Las Turbulencias de Javier Losilla: Que no te cuenten vainas, solo los muy buenos van al infierno
¿Qué hace Ulises en el inframundo? ¿Y Alejandro Magno? ¿Y Aquiles? ¿Y Cleopatra? Seas artista, asesino, o amante, tienes que estar entre los mejores

Inspiradas en la obra de Camille Claudel, las piezas de la exposición ‘Souvenir de Exil’, de Louisa Holecz, perturban. / Josema Molina
Javier Losilla
El trompetista Ambrose Akinmusire (Oakland, 1982) nos dejó clavados en la silla un viernes de noviembre de 2021. En el Festival de Jazz. Ambrose es, si no el mejor en lo suyo, uno de los dos mejores (como Shakespeare y Dante). Su capacidad (¿cuándo respira este hombre?) y calidad como instrumentista son comparables a su insaciable necesidad de búsqueda y a lo extraordinario de sus hallazgos. Honey From Winter Stone (Nonesuch) es su fantástico nuevo y reciente álbum. El singular improvisador Kokayi (voz), Sam Harris (piano), Chiquitamagic (sintetizador), Justin Brown (batería) y el combo de cuerda Mivos Quartet lo acompañan en esta fascinante aventura sonora, inspirada en la obra de Julius Eastman (1940-1990), quien experimentó con el minimalismo y el pop, a quien homenajea. s-/ Kinfolks, la pieza de algo más de 29 minutos que cierra el disco, es el epítome de la apuesta global que nos ocupa: una brillante construcción de jazz, rap y música contemporánea, en la que Akinmusire no duda en echar mano de técnicas extendidas. Este caballero es de los que no reclaman protagonismo, y sopla cuando cree que debe hacerlo, con notas infinitas o con fraseo corto de dinámica acentuada. Dije de él en una ocasión que toca como un consumado instrumentista, pero con la sencillez de un principiante. Lo firmo de nuevo, y anoto que Honey From Winter Stone está repleto de arrebatadores paisajes emocionales. Brutal, este tipo.
En lo suyo (¿folk moderno?), Richard Dawson es un fenómeno de Expediente X. En End of the Middle (Weird World Records / Music As Usual) crea una película, en Súper 8 sobre Gran Bretaña. A su manera, claro. "Buenos días, Gran Bretaña. Un huevo pasado por agua. Piers está en Lorraine y siento dolores punzantes en la pierna izquierda". Y a esas imágenes les coloca una banda sonora con un engañoso punto amateur, repleta de detalles; la inclusión de un clarinete bajo que distorsiona la escena es un logro. En Knot, en medio de una tormenta sonora, canta: «Me froto los ojos para quitarme el reuma... Debe haber un camino cerca». Genio y figura.
At the Feet of the Beloved (Realworld), el nuevo álbum de Rizwan-Muazzam Qawwali, no se publica hasta el 14 de marzo, así que tomen nota, pero no vayan a buscar hoy. Los hermanos Rizwan y Muazzam Ali Khan (seguro que les suena el apellido) son sobrinos del enorme, en todos los sentidos, Nusrat Fateh Ali Khan, el Camarón de la música devocional paquistaní. Obviamente no intentan emular a su tío (sería empresa vana), pero en su aproximación contemporánea al kawwali, destacan sobre otras formaciones similares. Estos brothers llevan en danza desde 1990 y tal vez alguien recuerde su actuación en Pirineos Sur en el año 2000. At the Feet of the Beloved es una buena muestra del poder conmovedor de buenas voces y de una música eterna.
La escultora francesa Camille Claudel (1864-1943) tuvo amores con Rodin, la destrucción formaba parte de su proceso creativo, y estuvo encerrada en el hospital psiquiátrico de Ville-Évrard los últimos 30 años de su vida (el infierno). La pintora Louisa Holecz también trabaja con el método construcción-destrucción, y así arma unas obras que son el sedimento, la verdad, que queda tras machacar la materia. Son creaciones pictóricas, pero de mirada escultórica. Las que componen su exposición Souvenir d’exil (la Lonja, hasta el 30 de marzo, comisariada por Chus Tudelilla), se inspiran en el legado de Claudel, exploran la ausencia, la desaparición, el recuerdo de lo que fue e incluso de lo que pudo ser y no llegó a realizarse. Una muestra perturbadora.
No tengo claro que el grupo El Niño Gusano fuese tan importante como dicen sus exégetas, ni siquiera que Sergio Algora, su poeta, despidiese el brillo que se recuerda. Las desapariciones tempranas abren mitologías por doquier. Pero eso no importa. Lo que cuenta es que Andrés Pérez Perruca, miembro que fue del grupo, ha contado en Vida de un pollo blanquecino de piel fina (Jekyll & Jill) las mil y una noches gusaneras y sus muchos despertares, valga la expresión. Este pollo se ha marcado 859 páginas con tantas notas sabrosas al pie, que juntas darían para otro volumen, y tantos capítulos como canciones grabó El Niño Gusano. Es una obra multigénero, escrita en 9.132 días, que exige paciencia en su lectura. Si se atreven (deberían), olvídense de l Gusano, del Fantasma de los Ojos Azules y de Grabaciones en el Mar (también, de algunas aventuras solo divertidas para quienes las vivieron y sus amigos) y disfruten de un artefacto literario en el que me parece más importante la escritura que lo que esta cuenta (anatema). Léanlo, aunque no les guste el Niño Gusano y Perruca les parezca un pedante. ¿Lo es? No lo sé.
Que no cunda el pánico. A estas alturas no necesitan que les cuente el argumento de La Divina Comedia, de Dante, pero sí la extraordinaria edición de Infierno (Blackie Books), uno de los tres libros que la conforman. Edición bilingüe: en italiano en el original (leyéndolo así pueden aprender el idioma, como dijo Borges que hizo él (a saber), y en español, claro, la traducción de Francisco J. Ramos, pero en prosa, a partir de la perífrasis del texto primigenio realizad por Natalino Sapegno, catedrático de la Universidad La Sapienza, de Roma. Pero hay mucho, mucho más: textos sobre el autor y su obra, lo que se escribió de ella en la Encilopedia de Diderot y D’Alembert y en la Enciclopedia británica, fotos e ilustraciones excelentes, escritos sobre medidas y visiones del infierno (uno de ellos de Michel Foucault), una compilación de canciones sobre el infierno (con su QR y todo), un listado de los condenados, un proyecto de cárcel basado en el Infierno dantesco y otro QR que lleva a la película de 1911. Una edición singularísima para una obra enorme.
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