El MuVIM sucumbe al engaño

Una exposición reúne decenas de obras de arte falsificadas que el Grupo de Patrimonio de la Policía Autonómica ha incautado en los últimos ocho años

Copia de un cuadro de Modigliani que se expondrá en el MuVIM

Copia de un cuadro de Modigliani que se expondrá en el MuVIM / L-EMV

Voro Contreras

Voro Contreras

«La realidad es un cepillo de dientes, un billete de autobús, un cheque... y la tumba», proclamaba Orson Welles en "Fake", su última película completa y estrenada en los cines. En esta oda a la falsedad como valor artístico, aparece entre otros personajes Elmyr de Hory, una famoso falsificador húngaro especializado en Modigliani o Picasso. Y sobre él se pregunta Welles si el «arte» falso de De Hory, si esas copias tan perfectas que ni los expertos pueden distinguir de las originales y que en ocasiones hasta se exhiben en los museos, no son tan artísticamente reales como las auténticas.

Como Welles, también el MuVIM quiere reflexionar sobre lo que percibimos como verdad o mentira con «Falso: El arte del engaño o el engaño del arte», una exposición que el museo de la diputación inaugura el próximo 28 de marzo y que, en colaboración con la Conselleria de Justicia, reúne decenas de piezas de arte «inauténticas» decomisadas por miembros del Grupo de Patrimonio Histórico de la Policía Nacional en la Comunitat Valenciana.

De Sorolla a Warhol

Creado en 2014, este grupo de la Policía de la Generalitat custodia cerca de 200 obras falsas de artistas de prestigio nacional e internacional de las más de 5.600 incautadas a lo largo de los últimos ocho años.   

Pese a su carácter fraudulento, y a diferencia de lo que suele ocurrir con las incautaciones de marcas de ropa falsificadas, estas obras se conservan para actividades formativas y divulgativas de futuros policías y expertos. O, como en este caso señala Antonio López García, Jefe del Grupo de Patrimonio, para exponerlas «como el cazador que muestra sus piezas» y para que el público «conozca las distintas formas de falsificar obras de arte y los métodos de engaño que se utilizan para venderlas».

Tal como también explica el inspector, el del arte falsificado es un delito «que apenas genera alarma social en España, aunque puede ser el cuarto que más capital irregular genera por detrás de las drogas, las armas y la prostitución». 

Según los cálculos de este grupo policial, las «obras» que custodia la Policía autonómica -entre las que se incluyen falsificaciones de Segrelles, Goya, Sorolla, Genovés, Modigliani, Dalí o Andy Warhol- podrían haber alcanzado en el mercado un valor cercano a los 250 millones de euros. 

Solo el Modigliani que sirve como imagen para anunciar la exposición del MuVIM, un Desnudo de muchacha que iba a ser comercializado por un anticuario de Castelló, podría haber alcanzado en su versión original los 50 millones de euros. En este caso, el intento de estafa se detectó al detectar los expertos que colaboran con el Grupo de Patrimonio que el falsificador introdujo en la pintura blanco de titanio, un producto que no se empezó a comercializar hasta después de la muerte del autor.

Y es que, como explica el MuVIM, las falsificaciones que se mostrarán hasta septiembre en la Sala Parapalló, se pueden ejecutar con una destreza y habilitad tales que exijan la aplicación de modernos métodos científicos para detectar el engaño «y otras veces, sin embargo, los engaños son tan chapuceros que pueden llegar a provocar la risa».

Lucro y debilidades humanas

Las piezas que se expondrán en «Falso» se organizarán en diferentes maneras de engañar, mediante la atribución, a artistas prestigiosos, de simples copias o trabajos populares. «Se puede engañar insertando una firma falsa en un trabajo realizado sin ánimo de engaño -explica el museo-. O haciendo copias de obras auténticas y, también, falsificaciones ‘al estilo de’. Y, en obras seriadas sobre papel, mediante la impresión con procedimientos fotomecánicos de alta precisión».

Modigliani es uno de los artistas más -y mejor- falsificados del mercado negro internacional, aunque en la Comunitat Valenciana, según explica López, también tengan una gran acogida artistas locales tan «revalorizados» en la actualidad como Sorolla, Pinazo o Benlliure. 

Entre las víctimas de las falsificaciones abundan, según el responsable policial de Patrimonio, inversores que «sin ser coleccionistas o entendidos en arte», compran pinturas o esculturas a lo que ellos creen que es un buen precio para obtener beneficios por su venta. «Y es al intentar vender cuando suelen darse cuenta de que les han estafado», explica López para subrayar a continuación que eso de encontrarse un domingo un Murillo en el rastro suele ser poco más que una fantasía. 

Pero, junto a la debilidad del lucro -con o sin engaño- la exposición también habla de la debilidad humana y del deseo de las víctimas de adquirir un estatus cultural mediante la posesión de presuntas obras de arte. «E igualmente nos referimos a la ingenua identificación de arte con lo que es antiguo o con lo que se atribuye a un genio», añade el museo.

Obras falsas incautadas por el Grupo de Patrimonio de la Generalitat.

Obras falsas incautadas por el Grupo de Patrimonio de la Generalitat. / L-EMV

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