La cuesta de septiembre para Cultura

El nuevo curso empieza en Campanar por partida doble: por la vuelta al cole pero también por haber asumido la cartera de Cultura, tras la remodelación del Consell

Rovira y los nuevos cargos tienen pendiente desbloquear las direcciones del IVAM y del Consorci, entre otras cuestiones

IVAM.

IVAM. / Eduardo Ripoll

El sector cultural se fue de vacaciones azuzado por un precipitado cambio de cartera tras la abrupta salida de Vox del Consell.

Un año después del cambio político en la Comunitat Valenciana, el ejecutivo autonómico se remodelaba y la cartera de Cultura pasaba de una vicepresidencia y de tener una conselleria propia encabezada por Vicente Barrera, a pasar a la macroárea gestionada por José Antonio Rovira junto a Educación, Universidades y Empleo. De Vox al PP, y un «doble esfuerzo», según reconoció el conseller.

Así, este septiembre el inicio de curso es doble en Campanar. Por una parte, la vuelta al cole de más de 900.000 escolares en la Comunitat Valenciana y, por otra, la puesta en marcha de nuevo de toda la maquinaria cultural. Más allá del giro de timón ideológico y de algunos gestos —como hacia el mundo de la tauromaquia—, el Consell aún tiene por delante varios asuntos que resolver en política y gestión cultural.

Tras la asunción de la nueva cartera —el pasado 16 de julio— José Antonio Rovira elevó a Pilar Tébar a secretaria autonómica de Cultura. Ella ya conoce buena parte del sector, pero falta por ver cuáles serán las primeras acciones de Marta Alonso Rodríguez, directora general de Patrimonio Cultural; y Miquel Nadal Tárrega, director general de Cultura.

Pilar Tébar, José Antonio Rovira, Marta Alonso y Nicolás Bugeda.

Pilar Tébar, José Antonio Rovira, Marta Alonso y Nicolás Bugeda. / JM López

Por otro lado, sigue pendiente la promesa del president. Carlos Mazón anunció a finales de julio la creación de la dirección general de la Industria Musical Valenciana para «contribuir a una mayor profesionalización y promocionar el talento musical». No obstante, esta estará adscrita a Presidencia de la Generalitat, no a la Conselleria de Cultura.

Para Campanar, las patatas calientes son las direcciones artísticas del IVAM y el Consorci de Museus, aún pendientes tras las polémicas salidas de sus caras visibles: en el primer caso, la dimisión de Nuria Enguita por una investigación que poco después archivó la fiscalía; y en el segundo, por el cese de José Luis Pérez Pont, por presuntas irregularidades en las cuentas del Consorci, según el Consell y lo que el anterior gestor niega.

Para el IVAM, ya se habían publicado las bases reguladoras del proceso de selección, pero en agosto, el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) ordenó suspender el proceso por presuntas irregularidades en dichas bases. Un poco antes, en junio, el Consorci de Museus aprobó sus bases.

Por otro lado, el Consell Valencià de Cultura también espera su turno. Es uno de los órganos estatutarios valencianos que tiene pendiente su renovación desde que el Botànic finalizó su segundo y último mandato. Las broncas entre sus miembros son constantes, ya que una parte de ellos afean muchas de las políticas de nuevo Consell y otra no acepta que, tras el fallecimiento de Santiago Grisolía el verano de 2022, sea Dolors Pedrós la presidenta en funciones. Además, también falta cubrir la plaza que recientemente ha dejado Marta Alonso Rodríguez.

En el sector de las artes escénicas siguen las quejas por el nuevo modelo de Circuit Cultural implantado por el Institut Valencià de Cultura (IVC), que cabe recordar que ya tenía nuevos directores nombrados: María Fuster (Audiovisuales y Cinematografía), Joan Cerveró (Música y Cultura Popular Valenciana); y María José Mora (Artes Escénicas), que deberán ir desplegando sus programas, con Álvaro López-Jamar al frente como director general del IVC.

Asimismo, se debería ir confeccionando ya el proyecto de presupuestos de la Generalitat para 2025, donde se verán cuáles son las nuevas líneas por las que apuesta el Consell en materia de política cultural. No obstante, a pesar de todo esto, la gran deuda de 2024 son los actos institucionales por el centenario del nacimiento de Vicent Andrés Estellés, que la Generalitat no había programado y que sigue sin enmendarse.

Exposiciones y conciertos

En cuanto a lo artístico y cultural, de lo que se ha desvelado de la nueva temporada en València, destaca la Fundación Bancaja, con un ‘cara a casa’ entre Picasso y Sorolla, en sendas exposiciones que llegarán este otoño a la ciudad, como publicó este periódico.

Por un lado, «Picasso y la modelo. El perfil de Jacqueline»; y por otro, «En el mar de Sorolla con Manuel Vicent». CaixaForum València aún no ha desvelado sus cartas, y los espacios públicos, en general, mantienen sus exposiciones actuales durante un tiempo más.

En el IVAM, todas las muestras continúan, como las de «Francesca Woodman y Julia Margaret Cameron: retratos para soñar», «Nobosudru, el devenir icono de una mujer mangbetu» o «Pinazo: identidades». 

Hasta octubre está también «Antonio Muñoz Degraín. El paisaje de lo sueños» en el Museo de Bellas Artes. En el Centre del Carme acaban pronto las muestras de Bernard Plossu y Luis Camnitzer. Cabe destacar, la exposición del Museo de la Seda con la Real Fábrica de Tapices, que se inaugurará este mes.

Sobre música, las citas destacadas son las de dos referentes de la música: Isabel Pantoja (el 7 de septiembre) y Raphael (el 14 de septiembre). «La llamada, el musical» y Goyo Jiménez con «Misery Class» aterrizan en el Teatro Olympia.

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