Novembre Elèctric o amar la música a fondo perdido
La banda medio madrileña que lo canta casi todo en valenciano presenta este sábado en Les Arts "Tarongers", su nuevo disco

NOVEMBRE ELÈCTRIC / Christian González

“Cada moment viscut ens ha portat ací”, repiten Novembre Elèctric en “Tot anirà bé”, uno de los adelantos de su álbum “Tarongers (Deu anys en un dia)” que la banda comandada por Yeray Calvo presentará este sábado en el Palau de les Arts. En este caso, el “ací” pueden ser muchos sitios: el nuevo disco, la próxima gira, una nueva manera de entender la propia música o un nuevo comienzo tras una década de trayectoria para uno de los proyectos más singulares de la actual escena valenciana, la de un grupo que como su líder reconoce, ama la música “a fondo perdido”.
Quizá la principal singularidad de Novembre Elèctric sea la geográfica: el grupo surgió en Madrid, de sus actuales seis miembros, cuatro residen en Madrid y tres de ellos son madrileños (el cuarto, Yeray Calvo, es de Algemesí). Pese a ello, el gran peso de su repertorio es en valenciano y su carrera se ha desarrollado en gran parte dentro de sus límites lingüísticos.
“Sí, en eso somos una rara avis y nos sentimos orgullosos de ello -reconoce el cantante-. Como también nos sentimos orgulloso de cantar en valenciano y en castellano porque las dos lenguas forman parte de nuestra realidad. Haber usado solo un idioma hubiera sido una mentira o incluso una estrategia impostada para formar parte de algún sector u optar a ciertos premios”. “Creo además que las nuevas generaciones están muy por encima de si estás cantando en un idiomo u otro”, concluye Calvo sobre el asunto.
Nuevas coordenadas
“Intacte”, el primer disco de Novembre Elèctric, irrumpió en 2014 y fue bendecido con un Premi Ovidi a mejor disco de pop en valenciano, galardón que repitieron con su tercer disco, “Quart minvant”, que también mereció el Carles Santos de la Música Valenciana 2018. Moviéndose siempre en las coordenadas musicales del pop clásico, emocional, valiente e intimista, en este nuevo trabajo la banda ha decidido darse “un gusto”, en palabras de Yeray, mantenerse fiel a la esencia pero sin dejar de bailar, tal como el cantante hacía de adolescente cuando se encerraba en esa habitación desde la que se veían los naranjos a los que alude el título del nuevo disco.
Porque, más allá de los diez años de trayectoria en una escena determinada está, según Yeray, la “digestión” de una “filosofía de vida que solo puedes adquirir con el paso del tiempo” y que muchas veces supone “liberarte de prejuicios, empoderarte, darte el permiso de hacer cosas que se supone que no deberías de hacer”. “Todo en esta vida no va a ser cantar las penas”, defienden en “Et devia un reguetón” con Àrtur Martínez, de La Fúmiga, una de las colaboraciones del nuevo álbum en el que también participan Pau Alabajos, Carles Caselles, Àlex Blat o Sara Dawling.
Siempre tuvieron fe
“Siempre tuvimos fe”, canta Noviembre Elèctric en “Modo bucle”, otro de los adelantos de “Tarongers” en los que en este caso han contado con la colaboración de Jorge y Pau de La Habitación Roja. Y siempre han tenido fe porque, como también reconoce Yeray, sin ella y sin el amor a la música difícilmente la banda hubiera aguantado esta década de trayectoria.
“Sí, de hecho, es una canción que nace como un homenaje a mis compañeros de grupo por estos diez años de batalla, de lucha en una trinchera que es invisible para el público, que solo ve la parte más luminosa, la de los conciertos, la de los focos, la de los aplausos…”. La trinchera, aclara Yeray, son las horas en el estudio, los kilómetros en la furgoneta y, sobre todo, la gestión de las ilusiones y las desilusiones.
“Es un equilibrio muy difícil -afirma-. Al músico, en teoría, le viene muy bien ser un soñador que cree en ese espíritu de lanzarse a la piscina para crear. Pero, al mismo tiempo, ha de ser lo más realista posible porque te vendrán palos y desilusiones y tendrás que lidiar con ellos”. Ante ello, Novembre Elèctric ha optado por encarar su carrera de forma “sostenible”, “más de fondo que de velocidad”, tratando “siempre de ser mejores”.
“Para nosotros es fundamental estar orgulloso de lo que hacemos, pero la máxima prioridad es disfrutarlo -explica Yeray-. Por eso muchas veces yo personalmente me he planteado si valía la pena seguir, pero al final te das cuenta de que la música es tan importante y es un motor tan definitivo en tu vida que vas a seguir igual”. Así que, ya puestos, lo mejor es “seguir con el grupo de amigos” con los que hace diez años iniciaste esa “improbabilidad estadística” que es Novembre Elèctric.
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