Lluís Miquel, la Z mayúscula de la cultura valenciana

El fundador de Els 4 Z y los estudios Tabalet falleció el miércoles en València a los 79 años

Lluis Miquel Campos.

Lluis Miquel Campos. / JM Lopez

Voro Contreras

Voro Contreras

El músico, actor y productor Lluís Miquel Campos, referente e impulsor de la cultura popular valenciana, murió ayer a los 79 años después de una larga enfermedad. Desde que en 1961 fundó Els 4 Z hasta el cierre en 2012 de los estudios Tabalet, el nombre de Lluís Miquel está asociado a decenas de momentos históricos de nuestra música, teatro, cine y televisión, e incluso del uso del valenciano como lengua, a veces de forma visible y otras más subterránea.

Pionero de la «cançó», productor intrépido, dinamizador cultural, emprendedor audiovisual, publicista exitoso, amigo de muchísima gente, Z mayúscula de la música valenciana, Lluís Miquel fue un artista que se la jugó por la libertad de pensar, hablar y vivir; un hombre generoso que se dedicó a darle alegría al país y un empresario que quiso vertebrar toda una industria cultural a través del valenciano.

Lluís Miquel, la Z mayúscula de la cultura valenciana |

Lluís Miquel, la Z mayúscula de la cultura valenciana | / Voro Contreras. València

«Contad conmigo para lo que queráis hasta mis últimas fuerzas -proclamó emocionado ante el público y los artistas que en septiembre de 2020 llenaron el patio de la Beneficència para rendirle homenaje-. Y recordad que todos tenemos que trabajar por nuestra cultura y nuestra memoria». «La edad y el trabajo nunca se han separado porque casi desde que era un adolescente he estado metido en los enredos de la cultura», proclamaba un año después al recibir la Medalla del Consell Valencià de Cultura «por su trabajo obstinado y sincero en favor de la cultura en libertad».

Fuster y Brel

Nacido en la calle Císcar de València el 6 de marzo de 1944, Campos estudió primero en El Pilar y los Hermanos Maristas y después abandonó su formación como aparejador para matricularse en Bellas Artes y Filosofía. Durante esta etapa entró en contacto con la música, su gran pasión, y con los círculos nacionalistas que tenían en Joan Fuster y Alfons Cucó a sus grandes referentes.

En 1961 fundó Els 4 Z, una de las primeras formaciones musicales en cantar en valenciano, especializándose sobre todo en hacer versiones de temas italianos y franceses, entre ellos de su adorado Jacques Brel. Pero esta formación pionera de la ‘nova cançó’ también grabó canciones de compromiso y metáfora como ‘L’arbre’: “Mare, mira quin arbre hi ha / ací plantat enmig del camí”, decía su canción más célebre. “Està ací plantat i no ens deixa avançar”.

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Lluís Miquel, la Z mayúscula de la cultura valenciana | / Voro Contreras. València

Suya es también la primera versión «bailable» del «Al vent» de su amigo Raimon, adaptada a petición de Vicent Ventura “para que así se acostumbre la gente a que en los guateques haya música en valenciano’, contaba Campos en una entrevista para Levante-EMV en 2018, cuando se le concedió la Medalla de la Generalitat al mérito cultural.

Con cinco discos grabados, el grupo se disolvió el 1968 por la represión franquista. En 1966 Els 4 Z fueron detenidos tras un concierto en los cines Arts (también junto a Raimon) por haberse «cagado en Franco durante el recital», algo que Campos seguía negando muchos años después. «El gobernador llevó el caso al Tribunal de Orden Público en Madrid y nuestros abogados nos dijeron que de ese tribunal no salía nadie con menos de tres años de cárcel. Pero al final lo sobreseyeron».

Pese a ese sobreseimiento, a Els 4 Z se les prohibió seguir tocando en València, lo que acabó provocando la disolución del grupo y el inicio de la etapa de Campos como empresario de la publicidad, trabajo que no tardó en compaginar de nuevo con su la música a través de Lluís Miquel i els 4 Z y después con Patxinguer Z, una «orquesta cachonda» que consiguió una inmensa popularidad en toda España gracias a sus apariciones en «Si yo fuera presidente», el programa de Fernando García Tola donde el cantante valenciano coincidió con el que acabaría siendo su gran amigo Joaquín Sabina.

Lluís Miquel, la Z mayúscula de la cultura valenciana |

Lluís Miquel, la Z mayúscula de la cultura valenciana | / Voro Contreras. València

Los estudios Tabalet

Tabalet fue otro de los hitos de la cultura popular que tiene en Campos a su principal impulsor. Estos estudios de grabación en la huerta de Alboraia fueron pioneros en el doblaje al valenciano de películas y lugar de nacimiento de algunos de los mejores discos del folk, pop y rock valenciano.

