El 'erasmus' en Roma de un rebelde Joaquín Sorolla

El pintor valenciano estuvo a punto de perder su beca en Italia por no presentar las obras que eran requeridas

Carla Melchor

Carla Melchor

Un joven ambicioso, diestro en la pintura, con ganas de probarse a sí mismo. Así era Joaquín Sorolla con 21 años, la edad con la que consiguió la beca de la Diputación de Valencia. La corporación provincial le otorgó su primera oportunidad como joven pintor. Con 3.000 pesetas en el bolsillo, el joven Sorolla se marchó a vivir a Roma, a exprimir una experiencia le cambiaría la vida. Un 'erasmus' con todas las letras cuyo resultado se puede ver ahora en el Saló de Respecte del Palau dels Scala, sede de la Diputación, que acoge la exposición ‘Sorolla a Roma. L’artista i la pensió de la Diputació de València (1884-1889)’.

La muestra incluye 33 obras, entre las que hay lienzos, dibujos, esbozos y documentos que muestran la evolución del valenciano durante su paso en Italia gracias a la ayuda de la Diputación. Esta es la primera exposición del Año Sorolla en la C. Valenciana que está dedicada íntegramente a las obras del pintor. Acoge todas las obras destacadas de su periplo en Italia, excepto una, 'El crit del Palleter', con la que consiguió la beca ante el valenciano Constantino Gómez. Este lienzo se encuentra actualmente en el Museo Sorolla, en la exposición 'Orígenes' que acogerá el Museo de Bellas Artes de València próximamente.

18 de las obras expuestas en esta muestra son de la corporación provincial, de hecho, una de ellas, se encontraba hasta hace poco en el despacho del presidente de la Diputación de Valencia. El resto de las piezas son del Museo Sorolla, el BBVA, el Ayuntamiento de Requena y el Museo Benlliure.

El presidente de la Diputación, Toni Gaspar, y el comisario de la muestra, Rafael Gil Salinas, presentaron este lunes 'Sorolla a Roma', "que muestra toda la evolución temprana de este artista universal", aseguró el comisario. Esta es la tercera vez que la corporación provincial expone las piezas de Sorolla. La última fue en 1965, en el Palau de la Generalitat. Por entonces, la exposición duró tan solo 15 días. Por suerte, la nueva muestra estará en la sede de la Diputación hasta el mes de julio.

Joaquín Sorolla, de joven.

Joaquín Sorolla, de joven.

¿Cómo consiguió la beca?

Los jóvenes pintores que deseaban conseguir una beca de la Diputación para estudiar en Roma debían ponerse a prueba a sí mismos a través de tres pruebas eliminatorias. En el año en el que participó Joaquín Sorolla, fueron 11 los aspirantes. En la primera prueba, la corporación daba el tema y los estudiantes debían realizar el encargo en 8 sesiones de 4 horas. "Para que no hubiese ninguna clase de favoritismos, la comisión otorgaba por sorteo una letra del abecedario a cada aspirante. A Sorolla, curiosamente, le tocó la 'J'", explicó el comisario.

La segunda prueba consistía en llevar a cabo una pintura a puerta cerrada. El tema salía a sorteo. A la tercera prueba solo llegaron Constantino Gómez y Sorolla. Para esta, Sorolla pintó 'El crit del Palleter', realizado durante tres meses. "Sobresalió muy por encima de la que hizo su contrincante", apunta el comisario.

El lienzo con tres cabezas que el suegro de Sorolla entregó a la Diputación.

El lienzo con tres cabezas que el suegro de Sorolla entregó a la Diputación. / LOYOLA PEREZ DE VILLEGAS MUÑIZ

Casi le retiran la paga

De este modo, Joaquín Sorolla se mudó a Roma, contando con 3.000 pesetas anuales, lo que marcó el inicio de su idilio con la Diputación de Valencia. Aunque al principio, esta relación fue algo difícil a causa de la "actitud laxa de un joven Sorolla". "Tenía 21 años, estaba solo en Roma... Todos hemos sido jóvenes. Tenemos que tener en cuenta el contexto", asegura el presidente de la Diputación, Toni Gaspar. "Tenemos en la cabeza la imagen del anciano con barba, pero Sorolla fue joven", añade.

De hecho, según el comisario, "Sorolla fue más que amonestado por la Diputación durante sus años en Roma". "No había manera de que entregase una obra a tiempo. Le enviaban cartas, avisos y se le amenazó con retirarle la beca si no entregaba los lienzos que le pedía la corporación a cambio de la beca".

De hecho, al final, su futuro suegro, el fotógrafo Antonio García Peris, tuvo que salvarle una vez de este aprieto con la Diputación. Entregó a la corporación un lienzo que le había regalado en "pago" de sus errores. Era un lienzo con tres cabezas, que ahora lucen en la sala de exposiciones del Palau dels Scala. La muestra también incluye una carta de su suegro que, apurado, intentaba justificar los retrasos de los envíos del futuro marido de su hija Clotilde.

Al fondo, el desnudo que pintó Sorolla.

Al fondo, el desnudo que pintó Sorolla. / LOYOLA PEREZ DE VILLEGAS MUÑIZ

Escándalo por el desnudo de una mujer

Aunque el joven también creó polémica entregando sus lienzos. Uno de ellos "levantó ampollas" en la comisión. Se trataba del retrato desnudo de una mujer. "Esto no era considerado ni ético ni moral".

Durante sus años de beca, Joaquín Sorolla padeció la malaria, que se transmitía entonces a través de la picadura de un mosquito. Por ese motivo se trasladó a Asís, alejándose del foco. Visitó Venecia o Florencia, donde se inspiró para llevar a cabo sus pinturas. “Sabemos que en su repertorio hay una versión de la Madonna Medici, pero no que compró una fotografía de la obra de Miguel Ángel durante su estancia en Roma, la cuadriculó y creó su propia Madonna", ha explicado el comisario.

La muestra finaliza con ‘El Padre Jofré defendiendo a un loco’, el óleo que pintó en Asís en 1887 como broche al mecenazgo de la institución provincial.