Un fotógrafo valenciano crea imágenes publicitarias con Inteligencia Artificial

El especialista explica que, en un futuro, la fotografía tradicional solo será necesaria para algunos eventos concretos

Una de las fotografías realizadas por IA.

Una de las fotografías realizadas por IA. / Tripographie.

Saray Fajardo

Saray Fajardo

Si alguien le pidiese que describa a un fotógrafo, seguramente imaginaría a una persona cargada con una gran mochila, que contiene una cámara y distintos objetivos en su interior. Sin embargo, esta imagen está empezando a cambiar. Ahora ya no es necesario contar con todos estos elementos para poder realizar una fotografía perfecta. Y tampoco hace falta ser un profesional para dedicarse a ello. 

Es evidente que la Inteligencia Artificial (IA) ha llegado para quedarse y el sector de la fotografía no ha quedado exento de esta revolución. «La IA es una herramienta para poder crear cosas nuevas. La sociedad se va a orientar mucho hacia este tipo de procesos creativos», explica el fotógrafo valenciano Pedro Granda, quien trabaja con IA desde hace cuatro meses. Durante todo este tiempo, ha publicado en sus redes sociales algunos de sus trabajos realizados con IA, que han creado una gran expectación entre sus seguidores. 

Para realizar el proyecto, el fotógrafo debe describir todos los elementos de la imagen a la IA. «Tú le das un esqueleto y la máquina rellena la fotografía. Al estar especializado en fotografía es más fácil, ya que incluyo palabras técnicas, que hacen que la imagen sea más precisa», indica. Granda, también conocido como Tripographie, recalca que esta herramienta le permite desarrollar ideas que tenía en mente, pero que no podía ejecutar por falta de medios: «Me gusta hacer fotos con modelos de otros lugares o ambientarme en otros países. Antes no lo podía hacer tan fácilmente y ahora todo es más sencillo». 

Granda reconoce que, además, actualmente está trabajando con IA en varios proyectos publicitarios, aunque todavía queda mucho camino por recorrer en España. «Es un avance inevitable en el sector de la imagen porque permite ahorrar muchos costes a los clientes y, además, nosotros ganamos tiempo», reivindica. Añade que en España aún hay pocas empresas que apuesten por la IA, pero en Estados Unidos hay una «clara apuesta». 

Fotografía necesaria

«¿Con la IA, hasta qué punto se podrá llamar a una persona artista o diseñador?», se pregunta el valenciano. Reconoce que la mayor parte del mérito es de la IA, ya que, en sus palabras, «yo solo le doy órdenes, pero la IA hace gran parte del trabajo». Sin embargo, recalca que, a pesar de trabajar con esta herramienta, ya hay fotógrafos que han conseguido definir su estilo.

Pero para él, la fotografía tradicional seguirá siendo necesaria para cubrir eventos emocionales como bodas o comuniones, actos deportivos o actividades relacionadas con el sector de la moda. «Van a ir desapareciendo ciertos aspectos y, por eso, tendremos que reinventarnos», explica. En este sentido, lamenta que este tipo de programas pueden comportar una mayor precariedad en el sector. «La IA va a destruir trabajos, ya que personas que no saben de fotografía, también van a poder trabajar en ella. Pero no solo ocurrirá aquí, son en todos los sectores», denuncia. 

Legislación

Por ello, reivindica la necesidad de legislar en torno a la IA tanto en Europa como en España. «Cada vez es más accesible a más gente y, por lo tanto, puede caer en manos equivocados. Tiene que haber algún tipo de seguridad jurídica detrás», explica el fotógrafo, quien añade que «la tecnología avanza muy rápido, pero Europa legisla mucho más lento». Sin embargo, algunos programas de IA ya aplican sus medidas de ética interna. 

«Es todo tan nuevo, que va a producirse un gran debate», reivindica. Por ejemplo, se desconoce si las fotografías de las que se nutre la IA tienen derechos de autor. «Es evidente que esto va a suponer una gran revolución y, por lo tanto, tendremos que trabajar en este sentido», concluye.