«No puedo saber cuántos discos se habrán grabado aquí, pero es fácil que sean 2.000 o 3.000», señalaba el propio Lluís Miquel en 2007 cuando Tabalet celebraba sus tres décadas de vida. Contaba el cantante, productor, activista y responsable de estos estudios que decidió abrirlos harto de tener que ir a grabar sus discos a Madrid o Barcelona. Pronto, ese lugar fue para el nuevo sonido de la música popular valenciana de finales de los 70 lo que fue Abbey Road para el pop británico.

Remigi Palmero fue el encargado de inaugurar los estudios Tabalet con «Humitat relativa», aquel disco que marcó un punto de inflexión entre la «cançò» de la década de los 70 y lo que algunos llamaron a partir de entonces «rock del mediterràni». Julio Bustamante también usó los estudios de Tabalet para grabar otro álbum seminal del pop valenciano, «Cambrers», y también trabajaron allí Al Tall, Ovidi Montllor, Maria del Mar Bonet, Pi de la Serra o Seguridad Social.

Lluís Miquel, la Z mayúscula de la cultura valenciana |

Lluís Miquel, la Z mayúscula de la cultura valenciana | / Voro Contreras. València

Da buena cuenta de la versatilidad de este estudio el que Capella de Ministrers registrara en Tabalet su primer disco, premiado por el Ministerio de Cultura por su «difusión del patrimonio» y el humorista Don Pío, con un cassette del que vendió más de 200.000 ejemplares y cuyos beneficios sirvieron para financiar la Antologia de la Música Valenciana.

También en Tabalet surgió una de las melodías más escuchadas en todo el país: el jingle de Mercadona. «Ya habíamos trabajado con ellos cuando eran Doña Amparo, y después cuando comenzaron con Mercadona nos pidieron un jingle para la radio -recordaba Lluís Miquel-. Empezamos a hacer pruebas y no nos gustaba nada. Me fui al despacho yo sólo y se me ocurrieron las primeras notas. ‘Mercado-na, Mercado-na...’ Faltaba algo. Pero después se me ocurrió «Mercado-o-na, Mercado-na». Ya lo teníamos. La llevé al pianista, la grabamos y hasta ahora».

La tercera pata de Tabalet fue el doblaje, que en los últimos años de la empresa acaparaba ya más de la mitad de los ingresos de Tabalet. Empezaron esta actividad en 1984, a veces doblando «películas infames» de porno o spaghetti western.

Pero allí también tuvo lugar el primer doblaje cinematográfico al valenciano: el de la francesa El salari de la por, en la que Ovidi Montllor le ponía la voz al personaje que interpretaba Yves Montand.

Comprometido no solo con la cultura valenciana, sino también con su industria, Campos llegó a ocupar la presidencia de la Feria de la Comunicación, la de la Associació de Productors Audiovisuals y la de la Associació d’Estudis de Doblatge i Sonorització, obteniendo de sus compañeros de profesión el Premio Berlanga 2009, por toda una vida dedicada al mundo del audiovisual.

Lluís Miquel, la Z mayúscula de la cultura valenciana | L-EMV

Lluís Miquel, la Z mayúscula de la cultura valenciana | L-EMV / Voro Contreras. València

Alegrías y amarguras

En enero 2018, Lluís Miquel Campos daba carpetazo a la historia de Tabalet. «Ha desaparecido gracias a las gestiones de Canal 9, que la arruinaron porque nos debían tres años de doblaje», se quejaba.

En sus últimos años, ya al frente de ADI Producciones, a cuyas oficinas estuvo acudiendo casi a diario hasta que la enfermedad se lo impidió, Campos compaginó las alegrías que le daban los distintos homenajes y reconocimientos que iba recibiendo -como aquel que le brindaron Maria del Mar Bonet, Toti Soler, Joan Isaac, Roger Mas, Borja Penalba, Sílvia Comes, Albert Garcia, la Cashalada Companyia, Aitana Ferrer o su «íntimo» Joan Manuel Serrat en el Barnasants de 2021-, con la amargura de ver cómo cada vez le llegaban menos encargos laborales.

«He estado muchas veces en la cuerda floja. Ahora, esta productora que ha hecho tantas cosas para TVE, Antena 3 o Canal 9, está en situación de que tenemos que gastar de nuestro bolsillo para mantenernos. He tocado el teatro, la zarzuela, el pop… Y cada vez que lo he hecho me he jugado mi bolsillo. Mi problema ha sido que nunca he trabajado para las mafias ni las ‘capillitas’», se quejaba en 2018.

Aun así, cuando echaba la vista atrás, se sentía plenamente satisfecho con su trayectoria y era consciente de la importancia que su trabajo -el visible y el invisible- había tenido para la cultura valenciana. «Todo lo que he hecho me ha gustado. Estoy jubilado y aún vengo a la productora a pensar, a diseñar y a sobrevivir -aseguraba a Levante-EMV-. Tengo aquí material gráfico, audio, vídeo desde el año 1960 hasta ahora. Lo he ofrecido muchas veces a instituciones pero nadie contesta. Por eso es importante cuidar la cultura y la memoria para saber de dónde venimos».

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