'Los de fuera' o cómo un padre logra hacer reír a un hijo desde la prisión

El valenciano Tino Pérez-Manglano relata en esta novela el paso de su padre por la cárcel de Picassent y la relación epistolar que mantuvieron

Como parte del proyecto, esta novela se repartirá en las prisiones de España para difundir la literatura como una herramienta de autoayuda

Los de fuera, de Tino Pérez Manglano

Los de fuera, de Tino Pérez Manglano / L-EMV

Amparo Soria

Amparo Soria

El valenciano Tino Pérez-Manglano tiene 38 años y no ha sido hasta ahora cuando ha podido dar forma y voz a lo que vivió cuando rondaba la veintena. Su padre entró en prisión y el huracán de emociones, vivencias, caos y crisis que aquello desencadenó en el entorno familiar y social de este joven queda hoy plasmado en una novela. Los de fuera es el ejercicio que Pérez-Manglano ha hecho por ordenar toda una época, honrar la memoria de su padre y crear una obra que estremece y divierte a partes iguales.

La obra, de NPQ Editores, se describe como una historia de aventuras porque tal como señala Pérez-Manglano, «se funden la vida de un padre y un hijo, una tragicomedia en la que prima el humor que el padre transmite a su primogénito de manera constante e incesante a pesar de las desgracias sufridas».

En este sentido, el autor destaca que «la implícita complicidad que marcan los lazos de sangre consigue representar, página a página, el argumento de una vida en común enérgica, irrefrenable y sin pausa. Los de fuera no solo representa una de tantas historias de familias frag­mentadas por errores generacionales». Junto a la narración en primera persona del autor, el libro combina ilustraciones y el estilo directo de las cartas de su padre.

Los de Fuera, de Tino Pérez Manglano

Los de Fuera, de Tino Pérez Manglano / L-EMV

Con un escenario tan complejo como el paso por la prisión de un padre de familia, huelga decir que la novela está llena de temas tabú que el autor resuelve de forma descarada y desenfadada. Pérez-Manglano recopila todos los textos que su padre le enviaba desde Picassent y que son ahora el motor de esta historia, «la fuerza que da sentido a este cuento en vida compar­tido por dos generaciones de una familia azotada por la desgracia y la injusticia». Asimismo, el autor resalta que «es, sin pretender serlo, un libro de autoayuda que va a hacer pensar mucho al lector, a la vez que reír, llorar y, por que no, sonreír tras ver que todo lo que parece ser negro se puede acabar tintando de colores vivos y vistosos». 

Desde la cárcel, a cada cárcel

Pérez-Manglano tenía claras dos cosas: dar forma las cartas que su padre le escribía desde prisión y que el resultado pudiera ayudar a otros presos. Su predecesor fue un lector empedernido que recomendó libros a todos sus compañeros presos y a su propio hijo en las cartas que enviaba cada semana. Por ello, el escritor valenciano ha querido a través de esta editorial introducirlo en todas las bibliotecas de las cárceles de España y que la literatura haga el mismo bien que le hizo a su padre durante los días que pasó encerrado.

Esta es una de las claves del libro: «Posicionarlo para que tanto los de dentro como los de fuera tengan oportunidad de leerlo y sentirlo como suyo. Que se pueda en cierto modo ayudar a toda esa gente que puede verse reflejada en esta historia y, quizá, sirva de terapia para afrontar sus vidas», indica.

Tan importante son - como señala el autor- los que están dentro, pero también los que sufren fuera. De ahí que esta obra se dirija «a todos los que esperan fuera a sus familiares presos, a todos los que están dentro y desean ver a esos de fuera, a todos los que han padecido por tener a un familiar con adicciones en sus días, a todos los que les gusta el humor mordaz y creen que la fuen­te del humor es, en realidad, la desgracia. A todos los que me conocen y saben de qué va esta historia o, simplemente, se han perdido capítulos de ella y desean conocerlos en su totalidad. Y, por supuesto, a todos los que, simplemente, quieren enfrascarse en una novela de aventuras».