Satélites para tomar el pulso a la Tierra

Un equipo liderado por la UV analiza los cambios del planeta en una década a través de datos relacionados con la humedad

Sequía en el embalse de Bellús por falta de lluvia.

Sequía en el embalse de Bellús por falta de lluvia. / PERALES IBORRA

La Tierra cambia constantemente de formas muy diversas. Ahora, un equipo internacional de investigación liderado por la Universitat de València (UV) ha identificado de forma automática los cambios más relevantes de los últimos 10 años para determinar si sus causas son naturales o a raíz de la acción humana y lo hacen basándose, fundamentalmente, en dos factores al mismo tiempo: el agua en el suelo y el agua en la vegetación.

Esto ha sido posible gracias a la combinación de un nuevo método estadístico con datos procedentes del satélite SMOS de la ESA, que proporciona regularmente mapas globales de contenido de agua del suelo y de la vegetación. Los cambios pueden observarse desde el espacio gracias a la información capturada por los sensores de los satélites

Los datos -sobre la humedad del suelo o la profundidad óptica de la vegetación- proceden de la misión Soil Moisture and Ocean Salinity SMOS, de la Agencia Espacial Europea (ESA), la primera que a través de medir la humedad del suelo, descifra el contenido de agua de las plantas y la salinidad de los océanos.

El equipo de investigación que lidera este trabajo desde el Image Processing Laboratory (IPL) del Parque Científico de la UV, ha constatado ahora que, durante la última década, ha habido cambios más allá del “lo seco se vuelve más seco, lo húmedo se vuelve más húmedo”, ya que también se han dado situaciones a la inversa, estudiando ecosistemas de clima principalmente húmedo y semiárido. El estudio muestra cómo fijándose en el agua del suelo y de la vegetación, se puede comprender “la dinámica ecológica de los grandes ecosistemas y su interacción con el clima y las actividades humanas”.

Deforestación, abandono de campos o cambios en las lluvias

Así, han documentado situaciones de desforestación e incendios forestales, reforestación artificial o abandono de campos de cultivo, frutos de la acción humana; además de la variabilidad de las precipitaciones, por el cambio climático, según el estudio, publicado en la National Science Review.

“A diferencia de enfoques anteriores, que se centraban en analizar las tendencias de una sola variable, en este caso lo que hemos hecho es utilizar conjuntamente datos sobre humedad del suelo y el contenido de agua de las plantas, y esto nos ha permitido identificar patrones espaciales con mucha claridad”, señala Gustau Camps-Valls, jefe del grupo de Procesado de Imágenes y Señales (ISP- IPL) de la Universitat de València y titular de dos ayudas ERC.

Bueso, Piles y Camps.

Bueso, Piles y Camps.

Diego Bueso, investigador en el IPL y primer autor del trabajo, afirma que “el reto era encontrar una explicación a los cambios; encontrar sus causas. Aunque en algunos casos eran obvias, como la deforestación en el Amazonas, también hemos podido identificar distintas subregiones con comportamientos contrastados; unas por causa de talas masivas y otras más sutiles por impactos climáticos”.

Primer registro de estimaciones globales

El trabajo se basa en el primer registro de estimaciones globales por satélite de microondas en banda L, de 2010 a 2020, de la misión SMOS. “Nuestro trabajo ilustra el valor de las misiones por satélite”, explica María Piles, investigadora Ramón y Cajal en el grupo ISP y miembro del grupo asesor de la futura misión CIMR, que forma parte del programa de expansión del sistema Copernicus de la Comisión Europea.

Este nuevo enfoque puede aplicarse a otras variables y escalas espaciotemporales para medir las constantes vitales terrestres, apuntan desde la Universitat.

El equipo está formado por personal investigador del IPL de la UV, del Laboratoire des Sciences du Climat et del Environnement de la Université Paris-Saclay, y del INRA Centro de Burdeos Aquitaine.