Una ‘joya’ inédita del Renacimiento para el Museo de Bellas Artes

La pinacoteca compra por 180.000 euros "La Natividad", de Joan de Borgonya, pintor alsaciano activo en València entre los siglos XV y XVI - "Es una obra excepcional, digna de museos de primer orden", explica González Tornel, director del MuBAV.

La tabla «La Natividad», de 
Joan de Borgonya, comprada 
por el Bellas Artes. levante-emv

La tabla «La Natividad», de Joan de Borgonya, comprada por el Bellas Artes. levante-emv / begoña jorques. valència

Begoña Jorques

Begoña Jorques

Estar pendiente de las casas de subastas deja como resultado conseguir «joyas» como la que acaba de adquirir el Museo de Bellas Artes de València (MuBAV). Se trata de la tabla La Natividad, de Joan de Borgonya, pintor renacentista de origen alsaciano activo en València entre los siglos XV y XVI. La pinacoteca, tras ejercer el Estado el derecho de tanteo, compró el pasado 7 de marzo esta pieza, un óleo sobre tabla de roble, por 180.000 euros.

Uno de los aspectos más atractivos de esta obra, como ya adelantó Levante-EMV, es que se trataba de una pieza inédita de la que hasta final del año pasado -cuando salió a la venta- no se tenía conocimiento y que permanecía en una colección particular. Según explica a este diario el director del Museo de Bellas Artes de València, Pablo González Tornel, «se trata de una pieza excepcional. Joan de Borgonya era un pintor activo en la Corona de Aragón, pero procedente del norte de Europa y que trabajó sobre todo en Barcelona y València. Aquí se conserva obra en el Museo de la Catedral, pero el Bellas Artes carecía de obra suya. Por eso resulta fundamental incluir a Borgonya, para entender lo que está ocurriendo en València a principios del siglo XVI -con figuras como los Hernandos, Paolo de San Leocadio y ahora con esta incorporación- y que explica el papel de València como crisol de culturas y lugar de encuentro entre tendencias italianas, flamencas y del centro de Europa», dice González Tornel.

Además, añade que «es muy importante recalcar que esta adquisición, fundamental para el Museo, está respaldada por las consultas a Joan Molina, conservador de Pintura Medieval del Museo del Prado; respaldó que era una pieza excepcional, digna de cualquier museo de primer orden y que completaba el discurso del Bellas Artes de València».

Alberto Velasco, historiador del arte y profesor de la Universitat de Lleida y de la Universitat Oberta de Catalunya, especialista en arte medieval y pintura gótica catalana ya explicó cuando salió a subasta esta obra y como recogió este periódico que este «es uno de los descubrimientos más relevantes de la pintura renacentista de la Corona de Aragón de los últimos años».

La tabla (en «perfecto estado de conservación», según la casa de subastas, y que fue declarada Bien de Interés Cultural por el Ministerio de Cultura de España y por lo tanto no estaba permitida su exportación) es un compartimento de retablo con la representación de la Natividad, inédito, que debe atribuirse al pintor Joan de Borgonya.

La obra -con unas dimensiones de 129,5 x 92,5 centímetros- presenta un gran efectismo gracias al tratamiento perspectivo, la riqueza de los detalles y al complejo diseño clasicista de las arquitecturas. El paisaje adopta una apariencia de bahía fluvial representada con voluntad de detallismo y minuciosidad, incluyendo representaciones aisladas de personajes y episodios que aportan significación y contenido a la obra.

En primer término, María y José se arrodillan frente al Niño, que reposa sobre un fragmento de cornisa protegido por el manto materno. Una corte de ángeles lo rodean. Detrás se ubican los pastores con cayados, conversando animadamente. Velasco asegura que se trata de «una de las pinturas de mayor calidad» del artista. Joan de Borgonya, de origen nórdico, residió en València entre finales del siglo XV e inicios del XVI. «De sus años en València se conservan las seis tablas del Retablo de San Andrés pintado para la iglesia del Miracle, hoy conservado entre la Catedral y una colección particular», explica Velasco. Hacia 1508-1509 el pintor debió abandonar València, estima el historiador.

En cuanto a cuándo se podrá contemplar esta obra en el museo de la calle San Pío V, González Tornel asegura que «depende de cuestiones de tipo museológico y museográfico porque, probablemente, se merezca un mejor marco que el actual. Cuando llegue a València habrá que crear un marco ad hoc a la calidad de la obra y buscar cómo se ubica en el discurso de la institución», dice. «Estas cosas ni se deben ni se pueden hacer con prisa, sino todo lo contrario», añade.

Otras incorporaciones

Además, la pinacoteca valenciana ha adquirido más obras en las últimas semanas. El Estado ha ejercido también el derecho de tanteo en subasta por dos obras: Bodegón de flores sobre pedestal (1680), de Antonio Osona, y Retrato de Cosme II de Medici, de Cristofano Allori (Florencia, 1577-1621). En total, el museo ha comprado ambas obras por 21.000 euros: 16.000 por el Allori y 5.000 por el Osona. Por su parte, la Asociación de Amigos del Museo ha comprado también Desnudo femenino, de Ramón Martí Alsina, por 15.000 euros.

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