versiones de Carl Perkins, Gene Vincent, Little Richard y Celentano. Y en agosto sacaron su tercer trabajo, que el grupo acompañó con una gira por la Riviera italiana tras el cual Blesa decidió abandonar la música, centrarse en su carrera universitaria de Ingeniería y contraer matrimonio.

«Al lado de los ya desaparecidos Vicente Castelló y de un titán llamado Emilio Baldoví, Blesa cimentó con Los Milos las raíces del rock'n'roll en este país -subrayaba ayer Vicente Fabuel-. Poca broma. Su atractiva propuesta: dura y salvaje como tocaba, pero envuelta en unos arreglos vocales entre el compañerismo y la camaradería, fue única. Por clase, personalidad y sabor local (eso que llamamos raíces), los Milos señalaron un camino -tan firme como delicado- que más tarde recorrerían otros ilustres valencianos: Pantalones Azules, Top-son, Rockeros o Huracanes...».

La primera potencia del rock

Efectivamente, Los Milos encabezaron a una generación de rockeros que, según señalaba ayer el músico y productor Lluís Miquel Campos -líder en la década de los 60 de Els Quatre Z- hizo de València «la primera potencia del rock en España, por encima de Barcelona o Madrid». «Fue un momento espectacular, con grupos con mucha calidad y muy innovadores», subrayaba ayer Lluís Miquel, quien recuerda a Blesa como «muy buen músico y, sobre todo, muy buena persona». «De vez en cuando miro los catálogos de los conciertos de aquella época y me quedo acojonado de ver toda la gente que ya no está», lamentaba.

«Bruno Lomas, Vicente Castelló, Salvador Blesa, Pascual Olivas, Miguel Ángel Herranz, Julio Andreu, Tito Pemán (fallecido el pasado diciembre), Suco, José Casquel, José Llusar, Pep Laguarda...». El escritor Alfons Cervera rememoraba ayer a algunos de esos pioneros del rock valenciano que ya han fallecido y a quienes seguía desde adolescente «con vocación de fan». 

«Era difícil acceder a la música anglosajona -recuerda Cervera-. Llegaban sobre todo la francesa y la italiana. La otra era más propia de universitarios y de gente que viajaba a Inglaterra o EEUU… Para mí los primeros eran los grupos pop y rock valencianos. Eran lo más cercano y gozaban de un enorme seguimiento por parte de mucha de la juventud de entonces. Si hay que poner un nombre entre esa larga nómina de artistas, me quedo con el de Bruno Lomas, sin ninguna duda».

Cervera recuerda las conversaciones que mantuvo con Blesa en las Jornadas sobre el Pop y el Rock valencianos de los 60 que el escritor organizó en la Universitat de València: «Me pareció una persona discreta, entrañable. Un tipo bueno, como diría Machado de la buena gente…». «Sí, era ante todo una persona impresionante», confirmaba ayer sobre Blesa Vicente Buj, «Sento», bajista de Los Rockeros, la banda que acompañó a Emilio Baldoví cuando éste se fue a Francia sin sus compañeros y cambió su nombre para triunfar con el de Bruno Lomas. 

«Yo aún iba en pantalones cortos cuando vi tocar a Los Milos por primera vez», aseguraba ayer Sento, quien también incide en el alto nivel que mostraban los pioneros del rock en València gracias a su carácter emprendedor. Y pone como ejemplo de esto el caso de Los Rockeros y el grado de «profesionalización» que alcanzaron tras su etapa francesa. «Volvimos a España con una experiencia que no tenía nadie».  

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