Entrevista

La escritora Laura Ferrero: "Estamos aprendiendo a divorciarnos y eso es muy beneficioso para los niños"

Su nueva novela, 'Los astronautas', "es una constelación de ficción, investigación y biografía" que narra cómo su familia se rompió cuando su padre abandonó el hogar. La presenta este jueves en la Fira del Llibre de Palma

Laura Ferrero.

Laura Ferrero. / L. Guerrero

Raquel Galán

De pequeña no distinguía la ficción de la realidad y cuando la maestra encargó una redacción sobre un personaje histórico, se inspiró en la profesora Christa McAuliffe, uno de los miembros de la tripulación del Challenger, que estalló en pleno despegue. Decía que era amiga de su madre y que le gustaban las ensaimadas de la calle Petritxol. La maestra vio "madera de escritora" en Laura Ferrero (Barcelona, 1984), autora de Los astronautas.

Cuenta esta anécdota en la novela que acaba de publicar, "una constelación de ficción, investigación y biografía" que narra cómo su familia dejó de serlo cuando su padre abandonó a su madre con un bebé, ella. La escritora que se dio a conocer con el libro de relatos Piscinas vacías presentará este jueves su historia en la Fira del Llibre, en el paseo del Born a las 19 horas.

"No sabía qué quería decir la maestra con esa frase porque no tenía referentes de escritoras, pero me hizo ilusión. Creía que quizá podría ser alguien importante, como quiere cualquier niño, y me gustaba escribir. Sin embargo, era básicamente una advertencia de mi excesiva imaginación". Ahora la aprovecha para "entrar en un lugar donde la gravedad, como en el espacio, es otra", según define la escritura. A Ferrero le parece "liberadora, transformadora en el sentido de que escribir es vivir dos veces". Lo dice porque "la vida, que transcurre en directo y hacia adelante, puede ser detenida y verse hacia atrás si la plasmas por escrito, no solo una experiencia personal sino cualquier cosa", en palabras de la autora.

En su caso, los mimbres han sido su familia, o la ausencia de ella, que es lo que sentía una niña de la década de los 80 con unos padres divorciados. "En el colegio solo éramos dos los niños en esta situación. Había cierto tabú con los padres separados debido a que no existían referentes, pero ahora es muy diferente. Estamos aprendiendo a divorciarnos y eso es muy beneficioso para quienes lo viven en la infancia. Claro que en un primer momento no deja de ser traumática una separación, por lo que supone una pérdida, aunque si se hace bien, ahorra muchos problemas posteriores a los menores, sobre todo sufrir la indiferencia o malas caras en tu propia casa", apunta.

La familia y la soledad son dos temas recurrentes en la narrativa de Ferrero y han eclosionado en Los astronautas, como ella misma reconoce. "Creo que es la novela que he estado escribiendo toda mi vida. Lo anterior eran atisbos que iban apuntando a la historia de mis padres, aunque los libros, como las personas, deben hallar su momento". A este le ocurrió cuando la escritora vio una foto de ella y sus padres juntos, y decidió empezar a escribir.

'Los astronautas' de Laura Ferrero.

'Los astronautas' de Laura Ferrero.

"En principio pensé hacer una investigación, pero como los protagonistas no pudieron o no quisieron darme los datos, la aparqué". Afirma que si hubiera continuado con aquel primer intento, la hubiera escrito enfadada. "No es una buena idea abordar con rencor una novela de este tipo, sino que es necesario tratar de comprender aquello que no sabes". Se ha alejado hasta el espacio de forma metafórica para hablar de su familia, aunque la distancia temporal también ha sido esencial. "He escrito el libro en diferentes momentos de mi vida, un proceso literario que ha sido muy interesante porque yo también iba cambiando respecto a la historia. A veces tenemos que tomar distancia para ver las cosas con perspectiva", explica.

Álbumes sin fotos

De niña no entendía por qué en los álbumes de fotos de su madre había rectángulos sin imágenes, "algo muy inquietante, debido a que sabes que ahí falta algo, una historia que ha desaparecido". Con la fotografía digital no pasa, aunque se mantiene y amplifica "ese simulacro de una vida que nunca es y donde lo malo puede quedar fuera de ángulo", como expresa en Los astronautas sobre las fotografías analógicas que sí podía ver. "En las redes sociales esto se ha multiplicado por mil, aunque el deseo era el mismo en los álbumes de las décadas de los 80 y 90, el diseño de lo que tenía que ser una vida perfecta, con las fotos de los cumpleaños y el día de Reyes todos sonrientes".

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