Merecido triunfo

Concierto de la Orquestra de València en la Catedral

Concierto de la Orquestra de València en la Catedral / Live Music Valencia

José Doménech Part

PRIMAVERA 23

Catedral de Valencia

Intérpretes: Orquesta de València. Órgano: Pablo Márquez. Director: Alexander Liebreich

Obras de Joseph Haydn y Camille Saint-Saëns

Rotundo, legítimo y merecido triunfo de la Orquesta de València con su titular Alexander Liebreich y Pablo Márquez, organista residente del templo catedralicio con la magna versión de la Sinfonía nª3, "con órgano", del compositor parisino Camille Saint-Saëns. Ante un recinto absolutamente a rebosar (y con publico esperando en la puerta) el gran instrumento reconstruido en la postguerra y ajustado en años sucesivos, se integró con relieve y presencia a la ingente masa orquestal que el compositor concibió hace mas de 140 años. Junto con El Carnaval de los Animales, los conciertos para piano, cello y oboe, su ópera Samson et Dalila y la Muerte del cisne, fue una obra que aseguró la difusión universal y la permanencia en los repertorios orquestales internacionales.

OV en la Catedral

OV en la Catedral / R. V. / Live Music Valencia

El maestro Liebreich construyó una versión sólida, enraizada desde la imprescindible proporción sonora que en este caso se escuchó pulcramente en sus diferentes secciones resolviendo una acústica que, a priori, podría plantearse como compleja por la propia estructura de la iglesia, pero que resultó modélica. Saint-Saëns abundó el sustrato instrumental al máximo para obtener la que sería, probablemente, su gran obra. Él mismo confesaba haber dado el máximo con ese trabajo y que no volvería a componer algo similar. La labor del maestro bávaro fue resuelta desde la convicción absoluta, con entrega entusiasmada y garra magnética, contagiando a toda la plantilla con gestos y guiños que fueron mas allá de una mera lectura de compromiso. Lejos, pero no alejado, Pablo Márquez maniobró con seguridad los diversos momentos de su participación, creando una grandiosa atmósfera emocional como se pudo apreciar en el imponente Allegro final, en el que órgano y orquesta hicieron vibrar los muros catedralicios.

Saint-Saëns, organista avezado él mismo, consciente del reto de enfrentar el instrumento solista con la orquesta, eligió una plantilla realmente apabullante con, además de las cuerdas habituales, todo un conglomerado desbordante de maderas y metales y por si fuera poco, un piano a cuatro manos (que defendieron puntualmente el valenciano Antonio Galera y la húngara Judit Kertész). Liebreich tuvo de su parte situar a los profesores estratégicamente (no lejos, por cierto, de donde yace, desde hace siglos el gran poeta valenciano Ausias March). Quizá fuera ésta, en ese recinto, la entrega mas conseguida de la OV en la presente temporada debida, paradójicamente, a las obras en el Palau. No hay mal que por bien no venga...

Liebreich abrió el concierto con un estreno en la OV(aún quedan muchos mas): la Sinfonía nº 28 en re menor, de Haydn conocida por "Lamentatione". Es una sencilla sinfonía de sonoridades más diáfanas que transparentes en una versión a la que hubieran convenido algunos atriles de cuerda menos para plantearla con mas intimidad.                

Éxito indiscutible que puso al público en pie con grandes aplausos para el solista, el maestro y gran ovación final para todos los profesores de la OV. Merecerían llevar la obra a otras catedrales e iglesias de Castellón, Alicante, Morella, Orihuela und alter.

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