Entrevista | Josu de Solaun Músico
Josu de Solaun: “Es mejor no ser experto en música clásica. Se disfruta mucho más”
El pianista valenciano reconocido internacionalmente regresa 16 años después de su primer recital al Palau de la Música para ofrecer una actuación con obras de Brahms, Chopin, Schumann y Prokofiev

Josu de Solaun / María Díez

Este miércoles el pianista Josu de Solaun ofrece un recital en el Palau de la Música de València, la ciudad en la que nació en 1981. Aunque toca aquí con cierta regularidad, hacía 16 años que no subía él solo con su piano al escenario del auditorio junto a los jardines del Túria, el lugar en el que, tal como él mismo confiesa, empezó a ser el músico que hoy tiene el reconocimiento internacional. “En el Palau vi mis primeros conciertos, a mis primeros artistas, a mis primeros solistas. Muchas de las partituras que conozco las escuché por primera vez ahí. Allí también toqué como parte de mi itinerario educativo en el Conservatorio José Iturbi. Luego ya me fui a Estados Unidos y desde entonces solo vine tras ganar el Iturbi en 2008. Ahora vuelvo con más canas que antes pero la misma alegría que cuando era un niño”.
¿Cómo contribuyeron esas primeras experiencias al músico que es usted ahora?
Como la primera experiencia de cualquier persona: la primera vez que ve la nieve, la primera vez que uno se enamora… En la conciencia de un niño tiene un impacto que dura toda la vida.
Se fue a Nueva York siendo un adolescente para seguir formándose como músico. ¿Se le quedaba pequeña València?
Para nada. Yo me fui porque tenía un espíritu aventurero, rebelde, viajero… Quería conocer otras partes del mundo, recibir otras influencias, pero nunca pensé que València se me quedara pequeña.
Hoy tocará obras de Brahms, Schumann, Prokofiev y Chopin. ¿De que depende elegir unas obras u otras para un recital? ¿De su estado de ánimo, del ánimo social, del público al que se dirige, de su relación con el autor?
Es una cuestión personal y biográfica. Son obras que por lo que sea tienen una significación personal para ti, obras que has escuchado desde pequeño, obras que me impactaron, que guardan una estrecha relación con mi temperamento y mis vicisitudes vitales… Es como elegir los textos para un monólogo dramático, que uno elige con los que cree que se puede mezclar mejor, mezclado con una sesión de cuentacuentos musicales. Es un poco como elegir a los amigos.
Pero algunos amigos son para quedar para almorzar y otros para contarles las penas.
Estos serían a los que se les cuentan las penas. Para mí son presencias muy vivas en mi vida, y por eso son repositorios de mis penas y de mis alegrías.

Josu de Solaun / Aria Classics
"Si la música no emociona, no funciona"
¿Busca lo mismo en la música como oyente que como intérprete?
Sí, emocionar y emocionarme. Si no emociona no funciona.
¿Hay algún compositor que no le emocione y que no entienda por qué le emociona a los demás?
Así de repente es una pregunta que no sabría responderle. Yo tengo mis tendencias, mis inclinaciones, mi personalidad, pero nombrarla me parece demasiado imprudente.
Una de las piezas que interpretará hoy es el “Preludio mi menor" de Chopin. Yo, que no sé mucho de música clásica, la conocí porque Serge Gainsbourg la usó para su canción “Jane B”.
Es mucho mejor no ser un experto, podrá disfrutar de esa música mucho más. Los expertos están secuestrados por muchas cosas. Chopin es un genio melódico universal, un poeta musical por excelencia cuya música proviene de canciones ancestrales que estaban en su alma musical. Ahora dirían en su cerebro reptiliano, pero yo digo alma musical.
¿Cree más en el alma que en el cerebro?
Ante esa pregunta, solo puedo sonreírte.
También Antonio Carlos Jobim usó esa pieza de Chopin para su “Insensatez”.
Es que Jobim es un compositor que le gusta mucho cierto tipo de nostalgia y Chopin es el gran maestro de la nostalgia. Normal que Jobim encontrara en él también un amigo al que contarle sus penas.
¿Como usted?
Exactamente. Por eso también me gusta la música de Jobim.
¿Y por qué pese a ejemplos como esa relación entre Chopin, Gainsbourg y Jobim hoy el público de la música clásica y el pop parecen tan alejados?
Porque cada uno se cree en posesión de una verdad parcial, sin darse cuenta unos y otros que la música que consideran suyas tienen más en común de lo que parecen. Quien se repliega en el pop piensa que es la expresión del pueblo, y los que están en la clásica se creen que custodia los mensajes más profundos de la humanidad. Las dos cosas son ciertas y son mentira a la vez. En el pop puede haber algo sublime y en la clásica algo muy popular. Las dos son momentos de un continuum que es la música infinita. Atrincherarse en alguna de sus partes es un error, una falta de horizonte.
¿Tiene esperanza de que esos públicos se reencuentren alguna vez?
Espero que sí. Si no, significaría que es el fin del mundo, que no creo que vaya a llegar aún.

