Cultura promete mayores subvenciones para frenar la ‘rebelión’ del sector del libro

La conselleria apacigua a las entidades, que claman por la salvación de las actividades, y anuncia más ayudas para 2025 y medidas urgentes para mantener la Fira del Llibre, aunque sin concretar

Miquel Nadal, en el centro, con los representantes de las asociaciones.

Miquel Nadal, en el centro, con los representantes de las asociaciones. / Levante-EMV

La Conselleria de Cultura ha trasladado al sector del libro que trabaja en una nueva convocatoria de ayudas en 2025 con capacidad de acreditar gastos anteriores. El anuncio ha surgido tras duros comunicados de una decena de asociaciones, que claman por la supervivencia del libro valenciano, al no haber recibido en 2024 el millón de euros correspondientes a gastos de 2023, dejando de lado las pérdidas millonarias causadas por la dana.

Son unas ayudas que siempre se pagan a año vencido, correspondientes a las actividades del ejercicio anterior, y con las que las entidades cuentan anualmente para organizar diferentes campañas y actividades, entre ellas la Fira del Llibre de València, las Plaça del Llibre o festivales como València Negra o Vociferio, entre otras citas literarias y de referencia en la Comunitat Valenciana.

Ayer, representantes de ocho asociaciones fueron convocados por el director general de Cultura, Miquel Nadal, quien aseguró que se incrementarán las subvenciones de la convocatoria de ayudas en 2025, y que en ella se podrán «acreditar gastos asumidos en ejercicios anteriores».

En las últimas semanas, en el comunicado conjunto de las asociaciones del sector, los representantes del libro alertaban de que todos los eventos de 2025 estaban en la cuerda floja, por falta de fondos, incluida la Fira del Llibre, que este año cumple 60 años y que prometió en 2024 una programación más especial por el aniversario. En otros casos, como València Negra, ya han confirmado que será una edición en cierta manera testimonial y bajo mínimos.

Sobre esto, la conselleria avanza que «se está habilitando la posibilidad de atender aquellas actuaciones urgentes que garanticen la celebración de iniciativas, como es la Feria del Libro». No obstante, para que sea posible y según ha podido saber este periódico, deberían aprobarse los presupuestos de la Generalitat Valenciana, que no llegaron a anunciarse por la dana y que deberán votarse en las Corts.

De momento se han prorrogado los de 2024, donde las ayudas contaban con 1,15 millones de euros, no ejecutados finalmente. En noviembre, la conselleria culpó al «equipo anterior» (de Vicente Barrera, Vox) por no haber convocado esta línea.

El sector da un tiempo a la conselleria —les han vuelto a emplazar a final de mes y el conseller José Antonio Rovira comparece en las Corts la próxima semana—, pero la sensación es de cierto pesimismo. Juan Pedro Font de Mora, portavoz de las entidades y presidente del Gremi de Llibreters, afirma que, por el momento, todo son «ambigüedades y promesas», y que toca «esperar».

Asegura que, según lo explicado, habría un mecanismo para abonar las cantidades más urgentes —ligados a los presupuestos—; y que antes de junio saldría la convocatoria de 2025, que habitualmente se publica a final de año, por concurrencia, y en la que las entidades presentan gastos y facturas. De ser así, y «aplazando algunos pagos, se podría aguantar», dice.

Parálisis y fractura

No obstante, la situación del sector es crítica. La conselleria reitera casi a diario que ha movilizado un millón de euros por la dana, pero se deben a las entidades las actividades y acciones pagadas ya en 2023 y 2024. «Necesitamos soluciones urgentes, no estamos para dilatarnos mucho más en el tiempo, no han acabado de concretarnos nada e instamos a que se resuelva lo antes posible.

Son gastos ya hechos y pagados, y necesitamos que se resuelva, independientemente de la convocatoria de este año y de si quieren realizar modificaciones; eso lo podríamos ver más adelante, pero reclamamos que se ‘rescaten’ las ayudas no convocadas», indica Àfrica Ramírez, presidenta de l’Associació d’Editorials del País Valencià (AEPV).

Otras fuentes hablan de una «parálisis» —que también sufren otras facciones de la Cultura— que «está fragmentando el ecosistema del libro valenciano», que sobrevive en el «limbo»; que, a su vez, afecta a acciones de «fomento lector» y podría perjudicar a los numerosos puestos de trabajo que crea la industria editorial.

En la reunión participaron la AEPV, la Associació de Professionals de la I·lustració Valenciana (APIV), los festivales Vociferio y València Negra, las fundaciones Bromera (FBFL), Fira del Llibre de València, FULL y Sambori; y los gremios de Llibreters y de las Librerías de Lance.

Miquel Nadal, por su parte, reitera que el compromiso del Consell es «ofrecer soluciones que permitan la convocatoria de las ayudas a la difusión y el fomento de la lectura es firme, y debemos ir todos de la mano». El director general ha emplazado a «trabajar unidos con un único objetivo, que es el de facilitar la reactivación, continuidad y consolidación del sector del libro».

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