Música por 3.000 tubos

El Palau de la Música ofrece siete conciertos gratuitos con el restaurado Gran Órgano Grenzing

Se ha rehabilitado a fondo por primera vez tras 34 años por el deterioro del paso del tiempo y el polvo de las obras del auditorio

Las tripas del Gran Órgano Grenzing, con esqueleto de madera y tubos

Las tripas del Gran Órgano Grenzing, con esqueleto de madera y tubos / Miguel Angel Montesinos

València

Cuando el gigante empieza a cantar, toma cuerpo una atmósfera de funeral de Estado, uno se teletransporta al Salzsburgo del XVII e incluso teme que un ejército de zombies inunden la Sala Iturbi del Palau de la Música. El Gran Órgano Grenzing proyecta un vendaval de notas nueve metros por encima de Arturo Barba, el organista que, exactamente a las 11,37 horas, se sienta en la banqueta y empieza a acariciar las teclas del majestuoso mecano de 3.000 tubos, veinte toneladas, cuatro teclados (hay pocos de estas características en España) y 30 pedales, que el pasado 5 de octubre volvió a soplar música.

El organista Arturo Barba, interpreta al teclado del gran órgano.

El organista Arturo Barba, interpreta al teclado del gran órgano. / Miguel Angel Montesinos

Hasta restos de heces de gato

Fue con motivo de la reinauguración del Palau de la Música, después de más de cuatro años de silencio por las obras de reforma acometidas tras el hundimiento del techo de la sala Rodrigo, que evidenció problemas estructurales en todo el edificio. Aunque protegieron el órgano, no pudo evitarse que el polvo inundara el interior del instrumento. Y el polvo es gran enemigo de la afinación, subrayó ayer el organista Arturo Barba. Esta estructura de madera y metal presentaba un serio deterioro. Desde tubos rotos hasta restos de heces de gato.

Planta baja y dos pisos

Porque el interior del órgano es perfectamente visitable y habitable. Por un gato o por una jirafa, si se diera el caso. Hay espacio. La panza de este instrumento es un tríplex (planta baja y dos pisos) de diez metros de alto, siete de ancho y tres de profundidad. Certificado el enorme deterioro, hubo que acometer la restauración a fondo, limpieza y afinación. Sin demora.

Aplazamientos ya los hubo en 2018-2019, explicaron Barba y el director del Palau de la Música, Vicente Llimerá. Y, tras los retrasos llegaron las obras y la pandemia. Esta es la primera gran restauración acometida. Esta especie de edificio musical, con esqueleto de madera de haya, acusó la falta de mantenimiento, según explican. En 2003 se hizo, recuerda Barba, una pequeña intervención, pero no a fondo. Ahora se ha ejecutado una remodelación «estética y técnica» en tiempo récord de 45 días, destaca Llimerá, que aterrizó en agosto en el Palau.

El director del Palau de la Musica, Vicent Llimerá, en las entrañas del órgano

El director del Palau de la Musica, Vicent Llimerá, en las entrañas del órgano / Miguel Angel Montesinos

No incluyó el órgano en el programa de la reapertura del Palau para que fuera una «sorpresa» y porque temía no llegar a tiempo. Fue posible, dice, por la «agilidad en la gestión» gracias a la «apuesta y el compromiso de la alcaldesa», María José Catalá y al «apoyo de los organeros», que ajustaron su presupuesto a 14.900 euros más IVA y, por tanto, se tramitó como contrato menor. La cantidad inicial por la que iban a licitar esos servicios ascendía a 40.000 euros.

El órgano ha recuperado todo su esplendor y su excelente sonoridad y matices. «Es muy versátil y de altísimo nivel, idóneo para escucharse con la orquesta, da color a la orquestación», explica Llimerá, antes de que la comitiva se sumerja en las tripas del primer órgano de auditorio de todo el Estado. Adquirido en 1989 fue fabricado por el maestro organero alemán Gerhard Grenzing, en su taller de Barcelona y en Tarragona.

El del Palau de la Música es de los contados órganos de cuatro teclados en España

El del Palau de la Música es de los contados órganos de cuatro teclados en España / Miguel Angel Montesinos

Organistas de referencia

El Gran Órgano Genzing del Palau sonó por primera vez en un concierto de Montserrat Torrent, quien hoy, a sus 97 años, es la decana de los organistas europeos y una referencia mundial. Torrent actuará, con Barba, en el primero de este ciclo de conciertos, uno al mes entre el 2 de diciembre y el 9 de junio. En el repertorio estará muy presente Johann Sebastian Bach, organista y gran compositor del Barroco.

Este Grenzing, totalmente mecánico, ha sido fabricado con ADN barroco. Su personalidad tímbrica se inspira en los órganos alemanes de esa época. Es «idóneo para la música centroeuropea barroca», explicaron. El Gran Grenzing espera que arranque el ciclo con grandes organistas: desde Montserrat Torrent hasta Holder, pasando por el joven talento Mossakowski (un «referente y maestro de la improvisación», según Barba), Ignace Michiels o Pablo Márquez.

Las pruebas de estrés siguen su calendario. El termómetro y el higrómetro que regulan la temperatura y la humedad en las tripas del gigante no presentan alertas. El Grenzing aguarda que alguien se siente a acariciar sus teclas.

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