Josu de Solaun / María Díez
"¿A quién le gusta que le encasillen?"
¿Qué hilo une a Brahms, Schumann, Prokokiev y Chopin?
Les une la devoción por la música, que para ellos fuera la expresión de los grandes tropos y problemas humanos: el amor, el paso del tiempo, la muerte… Eso les hace tener líneas de conexión que no tienen por qué ser históricas, estilísticas o biográficas. En la sonata que toco, Prokofiev habla de la tragedia de la guerra. Y Schumann, en la sonata, de la tragedia de una persona. Y entre ambas tragedias no hay tanta distancia. Y si Chopin en el músico de la nostalgia, Brahms toca el luto por la pérdida de un mundo idílico. Todos tenemos más en común de lo que parece y lo bonito de un recital es encontrar conexiones insospechadas entre estos genios, y que si lo que cuentan desde un punto musical puede ser distinto, pero no es tan distinto desde un punto de vista humano.
¿Diseña estos repertorios tan variados para evitar que le encasillen?
¿A quien le gusta que le encasillen?
Hay gente que está muy cómoda en su casilla.
A mí no me gusta. Nosotros somos muchas cosas, dentro de uno mismo conviven todos los personajes del ágora, de la ciudad, del pueblo. El tramposo, el lírico, el pobre, el rico, el chistoso… Podemos estar más cómodos con una ropa, pero de ahí a decidir que es la única que vamos a llevar puesta... Es demasiado aburrido.
"Cuando uno se mete en el arte, corre el peligro de olvidarse de las relaciones humanas"
Se ha definido antes como aventurero. ¿Ha tenido que sacrificar muchas cosas en pos de la aventura de la música?
A veces me hubiera gustado tener más tiempo en mi infancia con mi familia, con mis padres, con mis amistades, para no tener que arrepentirme después de haberme quedado cosas por decir. Las amistades, igual que las relaciones familiares, hay que cultivarlas. Y cuando uno está demasiado metido en una tarea artístico o científica, corre el peligro a veces de olvidarse de las relaciones humanas. Pero bueno, tengo toda la vida por delante para remediarlo.
Es compositor también. ¿Es muy diferente el De Solaun intérprete y el compositor?
No, es la misma persona musical y humana. De hecho, no me siento ni intérprete ni compositor, me siento músico. Para muchos será un rótulo demasiado vago, pero yo sé lo que quiero decir.
¿Y entre el De Solaun músico y el poeta de su libro “Las grietas”?
También es el mismo. La música y la poesía son muy difíciles de separar. El género poemático es uno de los grandes pilares de la música, y creo que en un pasado incluso fueron lo mismo y siguen teniendo una fuente común en la que se confunden sus contornos. Es algo que los grandes poetas y los grandes músicos siempre han sabido y lo han ejercido de una forma u otra.

Josu de Solaun / Eva Ripoll
Suscríbete para seguir leyendo
- La plaza de Toros y Renfe responden al ayuntamiento por el colapso en la mascletà
- Dieta del agua: Cómo adelgazar varios kilos a la semana y no pasar hambre
- Familiar de una víctima de la residencia de Paiporta: “No siguieron los protocolos, estaban cenando en la planta baja”
- Cristina Aristoy (Singularu): 'Lo que Zara ha hecho con la ropa, nosotros queremos hacerlo con las joyas
- Saqueo' a las flores de la ofrenda a la Virgen
- Buscan a un hombre tras apuñalar a su novia en Paiporta
- Mazón deja sin gastar 300 de los 700 millones autorizados por el Gobierno para la dana en 2024
- Borja Jiménez: 'Fue un milagro, el rey vino a verme a la enfermería