Un premio a la lucha feminista

Giovanna Ribes, Premio «Almudena Grandes» por su trayectoria, dice que ha sufrido discriminación «positiva»

La cineasta valenciana Giovanna Ribes.  | LEVANTE-EMV

La cineasta valenciana Giovanna Ribes. | LEVANTE-EMV / SARAY FAJARDO. VALÈNCIA

Saray Fajardo

Saray Fajardo

La cineasta valenciana Giovanna Ribes ha recibido el Premio Menina «Almudena Grandes» NWW 2023 otorgado por la Red Transnacional de Mujeres – NetWorkWoman en el Congreso de los Diputados de Madrid. El galardón reconoce la trayectoria artística de Ribes y su lucha a favor de la visibilización de las mujeres en el arte y en el cine.

La abogada, antigua senadora y diputada de la Asamblea de Madrid, Cristina Almeida, fue la encargada de entregar este reconocimiento. Durante el acto, la cineasta recordó el deber moral de toda la ciudadanía, que debe luchar contra toda discriminación y mantener, además, viva la memoria histórica en un momento en el que, en sus palabras, «muchas veces, olvidamos que nosotros mismos fuimos migrantes».

Ribes, quien ha trabajado durante más de treinta años en el sector, recuerda que se encontraba en Estambul cuando recibió una llamada, que le anunciaba el premio. «Fue muy extraño, no entendía nada. No comprendía por qué recibía el premio», explica a Levante-EMV.

La premiada añade: «No sabía cómo mi nombre había llegado hasta allí. Me comentaron que ya me habían propuesto antes de la pandemia». Ribes no fue la única galardonada. «Me di cuenta que todos formamos un colectivo que lucha por cambiar el mundo. Desde lo más pequeños a los más grandes, formamos parte de una ciiudadanía soberana y tenemos los mismos objetivos: luchar por la memoria y la migración», reivindica.

La cineasta vive esta lucha en su propia piel, ya que es hija de migrantes y nieta de un republicano que fue asesinado durante la Guerra Civil. «Me di cuenta de que había una sororidad histórica», recalca.

Reconoce que ella misma ha sufrido discriminación, aunque, en su caso, positiva. «Por mi aspecto, no creían que era hija de migrantes españoles en Ginebra (Suiza) y tampoco lo notaban cuando hablaba francés. Sin embargo, cuando decía que era española, me llamaban la ‘pequeña española’, a pesar de ser grande», expone. A partir de ese momento, recuerda que la gente la trataba de manera más amable. «Esto no es bueno porque hay una extraña tolerancia y ya no me hablaban de igual a igual, sino que me trataban un poco mejor», explica. En este sentido, denuncia que hay dos maneras de acercarse a la migración: violentamente o amablemente. Por eso, reivindica que las instituciones, las asociaciones y la sociedad en general debe trabajar en este sentido.

Feminismo

La cineasta también es una clara defensora del feminismo, sobre todo en el sector audiovisual. «Hay una extraña amabilidad de aceptación a las mujeres», indica. Por eso, desea que la cuestión se normalice completamente en el sector durante los próximos años y se pueda hablar, por fin, de una igualdad real. «Cuando tengamos los mismos reconocimientos que los hombres, tal vez, podamos empezar a hablar de paridad real», recalca. En sus palabras, parece que el feminismo se ha convertido en una «moda puntual», que «puede retroceder o llegar a desaparecer y quedar en nada». Por ello, reclama un «trabajo constante a favor de la igualdad». En este sentido, la lucha no solo debe ser a favor de los derechos de las mujeres en el primer mundo, sino en otros países, donde «lo tienen más difícil». «No solo lucho por mí, sino por otros mundos donde es más difícil batallar, ya que, si caemos nosotras, el dominó completo cae».

30 años de trayectoria

Giovanna Ribes (Catarroja, 1959) trabaja en el sector audiovisual desde hace treinta años. Reconoce que se adentró en este mundo porque «necesitaba expresar sus reflexiones sobre lo que estaba sucediendo en la sociedad».

No obstante, no ha sido un camino fácil, ya que, en algunos momentos, ha sufrido situaciones discriminatorias. Ribes recuerda que muchas de ellas se produjeron durante sus primeros años. «Cuando era ayudante de dirección, sufrí comentarios discriminatorios. También lo viví cuando iba a un festival, como directora, a buscar a un productor para mi película. No creían que yo pudiera ser directora», indica. Por eso, reivindica la importancia de rodearse de gente que apoye el proyecto. Añade: «Yo no avanzaba y veía que todos los hombres de mi alrededor sí que lo hacían». Sin embardo, reconoce que hay muchos hombres que creen y apuestan por ellas y, por eso, «hay que reivindicarlos, ya que sin ellos no avanzaríamos».

Tras su experiencia personal, la cineasta ha apostado todavía más por los derechos de las mujeres, hecho que se ha podido observar en sus producciones. Por ejemplo, en la película Les vacances de Mara, el 85% del equipo eran mujeres y lactantes.

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