Josep Piera: "Gracias a la literatura he vivido y estoy viviendo"

El autor de la Safor es el octavo escritor valenciano reconocido con el Premi d’Honor de les Lletres Catalanes, de Òmnium Cultural

El poeta y escritor, ayer, en Barcelona.

El poeta y escritor, ayer, en Barcelona. / KIKE RINCÓN - EUROPA PRESS

«Siempre he escrito lo que he querido. Lo que no sé es si he escrito todo lo que hubiera querido», decía ya hace algunos años Josep Piera en una entrevista a Levante-EMV. El autor nacido en 1947 en Beniopa —ahora anexionado a Gandia— ha escrito lo que ha querido, ha escrito mucho y ha escrito bien, tanto que a todos los galardones que ha acumulado durante su carrera va a añadir ahora el Premi d’Honor de les Lletres Catalanes, el más importante de la literatura en catalán.

Òmnium Cultural ha reconocido la «extraordinaria trayectoria literaria» de Piera, «creando un escenario mítico en las montañas de la Safor», así como su «persistente» defensa de la lengua y su vertiente cívica. El «por encima de todo» poeta, como se define, asegura que la noticia le impactó y conforme fue consciente de lo que suponía, le invadió un «tsunami de alegrías».

«Son muchas emociones, recuerdos e imágenes de todo lo que he hecho en mi vida y ahora le veo una justificación y me agotan las emociones», reconoce. De hecho, una de las afirmaciones que más repite durante la conversación con este periódico —ayer, aún en Barcelona y pocas horas después de recoger el premio—, es que «todo ha valido la pena» y que es el resultado de trabajar «con pasión». 

Piera es el octavo escritor valenciano reconocido con el Premi d’Honor de les Lletres Catalanes. Antes que él lo recibieron Manuel Sanchis Guarner (1974), Joan Fuster (1975), Vicent Andrés Estellés (1978), Enric Valor (1987), Joan Francesc Mira (2004), Raimon (2014) e Isabel-Clara Simó (2017).

«Todos ellos son maestros para mí, así que me gustaría pensar que soy el principio de una nueva generación, que se abre una nueva puerta, y que en el futuro estaré acompañado por más gente», señalaba ayer, en relación a este galardón. 

Poesía, viajes y paisajes

Colaborador durante años de Levante-EMV, Piera ha sido director de la editorial Tres i Quatre, vicepresidente de l’Associació d’Escriptors en Llengua Catalana y miembro de la Secció Filològica de l’Institut d’Estudis Catalans. Pero, sobre todo, es autor de cerca de una treintena de libros de poesía, género en el que se inició participando en la antología Carn fresca (1974). 

«Empecé escribiendo poemas en castellano y canciones en francés —recordaba ayer—. Eran las lenguas que aprendíamos en la escuela. No podía imaginarme que la lengua que hablaba mi familia, la gente de mi pueblo, la que decían que no tenía gramática, se podía escribir y cantar». Así, dice que ya de adolescente se preguntaba «per què els valencians parlem com parlem?» y heredó de sus padres y abuelos «una lengua sólida y viva» —aunque fuera de manera oral— que vio en el papel a través de Ausiàs March y a Joanot Martorell. «Escribir me ha hecho cultivar ese tesoro», apunta.

El autor, junto al galardón, ayer en Barcelona.

El autor, junto al galardón, ayer en Barcelona. / Toni Albir/EFE

El autor de Gandia se integró en la llamada generación de los 70 y fundó la revista Cairell (1979). Además de la poesía, Piera ha cultivado la literatura de viajes inspirada en sus estancias en Grecia, Italia y Marruecos, sin olvidar los paisajes de la Drova, en Barx, donde veraneaba y vive desde 1974, junto a su compañera de vida, Marifé Arroyo, la Mestra.

También ha escrito biografías de Ausiàs March y San Francisco de Borja, además de literatura infantil y juvenil. Sus últimas publicaciones son El llibre daurat (La història de la paella com no s'ha contat mai), de 2018, y Els fantàstics setanta. 1969-1974, de 2020. Asimismo, poemas suyos han sido traducidos al castellano, inglés, árabe, francés, italiano y croata, entre otros idiomas; y han puesto música a sus versos artistas como Al Tall, Urbàlia Rurana, Miguel Poveda, Carles Dénia y Xavier Ribalta. Zoo incorpora algunos del poema «La Drova» en su canción Diània.

"Vivir en el placer y en el dolor"

A sus 75 años, Josep Piera asegura que toda su obra es resultado de «los dictados» de la vida. «Más que nada soy un vitalista y la literatura me ha enseñado a vivir en el placer y el dolor. Gracias a la literatura he vivido y estoy viviendo. Me siento viejo, pero vivo, y eso es lo más importante. Quiero a la vida por encima de todo», confiesa a Levante-EMV.

A lo largo de su extensa trayectoria ha sido galardonado por el Premio Carles Riba en 1979 por El somriure de l’herba y el Premio Josep Pla en 1981 por El cingle verd. En 1991, la Generalitat de Catalunya le concedió la Creu de Sant Jordi; en 2010, el Ayuntamiento de Gandia le distinguió como Hijo Predilecto, y en 2013 obtuvo el premio Alfons el Magnànim de poesía por El temps trobat. El año pasado recibió el Lluís Guarner 2021, de la Conselleria de Cultura, por su trayectoria profesional.

Contribución notable

Òmnium Cultural entrega cada año el Premi d’Honor desde 1969. Dotado actualmente con 20.000 euros, se otorga a una persona que, por su obra literaria o científica en lengua catalana, ha contribuido «de manera notable y continuada a la vida cultural» de los territorios de lengua catalana.

El jurado de esta edición ha estado integrado por Marc Artigau, Judit Carrera, Martí Domínguez, Àngels Gregori, Ingrid Guardiola, Maria Rosa Lloret, Isidor Marí, Marta Nadal y Salvador Sunyer. En este caso, han destacado la «extensa obra» de Piera —que también incluye crítica literaria, ensayo, dramaturgia y música—, su compromiso, y que es «una figura absolutamente necesaria en la relación y el diálogo de nuestra literatura respeto a otras culturas». Entre otras cosas, ha escrito sobre la tierra pero también ha recuperado la obra de poetas andalusíes, como Ibn Khafaja d’Alzira.

En Barcelona, donde se celebró el acto ayer, el autor hizo un alegato por la lengua: «Hagamos cultura, hagamos lengua, vivámosla, sintámosla, usémosla, digamos t'estimo. Lo que importa es que una lengua esté dicha».