Millás encuentra el paraíso perdido en la Fira del Llibre

«La de València no es una feria más para mí porque supone volver al sitio del que nunca debí salir»

Voro Contreras

Voro Contreras

Este jueves a mediodía la 58 edición de la Fira del Llibre abre sus puertas en los Jardines de Viveros en una jornada que tendrá como principal autor invitado a Juan José Millás. Para el novelista nacido en València en 1946, participar en este evento «es siempre una ocasión especial». 

El escritor, que llega para presentar y firmar a partir de las 18 horas su última novela, Solo humo, tuvo que cambiar a los seis años «el clima, el mar y la luz» de su ciudad natal por un Madrid «que era muy feo, muy frío y sobre todo sin mar». «Fueron años durísimos -lamenta en conversación telefónica con Levante-EMV-. Yo no comprendía que no hubiera mar, que no fuéramos a la playa los sábados o los domingos».

Por eso, Millás asegura que siempre le «emociona» volver a València y a su Fira del Llibre en los Jardines de Viveros, el lugar que la da la identidad a este evento y al que él le llevaban a jugar cuando aún era muy pequeño. Un espacio que se ha convertido para él en un «territorio mítico, una especie de paraíso perdido». 

«Cada feria del libro tiene sus características, pero para mí la de València no es una feria más, para mí tiene esta cuestión de orden personal de volver al sitio del que nunca debí salir», proclama.

Los rostros del lector

A Millás le gustan las ferias del libro porque representan para él una oportunidad de encontrarse con los rostros de esa especie de ente colectivo que forman sus muchos lectores, individuos casi siempre desconocidos pero que incluso a veces le permiten descubrir en sus novelas cosas que ni siquiera él había podido ver. 

«El trabajo de escribir, en un porcentaje muy alto, es inconsciente y de repente un lector te señala algo que no sabías que estaba porque la escritura con frecuencia es más inteligente que tú», asegura. 

«Yo no escribo pensando en nadie más que mi necesidad de desarrollar una idea -añade-. Pero ese lector implícito que algunos críticos dicen que tenemos los escritores y del que no eres consciente, de repente vas a una feria y tiene una cara. Y eso es muy emocionante».

Muchos de esos rostros con los que Millás se encontrará hoy en la Fira del Llibre posiblemente le pidan un autógrafo o una dedicatoria en la primera página en blanco de alguna de sus novelas o ensayos. «A veces llega alguien que es una persona un poco especial para ti y haces algo diferente. Pero si no, es prácticamente imposible individualizar las dedicatorias -reconoce-. Además, sería muy falso hacerle una firma exagerada y retórica a alguien que no conoces de nada. Pero siempre firmas con afecto porque es lo que sientes hacia alguien que ha hecho una cola para estar contigo. El afecto es real pero momentáneo».

Ante la tranquilidad de las librerías, Millás defiende el carácter multitudinario y festivo de las ferias del libro porque, asegura, «es la ocasión en la que el libro sale a la calle en busca del lector». 

Donde el libro busca al lector

«Normalmente es el lector el que tiene que hacer el esfuerzo de ir en busca del libro a las librerías -apunta-. Incluso te diría que, hasta no hace muchos años, las librerías tenían cierto carácter místico y eran lugares a los que mucha gente no se atrevía a entrar igual que yo no me atrevería a entrar en una joyería de la calle Serrano de Madrid porque no sé cuál es el código allí dentro. Mucha gente no se atrevía a entrar en una librería porque no sabía cómo comportarse, como si fuera un lugar para iniciados. Las ferias del libro rompen esa barrera».

Otro aspecto que a Millás le «emociona» de este acontecimiento literario es que, ya sea en València, Madrid, la Guadalajara mexicana o la Barcelona de Sant Jordi, se produce siempre en primavera, una estación «que tiene esa carga simbólica de despojarte de lo viejo y abrazar lo nuevo. En cada primavera renacemos y que ese renacer coincida con estos encuentros es estupendo».

200 casetas y expositores para 500.000 lectores

El Gremi de Llibrers y los responsables de las 117 casetas y 77 expositores que participan en la Fira del Llibre ultimaban ayer los preparativos para dar comienzo hoy al que se considera ya como el «evento cultural» más multitudinario de los que se celebran en la Comunitat Valenciana. Según los cálculos de la organización, con el récord de librerías participantes que se ha alcanzado este año, y con la presencia de alrededor de un millar de autores y autoras en las firmas, charlas y mesas redondas, este año se podrían superar los más de 500.000 visitantes a la feria y el millón de euros de facturación.

La jornada dará comienzo con un acto inaugural a las 12.00 que tendrá como figura invitada a la escritora valenciana Teresa Broseta, una autora que, pese sus incursiones en la narrativa para adultos, está reconocida especialmente por su obra dedicada al público infantil y juvenil. Sus libros han sido reconocidos con premios como el València de Narrativa, el de Narrativa Infantil Carmesina de la Safor, el de Narrativa Infantil Vicent Silvestre o el de Teatre Infantil Xaro Vidal.

Además, Broseta participará con Mercé Viana, Maria Jesús Bolta, Josep Antoni Fluixà, AlbaFluixà, Josep Ballester, Núria Sendra y Manolo Gil en la charla sobre censura en la literatura infatil y juvenil que tendrá lugar a las 19.15 horas en el Espai la Caixa.

Otro de los nombres principales en esta primera jornada de la Fira del Llibre es el de Víctor del Árbol que a partir de las 17.00 protagoniza el primer club de lectura de la feria con su libro «Nadie en esta tierra». También a las 17.00 horas se inaugura en el paseo Antonio Machado la exposición colectiva «Utopies» organizada por la Associació de Professionals de la Il·lustració Valenciana. V.C.M. València

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